"1984" y "Un mundo feliz": denuncia o programa. Concordancias en la neoilgesia (Repost) - Augusto TorchSon
Nota de
NCSJB: El artículo fue publicado originalmente en Marzo de 2016 pero
consideramos que tal vez ahora a la luz de acontecimientos recientes, pueda
entenderse mejor.
“La eficacia de
la propaganda política y religiosa depende esencialmente de los métodos
empleados, y no de la doctrina en sí. Si el adoctrinamiento está bien
conducido, prácticamente toda la gente puede ser convertida a lo que sea”
Aldoux Huxley
(Octubre de 1949)
Se niega
frecuentemente la posibilidad de que la perversión del mundo actual pueda
responder a un plan perfecta y pacientemente diseñado y ejecutado. Se considera
que tales previsiones nunca hubieron podido llegar a ser tan precisas; sin
embargo y para tratar de demostrar lo contrario, podemos recurrir a las obras
de George Orwell, “1984” de 1949, y “Brave new
world” (Un mundo feliz) de Aldous Huxley de 1932.
Al primero nos
referiremos brevemente ya que fue analizado en el artículo: “El
gobierno mundial anticrístico proféticamente previsto por Orwell”
El caso Huxley en
cambio, es bastante perturbador cuando uno analiza el entorno y las
circunstancias de éste escritor. Huxley era nieto de uno de los promotores de
la teoría evolutiva darwinista, Thomas Henry Huxley; y su hermano Julian
Huxley, fue el primer director del masónico tentáculo de la ONU para la
reingeniería social a través de la educación y la ciencia: UNESCO.
Julian, seguidor de las teorías evolutivas de su abuelo, fue uno de los
principales promotores de la eugenesia. Así por ejemplo, en el “mundo feliz”,
algunos podrían pensar que Aldous escribió en forma de advertencia al relatar
una posible fabricación de bebés como se da en el libro; sin embargo, al ver
una interesante entrevista que le realizaran en 1958 (aquí), esté perverso
personaje denuncia el peligro de que en el futuro se llegue a una dictadura
mundial comunista, que se haría “necesaria” a causa de la superpoblación; y
afirma que la Iglesia Católica, “paradójicamente” con su oposición al control
de natalidad, está llevando al comunismo que dice combatir. Vemos aquí un nexo
que de ninguna manera puede ser casual en lo que hace al pensamiento familiar.
Así el control poblacional propuesto, se entiende en consonancia con la postura
eugenésica malthusiana de su hermano Julian. Y hoy es claro que con las
diferentes técnicas de fertilizaciones artificiales, se busca en definitiva, la
creación de humanos limitada y a medida, tal cual lo previó Huxley en su obra.
Un dato que puede
resultar llamativo en la obra de Huxley es que en la dictadura de los sentidos
de ese mundo distópico, el referente cuasi divino es Henry Ford; y sabiendo de
la influencia del judaico, masónico y globalista clan Rockefeller en la
creación de la ONU, organización a la que tanto sirvieron los Huxleys; no
resulta extraño que se haya pretendido desprestigiar al empresario que escribió
y difundió con todos sus recursos el libro de denuncia de la conspiración judía
mundial “El judío internacional” en 1920.
En el “Mundo feliz” se
realizaban actividades sexuales recreativas y “formativas” en los niños a los
cuales se les enseñaba la obligatoriedad de la promiscuidad como forma de
solidaridad, “todos pertenecen a todos”. Hoy vemos como el
Fondo para las Naciones Unidas financia la “Educación Sexual” en las escuelas
del mundo (nuestro país incluido) pervirtiendo a nuestros niños con la
promoción de la promiscuidad y la ideología de género bajo el eufemismo: “derechos
sexuales de los niños”.
La promiscuidad en este
libro, lleva a los habitantes al constante cambio de parejas sexuales a fin de
no establecer lazos que se consideran primitivos, egoístas y hasta posesivos
con respecto a las personas. Hoy, estos argumentos son habitualmente usados
para justificar desviadas conductas y la psicología moderna suele promoverlas,
como necesarias experiencias para llegar al “punto de equilibrio”; y el negar
la posibilidad de dichas “libertades” es también considerado, primitivo, o al
decir moderno, anticuado. Y se pueden observar a diario en los medios de comunicación
estas conductas y su consecuente influencia práctica en la vida cotidiana.
Uno de los puntos
esenciales de la “felicidad inducida” en ésta obra tiene que ver con el
suministro de una droga que alivia tensiones y proporciona felicidad: el soma.
