Mariana Zuvic dice lo que piensa y no hace lo que dice
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01/11 – 16:30 – El último domingo en el programa PPT
de donde es habitual entrevistada la señora Mariana Zuvic, esposa del
diputado nacional Eduardo Costa, sorprendió por cuanto la actual
diputada del Parlasur (renombrado por quien esto escribe como
“Parlaverso”) descalificó al espacio político que integra (inservible y
reducto de corruptos y exiliados políticos sin trabajo). La intervención
de Zuvic en el programa de Lanata, dejó la sensación de que esta mujer
llegó el sábado al planeta Tierra o bien de alguien que siempre había
denunciado la inutilidad de esta truchada parlamentaria tercermundista y
peleó permanentemente para denostarlo y que no se constituya. Nunca se
imaginaría, un televidente desprevenido, que ella, precisamente, es
parte y actora principal de todo lo que dijo y criticó frente a la
cámara de televisión. (Por Rubén Lasagno)
Jorge Lanata es uno de los pocos periodistas que desde el minuto cero, interpreta que el “Parlasur”
es una truchada kirchnerista armada como reducto de lo peor de la clase
política nacional, lugar donde van a parar quienes consideran que no
tienen placet para ser elegidos por la gente en una elección normal y
como un diputado “en serio”, yendo a las urnas y sentándose en el
Congreso, donde tenga la obligación de ser útil, o al menos sentir
vergüenza por no serlo; aunque esto último está bajo estricta reserva y
el rubor en la cara no es una consecuencia necesaria en un político y
menos si es nacional; por eso en el Parlasur hay especímenes como Marioto, López, Milagros Salas, Rossi, Filmus, Metaza, Mércuri, entre otros. Lo raro, es que, aún pensando esto, Lanata tiene a una “parlamentaria” como fuente de consulta y opinión ante las cámaras.
El último domingo PPT puso al aire otro informe sobre la inutilidad
del Parlasur y como ya es habitual en los programas de Lanata y Canal 13
o TN, apareció Mariana Zuvic, dando su opinión sobre
esta simulación parlamentaria. Lo extraño es cómo sonó lo que dijo la
esposa de Eduardo Costa, en los oídos de quienes conocemos que ella es
una “diputada” de ese parlamento trucho; que aceptó ser parte de esa política virtual a la que juega un grupo de personas que pretenden vivir a costa del Estado (como las nombradas más arriba) y por el contrario, si alguien no conoce a Zuvic, seguramente habrá pensado que se encontraba frente a una férrea opositora a su instrumentación y no, como corresponde a la realidad, a una integrante más del “Parlaverso”.
¿Qué dijo?
Con respeto a los aspectos “productivos” de los diputados del Parlasur, Zuvic destruyó cualquier argumento que pretenda darle valides o utilidad a lo que allí se hace y dice; dijo “No han tratado, ningún proyecto, son recomendaciones, ni un solo proyecto. Es un escenario muestra de la egolatría. Está totalmente alejado de la gente, de los intereses y los derechos de los ciudadanos del Mercosur. En una región con 60 millones de pobres, jamás se habló de eso (de la pobreza)”.
Sobre los temas que se debatieron en lo que va del año Zuvic dijo “Me da vergüenza ajena. En este momento, esa clase política,
está intentando en el Congreso, mediante extorsión, incorporar en la
partida presupuestaria el salario para los parlamentarios del Mercosur.
La cifra ascendería a 100 millones de pesos al año. Estamos hablando de
unos 140 mil pesos por mes aproximadamente, digamos que lo que quieren
es cobrar 14 mil pesos la hora, para hacer lo que hacen: catarsis en el parlamento del Sur.”
Sobre la insistencia de los “legisladores” que presionan al presidente para que les pague la dieta, Zuvic opinó “La verdad te digo lo siguiente y me resulta vergonzoso, indignante y casi te diría inmoral, que la clase política que le dejó a la Argentina un país con la mitad de los niños en la pobreza hoy esté pidiendo cobrar un sueldo por una función que no cumple”.
¡Mira quien habla!
