EL SLOGAN DE MACRI ES: “NOSOTROS O EL CAOS”. MÁS VERAZ SERÍA DECIR "EL CAOS CON NOSOTROS O EL CAOS CON LOS OTROS"
El camaleónico comentarista político Vicente Massot (cuyo sobrino es el jefe de la bancada macrista en Diputados) dice en su último informe (13.2.2019) que el oficialismo macrista está convencido de que será reelecto simplemente porque “…Y, si no nos votan a nosotros, ¿a quien van a votar?” "La idea de “Nosotros o el caos” posee un ascendiente importante sobre una parte —al menos— de los indecisos" –dice Massot que creen los actuales ocupantes (y abusadores) del poder, de manera que no tienen dudas de que tendrán cuatro años adicionales para seguir destruyendo el país y llenándose los bolsillos. Ganarán -creen ellos- simplemente por la desesperación del ciudadano común que ve cómo todo se derrumba a su alrededor pero teme -con razón- que la alternativa de una nueva presidencia de la usurpadora Kirchner es una especie de zambullida en el “madurismo” venezolano.
Esta alternativa siniestra me hace acordar a un cantito de mi infancia que decía: "La naranja se pasea de la sala al comedor: ¡no me mates con cuchillo, mátame con tenedor!" La pobre naranja no tenía la opción de no morir. Sólo le quedaba elegir el instrumento que le daría muerte.
La política argentina, monopolizada por los delincuentes de la "dirigencia" corrupta e inepta, nos pone en la misma situación que esa naranja legendaria. Sólo que ahora sabemos que Macri y su banda no son una opción de vida sino de muerte, con otro sistema y otro ritmo, pero tan mortífera como el kirchnerismo. Con el agravante de que el final es el mismo ya que si Macri sigue destrozando la economía del país y de los particulares como lo está haciendo, es más que probable que le deje a la extrema izquierda "la pelota picando delante del arco", es decir, le sirva en bandeja la oportunidad de encabezar un gobierno tan revolucionario como el del kirchnerismo o peor todavía.
Por lo tanto, el "slogan" en que se basa la campaña política para la reelección de ese arquetipo de la inutilidad y de la indecencia que es Macri, debería ser: "El caos con nosotros o el caos con los otros", pero el caos es inevitable.
¿Cómo hemos llegado a esta situación incurable? Lo he dicho muchas veces en este periódico: porque los argentinos, en especial sus clases cultas, han desertado de sus deberes patrióticos y han permitido que el peronismo y la izquierda dominen toda la política sin intentar organizar una nueva clase política con gente honesta, inteligente, decidida y con buenos principios, peor aún, saboteando todos los intentos que algunos ingenuos hemos hecho para conseguir eso, sobre todo en el 2002 cuando el clamor de todo el pueblo era: "¡Que se vayan todos!"
El caos y la deshonestidad del actual gobierno es un dato imposible de negar, siempre que se tengan dos ojos en la cara y un cerebro para pensar. He publicado en este periódico varios artículos del Licenciado Héctor Giuliano en los que demuestra que el sistema de Macri de endeudar el país más allá de todo límite es el preludio de la quiebra de la economía nacional. (Ver, por ejemplo, el Nro.1584 del 1 de Octubre del año 2018 en wwww.labotellaalmar.com)
También puede verse la opinión del prestigioso economista Agustín Monteverde, del 13/2/2019, que publico en la sección "Correo del Lector" de esta misma fecha, bajo el título "La recuperación que no se ve", a la cual pertenecen las siguientes frases demoledoras:
"• El vicejefe de Gabinete declaró en una conferencia de prensa que “ya hay señales en materia de reactivación” para luego asegurar que el gobierno está conforme y es optimista con la marcha de la economía. • Sin embargo, los primeros indicadores de enero y las mediciones oficiales de diciembre no parecen dejar dudas acerca de la profundización de la contracción de la actividad; algo que hemos venido alertando desde octubre, a contramano de las previsiones del gobierno y la casi totalidad de nuestros colegas. • En el último mes del año la industria se desplomó 14,7 % interanual. • Fue la baja más grande del año. • En el mes previo, noviembre, el derrumbe interanual había trepado a 13,9 % interanual. "
No hace falta ser economista para darse cuenta cada uno, mediante una simple consulta con su bolsillo, que Macri nos ha empobrecido a todos (menos a sus amigos ladrones) y nos seguirá empobreciendo de tal manera que por más loas que le dediquen los panfletos oficialistas como "La Nación" y "Clarín", la realidad se impone con ritmo de marcha fúnebre.
A eso debe sumarle la total incapacidad del macrismo para gobernar el país, o sea, para mantener un orden mínimo que permita trabajar y prever el futuro razonablemente. Ni siquiera pudo ofrecer la paz necesaria para jugar un partido de futbol. Se tuvo que jugar en España. Lo mismo dígase del orden en las calles. Macri no lo puede garantizar como así tampoco en los lugares de trabajo. Ya apareció amenazadoramente el salvaje gremialista de los docentes, con su aspecto de hombre de las cavernas, cuando falta poco para que se inicien las clases, señal de que no se iniciarán porque el macrismo no es capaz de ponerlo en su lugar.
¿Y los secuestrados políticos que mueren tras las rejas contra todo derecho, a pesar de que el prometió "acabar con el curro de los derechos humanos"? Ya han muerto 489 y hay otros cientos a la espera de la muerte. ¿Qué diferencia hay con Cuba y Venezuela ante semejante "record" de homicidios políticos? A eso contribuyó un Poder Judicial compuesto por jueces prevaricadores con enormes sueldos los cuales siguen haciendo daño y prevaricando sin que el macrismo haya ni siquiera intentado removerlos, a pesar de que hasta no hace mucho tuvo mayoría en el Consejo de la Magistratura para hacerlo.
¿Quién puede sentirse seguro ante la arbitrariedad de semejantes jueces y los resentimientos de funcionarios poderosos y resentidos, y la multiplicidad de leyes persecutorias que desangran a la gente con impuestos feroces y la enloquecen con exigencias inventadas por esos tiranos de pacotilla, cargadas de sanciones penales?
Peor aún: es un gobierno inmoral por las costumbres privadas de sus miembros, empezando por el adúltero abortista Macri o sea, que este gobierno es una ofensa a Dios imperdonable de la cual es cómplice la argentina que lo tolera y peor aún, que lo vota.
De manera que otros cuatro años de Macri sólo auguran una destrucción, unas inmoralidad, una inseguridad y un empobrecimiento cada vez mayor.
En cuanto a los otros candidatos, son todos peronistas y todos estuvieron más o menos asociados a los Kirchner, de manera que nada se puede esperar de ellos. Por eso, será "el caos con Macri o el caso con los otros". Y la culpa es nuestra, por cobardes, burros y poco patriotas.
Cosme Beccar Varela