Hoy no sólo es alarmante el consumo de drogas ilegales, sino que es igualmente
preocupante el consumo de las legales, consumiendo las personas enormes
cantidades de tranquilizantes. Este consumo lleva a la gente a evadir sus
problemas, por lo que los mismos no llegan a solucionarse además de poner a sus
consumidores en un terrible estado de indefensión. Esto es muy útil a quienes
promueven la reingeniería social, ya que al tener a la humanidad evadida
(artificialmente) de realidades incómodas, eliminan cualquier posible intento
de resistencia, con una humanidad debilitada por propia voluntad. En éste
aspecto, para evitar pensar que ésta previsión de Huxley pueda haber tenido
intenciones preventivas, se puede recurrir a su obra “The Doors of Perception”
de 1954, donde relata su experiencia con drogas como la mescalina y el LSD, a
las que consideraba como vehículos para “percibir la realidad en su
verdadera infinitud”. Entonces, la preocupación de Aldous en el “mundo
feliz” era (según un análisis superficial y sesgado) que las drogas sirvieran
para el control estatal de los individuos, y no para lo que él consideraba que
deberían servir; y esto sería, liberar al hombre de todos sus miedos. Así en el
“mundo feliz” las drogas al generar una felicidad inmanente, los conducía a
evitar pensar en una trascendente; mientras que en su apología de estos
alucinógenos, Huxley consideraba que el consumo de las drogas adecuadas, podían
conducir a verdaderas experiencias religiosas, como lo es la percepción del
infinito. La influencia de las obras de Huxley incidió definitivamente en el
consumo masivo de estos alucinógenos en la década del ‘60 hasta el día de hoy.
Cabe señalar que esa religiosidad de Huxley, coincide plenamente con el
panteísmo promovido por la Nueva Era a través de la ONU. Para corroborar la
coordinación de acciones, podemos mencionar que la biblioteca “Lucis Trust”
(originalmente Lucifer Trust) de la teósofa Alice Bailey es promovida por
la ONU (aquí).
Huxley imaginó que una
forma de control mental, se daba en mensajes que los habitantes del “Brave new
world” escuchaban mientras dormían (hipnopedia), lo que hoy perfectamente puede
darse a través de la televisión, llenando a la gente de mensajes subliminales y
supraliminales mientras están adormecidos en su sobreconsumo de este medio
alienante.
Así se puede concluir
sin temor a incurrir en juicios temerarios, que la intencionalidad de la obra
“Un mundo feliz” responde antes que a una denuncia profética, a un programa
cuidadosamente diseñado y hoy aplicado y perfeccionado.
Lo grave es que, hasta
en la neoiglesia vemos la aplicación de dichas técnicas y el excelente
resultado en la estupidización de las masas de neocatólicos absolutamente
ignorante de la responsabilidad y el conocimiento que requieren para llamarse
católicos. Así vemos como Jorge Bergoglio, impulsó el programa de “Red de
Escuelas para el Encuentro: Scholas Ocurrentes” en donde el “obispo de Roma”,
promueve el más absoluto indiferentismo religioso. Así, en perfecta consonancia
con dicho programa, manifestó
en su viaje por Brasil: “Si la educación de un chico se la dan los
católicos, los protestantes, los ortodoxos o los judíos, a mí no me interesa. A
mí me interesa que lo eduquen y que le quiten el hambre”; y en este “educar
y quitar el hambre”, Bergoglio sostuvo que “se ha congratulado por
los resultados de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, especialmente en
términos de educación y disminución de la pobreza extrema”. Objetivos
de Desarrollo del Milenio de la ONU, que, cómo denunciáramos oportunamente (aquí);
promueven la “salud sexual reproductiva”, que es control de
natalidad especialmente a través de métodos abortivos. También incluye este
programa la promoción de la promiscuidad infantil en la ideología de
género.
Podemos mencionar en
cuanto a la propuesta espiritual panteística y sincrética o sin Dios de Huxley,
el paralelo en la de Bergoglio de “evangelizar sin evangelio, y sin
convertir a nadie”. También el ideologizado interés por la ecología, con la no
probada teoría del “calentamiento global”, coinciden con las propuestas del
masónico escritor en algunos aspectos, por ejemplo, recordemos que en su
“eco-encíclica” Bergoglio referencia la panteísta y abortista “Carta de
la Tierra” así como el herético Teilhard de Chardín en igual sentido.
Sumando datos, es dable recordar que para la presentación oficial de la
“Laudato si”, se invitó al ateo y eco-abortista Prof. John Schellnhuber (aquí).