Si yo fuera de Júpiter y ayer hubiera arribado en mi plato volador a
la Tierra y el primer programa de TV que veo es PPT del domingo, habría aplaudido a rabiar a Mariana Zuvic,
porque dijo exactamente lo que pienso de este organismo supranacional,
inútil, oneroso y desechable. Como buen jupiterniano desprevenido,
habría buscado su número de teléfono para llamarla y darle mi adhesión y
colmarla de felicitaciones. Pero soy del planeta Tierra y de Santa
Cruz, específicamente, por lo tanto, conociendo que quien dijo lo que
reproducimos es una actual “diputada” del mismo organismo al cual se dedicó a denostar,
me quedan más preguntas que respuestas y una casi fundamental, la que
sí creo jamás la propietaria de estas palabras que citamos nos
responderá: ¿Por qué no renuncia? ¿Cómo se puede ser parte de una estructura inservible y seguir sirviendo a la misma estructura? ¿Qué interés superior mueve a quien sabe que ocupa un lugar inútil,
porque la institución de la que es parte es virtual, inexistente, no
tiene aplicación práctica; en definitiva es una estafa? ¿O piensa que
todos los demás son malos e inservibles y ella no?, si así fuera, quién
es el ególatra entonces?.
O si queremos ir más allá, le preguntaríamos ¿Por qué no
actuó preventivamente y en vez de proponerse como “diputada” del
Parlasur, no se abstuvo de pertenecer a ese combo execrable de
oportunistas, perseguidos por la justicia y exiliados políticos
eyectados de los círculos más próximos y hasta de sus propios partidos? No será que antes no le importó y ahora sí, porque ya “está adentro”?.
No hay forma de interpretar las palabras de Mariana Zuvic si no es a través del oportunismo político. Pues si todo esto que dice la “legisladora” lo pensaba antes ¿Para qué se candidateó?.
La respuesta es casi una certeza: para ingresar a la política,
ya que electoralmente la esposa de Costa no junta votos, al menos en
Santa Cruz. La única forma de ingresar a la elite política y no tener
que aclarar vergonzosamente en cada programa al que la invitan que “no es diputada”, cuando antes de serlo los conductores le colgaban el cargo de legisladora y ella debía desdecirlos al aire con cierto rubor, se anotó a ser parte de esta infamia, sabiendo de antemano que el “Parlaverso” fue siempre lo que es y nada me hace suponer que Zuvic no sabía lo que era, antes de hoy. Más bien, ahora que está adentro, intenta diferenciarse hablando de los diputados en tercera persona haciendo abstracción de su pertenencia al Parlasur, sin hacer la mínima
autocrítica ni explicar por qué, entonces, está allí, formando parte de esa estructura trucha e inservible.
La estrategia de Zuvic fue “salvar las pilchas”, pero “desde adentro”, cuando ya su título nobiliario estaba afianzado y podía presentarse en sociedad como “diputada”, sin aclarar mucho de dónde provenía. Entonces, tratando de diferenciarse del resto, inventó campañas como “Chau privilegios”, intentando aparecer rechazando la inmunidad parlamentaria, sabiendo de antemano la inutilidad de su cruzada,
porque es algo establecido por ley, la cual equipara a los diputruchos
del parlaverso con los legisladores nacionales y por lo tanto (ella lo
sabe de sobra) no lo va a poder torcer con un gingle de campaña ni cartelitos en las redes sociales y la otra “batalla” de Zuvic fue el renunciamiento al sueldo, otro caballito de batalla que usa para decir que “ella es diferente” y no está en el Parlasur por el sueldo.
Para ser diferente, Zuvic no tendría que haber aceptado la
ignominia de presentarse como candidata para pertenecer a un organismo
político trucho y decadente, plagado de gente equiparada con el mismo nivel institucional.
Dos cosas: Zuvic no necesita fueros porque ella no
ha tenido actividad política previa ni ha sido funcionaria, por lo tanto
está “limpia”. Eso le da margen para “luchar por el desafuero”, sin que
la rocen las consecuencias. Por otro lado, sabe, que por más campaña “Chau fueros” que haga, los
fueros seguirán existiendo porque amerita un cambio en la ley que no
está en su voluntad sino en el Congreso, que no maneja ni representa. Esto le deja el campo libre para la excusa “Yo quiero, lo impulsé, pero los demás no quieren“. Patético y demasiado visible.
