¡¡Milagro!!
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En nuestro país que pongan preso y
enjuicien y condenen a quien lo
merece es un milagro. Pero los muchachos piqueteros del puño cerrado
(agarrándose los cuernos) no creen en
milagros, como buenos marxistas, afirmando, entonces, que no se debe detener y enjuiciar y condenar
a los detenidos culpables, pues sería
creer en milagros; y si ya están adentro,
quieren soltarlos. Pura lógica, algo extravagante, pero así sucede en el mundo.
Esta teoría de la incredulidad se complica en cierta manera cuando la detenida
se llama ¡Milagro! Siendo ella una ‘milagro’, debería ser juzgada sin
coacciones de los tupaqueros, por todos sus delitos.Este
pensamiento me lo inspiró doña Milagro Sala, quien durante años, gobernándolo
en Jujuy al Babieca Fellner, (babieca o político arribista sinverguenza), auspiciada desde Buenos Aires, exhibió la
habitual prepotencia de los piqueteros creando
una atmósfera popular donde se olfateaba miedo a la arbitrariedad de
los ‘gorilas’, temor social
ante la presencia de estas bandas que se manifestaban impunemente,
amenazantes, ¡bpmbas y bastones! ¡ante la pasividad policial!; al extremo que mucha
gente prefería no mencionar el tema ante
extraños! Pero si uno se animaba la respuesta era siempre unánime ¡repudio a la Milagro!
Este
es el gravísimo daño, el escándalo inmenso que creó esta mujer resentida en la
sociedad jujeña; auspiciada por los KK. Incitación al odio, lucha,
enfrentamientos, la dialéctica marxista a todo vapor. Fundamentalmente
se la debe enjuiciar por haber envenenado la mentalidad a un gran
sector del pueblo. ¿Y
la difusión de la droga, que anda –literalmente- en boca de todos? ¿Y
las
bandas armadas? ¿Y sus ‘parlasureos’ con E. Morales para desmembrar el
territorio nacional creando una republiqueta aborigen? ¡gobernada por
ellos! ; todo esto se comenta, ¿algo se investigará o quedará sólo el
robo de
29 millones, para que pueda restituirse en la sociedad en breve?
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Mientras tanto los noticiarios televisivos en Buenos Aires, y los políticos
‘izquierdistas’ maestros en el ‘arte’ de las tramoyas comiteriles, reducen un
enorme problema moral a una simple estafa económica. La Sala, que según se comenta,
comenzó su actividad política sin un peso,
hoy podrá tener las casas que se le encuentren, bien o mal habidas. Y
aquí no ha pasado nada. ¿Qué robó unos milloncitos? ¡Que es dueña de las casas
de Alto Comedero? Ya nadie se altera. ¡Así se maneja habitualmente la política
‘democrática’! ¿Cuántos políticos ladrones andan sueltos vivitos y coleando,
sin que nadie los moleste?
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Así reducido el problema, una
diputeada KK determinó en un canal
porteño que se la debe soltar pues, al ser parlamentaria del Parlasur, tiene
inmunidades. ¡es intocable! ¡Viva la jPepa!
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Por fin aparecieron peronistas con sentido común y honestidad, pertenecientes al Bloque de
diputados
“Primero
Jujuy”, denunciando: “Es nuestro deber recordar a la sociedad jujeña, que estos
políticos llamados “peronistas” [Bloque de diputados que dicen llamarse
“peronistas”], durante muchos años fueron socios y cómplices de los negociados
y atropellos y violación permanente de derechos a la población de Jujuy, de
Milagro Sala y su organización Tupac Amaru…
fueron ellos quienes avalaron y permitieron el deterioro de las
instituciones de la provincia y habituaron a la sociedad a un desgobierno y a
recurrentes movilizaciones e intimidaciones y violación de derechos
constitucionales de manera consuetudinaria por parte de esta organización y su
líder Milagro Sala… y su delfín y compañero de batallas en los tiempos de
bonanza, Eduardo Fellner…”. Este testimonio de peronistas liberales lo menciono
para demostrar el grado de indignación
que causó las actividades de la Tupac Amarú, en todos
los ambientes.
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Otro testimonio popular que demuestra el
repudio a Sala-Fellnar-Jenefes, lo dio la Consultora Aresco,
cuyo estudio señala que el 83,6% de los encuestados rechazan en forma
terminante el acampe de los tupaqueros en la plaza; y el
74,3% más el 7,2% de indecisos aprueban las medidas gubernamentales contra la
Tupac Amarú. Gerardo Morales, entonces, tiene una
adhesión popular mucho mayor que cuando fue elegido. Para los nacionalistas que
hemos vivido la vergüenza de la época
tupaquera en Jujuy, inimaginable para el
que sólo la leyó en ciertas noticias, es un alivio para nosotros y un
mérito de Morales su valentía en
enfrentar a esas bandas… y roguemos para que gobierne con sentido común
anulando su ideología radical. Lo que
sería otro ¡milagro! El reducido porcentaje que eligió la libertad de la Sala fueron naturalmente los
que dependen económicamente de ella.
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Hago notar que medio siglo atrás, los jujeños
desplegaron ante mi ojos de porteño recién arribado unas cualidades humanas y cristianas, de
humildad, respeto, caballerosidad, sorprendentes, que entre la televisión y más
recientemente con los ‘tupaqueros’ casi
desaparecieron ecuménicamente en el
recuerdo.
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Sin embargo, el deplorable diario Tribuno de Jujuy, (18/enero/2016), una de
cuyas mayores atracciones es exhibir diariamente en su contra tapa la foto de ‘bailarinas’ en ropa interior y poses
eróticas, que hacen el deleite de chicos
y grandes, ‘elevando’ la cultura provincial; informa en primera página, y en
letras de molde, las voces de los
defensores de la Sala,
pidiendo habeas corpus, y ocupando la segunda página con: ”Aumentan los rechazos por
la detención de Sala”. Haciendo notar
que es un clamor popular el apoyo a Sala. Para remachar el clavo, en un rincón
de la página 15, como noticia sin mayor importancia, se menciona el estudio de la Consultora Aresco;
donde se comprueba que cada vez es mayor
el repudio a los guerrilleros KK.
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Con la misma intención de confundir, como si se tratase de una algazara popular
para liberar a la Sala,
La TVBasura
desde Buenos Aires, salvo excepciones, con noticias: ¡crece la indignación popular a
favor de la liberación de la Sala!
¡Su detención se debió a venganzas políticas”!
¡Escándalo político en Jujuy! etc, etc,
adulterando la verdad, desvían la atención de los delitos verdaderamente
gravísimos. La TVB
siempre haciéndole el juego a las izquierdas
contra los intereses nacionales y populares. La TCB y por ende a los
periodistas, obligados a decir lo que les mandan, está manejada por seres destructores de la Verdad y del Bien.
