Copamiento del regimiento de La Tablada (1989-2019). Treinta años
Fue hace treinta años. Éramos chicos. Teníamos apenas doce años.
Pero lo recordamos como si fuera hoy: un grupo de guerrilleros de izquierda copó el regimiento la localidad de La Tablada. Fueron dos o tres días tremendos.
Hoy,
pocos saben que esto existió. El aparato escolar, más internet y la TV
se han encargado de reeducarnos. Estoy convencido de que, si le
preguntáramos a un simple simple mortal (incluso de mi generación) qué
fue “lo de la Tablada”, responderán que fue “algo de los milicos”, de
“los carapintadas”, un intento de “voltear a Alfonsín”. Poco falta para
que digan que allí estuvo el mismo San Martín…
Sí, porque la gente cree que la historia “es algo viejo”,
que “ya fue”, que “no sirve”; pero el enemigo no opina lo mismo. Por
eso fabrica la historia pues sabiendo que, “quien domina el presente,
domina el pasado y quien domina el pasado, domina el futuro” (Orwell,
1984).
¿Qué fue “lo de La Tablada”?
El copamiento de un grupo de zurdos extremistas (el MTP, “Movimientos
Todos por la Patria”) que, en plena democracia, tomó un cuartel y sembró
el terror matando a mansalva. Allí había de todo: desde un cura
capuchino (el impresentable Antonio Puigjané) hasta extremistas de guante blanco que hoy se pasean por la TV y hasta la juegan de “conservadores”: Alfredo Leuco (mejor dicho, “Alfredo Lewkowicz”, secretario de actas del grupo MTP).
Y hoy están juzgando a los militares que liberaron el cuartel a quienes se les puede decir dos cosas.
– “¡Ustedes no aprenden más!”
O, mejor
– “¡Gracias! La Argentina está encarcelada con ustedes”.
Que no te la cuenten…
P. Javier Olivera Ravasi, P. Javier Olivera Ravasi, SE
PD: vale la pena el libro de Sebastián Miranda, “Los secretos de la Tablada”, de lo más serio sobre el tema.
PD2: también el artículo de ayer de José D’Angelo Rodriguez, aparecido en Infobae.
LAS CARAS DE LA TRAICIÓN
Fuente: Patria y Fe
Están juzgando a quienes defendieron el cuartel de La Tablada
En
un ejército con jefes dignos no se hubiese permitido jamás que la
pandilla marxista dirigida desde Cuba, reciclada en los partidos
políticos, persiguiera, apresara y condenara a quienes salvaron a la
Argentina de ser una república comunista como la misma Cuba o la actual
Venezuela.
El
23 de enero se cumplirán 30 años del ataque criminal al cuartel de La
Tablada dirigido por el mercenario marxista Enrique Haroldo Gorriarán
Merlo y sus seguidores, hombres y mujeres que fueron entrenados en Cuba,
que arremetieron con un camión la entrada del cuartel donde asesinaron a
jóvenes soldados conscriptos, suboficiales, oficiales y policías. Ante
la sospechosa inoperancia del jefe del área y del jefe del Estado Mayor
del Ejército de aquel momento, para recuperar el cuartel, un grupo de
comandos pidió ir a liberarlo, cosa que hicieron aún a costa de la vida
de algunos de ellos.
Ahora,
en estos días, el general Pascualini, jefe del estado mayor de Macri,
no del Ejército de la Nación Argentina, contra todo sentido del honor
militar y de la memoria de aquellos que derramaron su sangre y dieron
sus vidas para recuperar el cuartel, invita a algunos a realizar un acto
conmemorativo en Pigüé, Prov. de Bs. As., a 600 km de La Tablada.
Uno se pregunta: ¿Por qué el acto no se hace en el cuartel de La Tablada? ¿O también en un lugar cercano a él?
La
respuesta es: Porque el general Pascualini teme oir los reclamos de los
familiares de quienes están siendo juzgados por defender el cuartel, y
de los familiares de los militares asesinados allí por la guerrilla.
Temor
– Complicidad – Obsecuencia – Falta absoluta del honor – Constante
sometimiento a los que odian al Ejército y a la Patria – De rodillas
ante Macri –
Asesinados por la guerrilla en La Tablada:
9 militares
2 policías
Carlos Félix Gauna