Al sueldo, Zuvic no lo necesita porque su familia
está acomodada y puede darse el lujo de renunciar a los 140 mil pesos
mensuales, ya que su su norte, su objetivo está cumplido el mismo día
que se cerraron las urnas en diciembre del 2015: ingresar a la política nacional.
El problema de Zuvic es que parece no darse cuenta que ingresó a la política por la banderola del baño
y no por la puerta grande, con todo el esfuerzo y la exposición que
ello implica. Por lo tanto, su título de “diputada” es tan vacío como lo
es el propio Parlasur al que representa.
¿Es o no es?
Invito al lector a repasar al menos tres veces los dichos de Zuvic en
el programa de Lanata y que nosotros transcribimos en este informe.
Luego de eso y resaltando los conceptos y las palabras de la esposa del
diputado Costa, se explique y/o pregunte, si Zuvic piensa real y
honestamente de esa manera ¿Por qué sigue en el Parlasur?
¿No sería más digno que renuncie y desde afuera sí, entonces, critique y
hable de quienes aún siguen esta farsa? ¿Por qué lo hace en tercerea
persona?. Ella cambia el tiempo verbal como si no perteneciera al Parlasur y es una diputada más de ese estamento creado por el krichnerismo, por lo tanto, por propiedad transitiva todo lo que les dice a sus compañeros de Parlasur, le cabe a ella también.
El 8 de julio de 2016, Mariana Zuvic le cursó una nota al Secretario General del Parlasur, Edgar Lugo, una nota donde le solicitaba un Secretario y personal auxiliar, para un estamento interno del Parlasur. Exactamente la nota firmada por ella, expresaba:
“Tengo el agrado de dirigirme a Ud en mi carácter de Coordinadora
del Grupo Político “Integración Democrática”, oportunamente constituido
en el Parlamento del Mercosur, con el objeto de solicitarle que se
hagan las respectivas reservas en el presupuesto del Parlamento para la
provisión de un cargo de Secretario del Grupo que coordino y del resto
del personal correspondiente, de acuerdo con la cantidad de sus integrantes, conforme con lo dispuesto en el Art 39 del Reglamento Interno.
En este sentido, le pido que eleve esta solicitud a la Mesa
Directiva para que resuelva sobre este pedido en la próxima reunión.”
No se entiende que alguien que reniega tanto de lo inservible que es el Parlasur y sus integrantes,
contradictoriamente, esté pidiendo ampliar la burocracia de un ente
abstracto e inútil, cargando aún más gastos innecesarios al Estado,
cuando – como ella dice – “es un escenario de ególatras”.
Expresiones como “Me da vergüenza ajena…” “…quieren es cobrar 14 mil pesos la hora, para hacer lo que hacen: catarsis en el parlamento del Sur” “…. (me avergüenza) que estén pidiendo cobrar un sueldo por una función que no cumple”
y cosas por el estilo, las cuales fueron dichas por Zuvic en el
programa de Lanata el domingo, donde esta mujer reconoce la inutilidad
del parlamento, la baja calidad institucional que tiene, la falta de
objetivos y el refugio de ladrones y perseguidos por la justicia en que
se trasnformó, no le dejan otra salida más que renunciar. De esa manera y solo así, le dará peso a sus palabras y las mismas serán creíbles.
En tanto ella pertenezca al mismo espacio y haga las mismas cosas que
hacen los demás, aunque despotrique pretendiendo diferenciarse, sus palabras suenan a oportunismo político, mientras por otro lado, resguarda su estatus de “diputada”,
aún cuando ello signifique entrar en la política por el lugar más
indigno, como es ser testimonial de una estructura ficticia que recién
funcionará en el 2020, creada para reducto de corruptos, sin actividad
reconocida, por la que cobran un alto salario (aunque aún no se lo paguen, no significa que no lo cobrarán en el futuro),
más viáticos, pasajes y gastos, como si trabajaran en algo importante
para el país, cuando en realidad son parásitos de la república que aún
no saben bien qué hacer con ellos mismos, quienes dicen representarla.
Hay una frase de un filósofo francés que dice, con mucha razón: “No es necesario decir todo lo que se piensa; lo que sí es necesario, es pensar todo lo que se dice”. (Agencia OPI Santa Cruz)