El secreto de Jauretche
(Nacionalismo Católico NGNP)
Mucho se especuló sobre la pertenencia del escritor y político argentino a la masonería, probada ahora documentalmente.
Arturo
Jauretche (1901-1974) vivió con un secreto que sólo deslizó en escasas
precisiones a amigos íntimos y sus biógrafos siempre se encontraron con
el cerrojo de que los masones resguardaron desde tiempos inmemoriales la
identidad de sus acólitos. Pero ahora
se puede afirmar que integró la Gran Logia de la Masonería Argentina
del rito escocés antiguo, aceptado como lo informa el Boletín Oficial de
la misma de junio de 1933.
La
masonería es una organización iniciática. Primero hay una entrevista en
la que el postulante es analizado en sus criterios y en sus ideas por
algunos miembros. Incluso se trata de que la familia se entere de su
posible incorporación para que no surjan conflictos. Tras ser aprobado,
se le indica el día y la hora en que deberá presentarse para la
ceremonia de iniciación, parecida a la que se realizaba en la Edad Media
cuando alguien era armado caballero. La Logia de la que hablamos fue
producto de fusiones de otras en 1857 bajo la dirección de Roque Pérez,
un hombre de Dorrego en el complejo federalismo de la época. A poco de
su fundación, la Gran Logia de la Argentina contaba con 15 Logias que
agrupaban a casi 900 miembros. Ese impulso inicial lo ha mantenido a
través del siglo y medio de su existencia y ha permitido la fundación de
más de 400 Logias en el país, para agrupar en su seno a unos 60.000
miembros, que hoy no alcanzarían los 5 mil y funciona en el Templo de
Juan Perón 1242. El ingreso de
Jauretche a la Logia lo dejó para la historia la Circular de Propuesta
Nº 359 del mes de mayo de (sic) 1932 que comunica las “Iniciaciones”
y entre otras personas y entidades informa de “Arturo M. Jauretche, 32
años, argentino, soltero, abogado, domiciliado en la calle Florida 470,
Capital Federal”. Se trata de un error: es 1933, como se deduce de las
fechas anteriores y posteriores del Boletín Oficial 1932-1933. Unos
meses antes en la Circular de Propuestas Nº 362 (octubre de 1932) se
informa del ingreso de “Aristóteles Onassis, griego”.
En
cambio Homero N. Manzione (Homero Manzi), de “20 años, argentino,
casado, estudiante, domiciliado en la calle Garay 3251, Capital
Federal”, ingresó antes que su amigo Jauretche, según la Circular de
Propuesta Nº 356, de marzo de 1933. ¿Quién llevó a quién a la masonería?
Quienes tenían algunos datos sobre la opción masónica de Jauretche lo
ligaron a un numen de la Unión Cívica Radical, Gabriel C. del Mazo, que
al iniciarse en abril de 1933 tenía 38 años, era soltero, lo fue el
resto de su vida y moraba en Sarmiento 1757, su casa de casi siempre.
Pero el historiador del movimiento de la Reforma Universitaria, ingresó
en abril de 1933. El pudo llevar al rito a Jauretche para junio de ese
año, pero no a Manzi que ya era un “iniciado”. ¿Habrá sido el autor de Malena el promotor de esa movida masónica?.
Estas precisiones documentadas
no son una exquisitez ya que hasta ahora todos los que estudiaron el
tema, entre ellos el periodista Emilio Corbiere, afirmaron que
Jauretche, Manzi y Del Mazo ingresaron a la Masonería para lograr
protección de “hermanos” en altos cargos del poder por la participación
de todos ellos y de Raúl Scalabrini Ortiz, en el levantamiento de los
radicales del 29 de diciembre de 1933. Sin embargo, este intento contra
el fraude estalló meses después que los nombrados ingresaran a la Gran
Logia. Lo que tiene cierta lógica era hacerse masón si es que buscaban
protección de sus “hermanos” enemigos. Según Corbiere “la represión del
gobierno justista fue implacable con los revolucionarios radicales pero,
como Agustín P. Justo y Julio Argentino Roca (hijo) eran masones,
miraron para otro lado con los masones insurgentes”. No tanto: el autor
deManual de zonceras argentinas estuvo
preso casi un año en un calabozo de Corrientes y Scalabrini Ortiz,
luego de ser apresado y enviado a Martín García, fue deportado a
Alemania que estaba ya bajo dominio del nazismo. Los amigos de
Scalabrini remarcan que sus escritos en diarios alemanes eran militancia
antibritánica que signó su vida y no pro Eje.
Jauretche,
que nació en Lincoln, provincia de Buenos Aires, adhirió en su juventud
al conservadurismo dominante en esos pagos, pero ya en la Facultad de
Derecho, fue ganado por el ideario de Yrigoyen del que fue un partidario
persistente en lectura jacobina. Esa admiración por Yrigoyen, conocido
masón, pudo haber sido el verdadero motivo de su ingreso a la Gran
Logia.