Como frutilla de la torta traemos a colación la torpeza de Bergoglio de acusar
a los que se creen “…que para ser bueno y católico tenemos que ser como
conejos”, donde según señalamos (aquí),
lo grave no consistió tanto en la desafortunada analogía, sino en su comentario
posterior al “explicar” que los técnicos aconsejan que la media sea de 3 hijos
por familia para mantener la población, cerrando con una declamación:“Paternidad
responsable”. Se encomienda entonces el neocatólico
en los “técnicos” a la hora de mesurar esa “paternidad
responsable”. Resulta claro entonces que las políticas
eugenésicas de los Huxley hoy no sólo son promovidas por la ONU, sino que
también tienen su correlato Vaticano en las acciones bergoglianas.
Para completar la
agenda programática del “Brave New World” de Huxley aplicada al ámbito
religioso, cabe recordar el “El
decálogo de Francisco para ser feliz”, donde se sostenía que,
cual soma bergogliano, la “pócima que parece inalcanzable,
pero que Francisco convida”, consiste en: “vive y deja vivir”,
“darse a los demás”, “respetar al que piensa distinto”, “cuidar la naturaleza” y
otras cuestiones igualmente superfluas cuando no ateas, teniendo en cuenta que
provienen de un “pontífice” que propone la felicidad omitiendo a Dios en
perfecta sintonía con la propuesta de Huxley en su “mundo feliz”.
Como acotación final a
la cuestión, resulta curioso que la supuesta paradoja que mencionamos
anteriormente planteada por Aldous en 1958, hoy podría ser planteada pero
en sentido inverso, ya que el Vaticano hace rato que no combate al comunismo
sino que lo festeja, y hoy está de acuerdo con el control de natalidad (aquí)
Adelantándonos al
reproche sobre que nuestras denuncias no sirven porque dicen que según
nosotros, nada puede hacerse, tenemos que decir que este denunciar, este
informar, este estudiar para transmitir el conocimiento implica en sí un hacer,
y de hecho una acción que requiere no poco esfuerzo, y también conlleva riesgo
y consecuencias, a veces presentes, a veces futuras, aunque sean potenciales.
Sin embargo ante el embate de los “optimistas” que nos acusan de “profetas de
desgracia”, la respuesta nos la da el Cardenal Pie al decir: “¿Por qué
prohibimos llorar en esta época? ¿Acaso hemos conquistado el derecho de
presentarnos ante Dios, con presuntuosa confianza y audaz suficiencia, para
reclamar la recompensa debida a los méritos de nuestra generación? Ello
mostraría en nosotros la más espantosa de todas las disposiciones “puesto que
implicaría el olvido de la noción misma del mal, el olvido del pecado, el
olvido del deber, más aún, de la necesidad casi ilimitada de expiación””. El
silencio cómodo y la colaboración con el sistema, no pueden ser usados como
pretexto de actitud prudencial o de única posibilidad.
Y para los que
sostienen que nuestra postura es inmovilista al negarnos a entrar en el sistema
para conseguir “concesiones al mismo” o combatirlo desde dentro, viene nuestra
pregunta ¿qué consiguieron hasta ahora?, porque nosotros también tenemos
derecho a preguntar. El sistema siempre propone dos pasos para avanzar uno, y
así por ejemplo, se propone el aborto desde los 14 años y reducir la edad del
estupro; cuando los “gladiadores católicos dentro del sistema” logran hacer que
sólo se apruebe lo del aborto pero desde los 16, postergando lo del estupro; se
festeja como una gran victoria fundándose en la tesis del mal menor, mientras la revolución sigue
avanzando firmemente, ya que la próxima propuesta no sólo incluirá el estupro
sino el incesto, y sin aprobar el incesto, se terminará por legalizar la
pedofilia. Y así en la neoiglesia nos dicen que no se va a avanzar más de lo
que ya se está haciendo, pero siempre la masonería eclesiástica deja la
posibilidad de “agarrarse” de alguna pequeña posibilidad mal menorista para
justificar que “podría haber sido peor”.
La continua búsqueda
de los males menores en vez del bien y del mejor entre estos, nos está
conduciendo a la degradación vertiginosa de nuestras sociedades.
Entonces, por más que
se nos quiera imponer estar “feliz con la felicidad del mundo”,
preferimos y elegimos sufrir con nuestra Iglesia. Es tiempo de penitencia, de
oración, pero también tiempo de denuncia y mucho más lo es, de tener confianza
en que Dios nos dio las herramientas para enfrentar la situación y confianza en
sus designios para estos tiempos y para nuestra actuación en ellos. Sin
embargo, para quienes sigan aduciendo que nuestra
postura “antientrista”(en el sistema) es pueril y utópica, les
decimos que dudamos que las excusas sean suficientes a la hora de presentarse
ante el Tribunal de Dios.
Augusto
Nacionalismo
Católico San Juan Bautista