ERSA, el botín de guerra que hizo explotar a Cambiemos
Se
puede decir que la ruptura de Cambiemos en Córdoba no fue un exabrupto
sino un ERSAbrupto. Dado que ERSA, la empresa multiprovincial de
colectivos y recolección de basura, es parte de la dura disputa entre el
presidente Macri y el rebelde Ramón Mestre, intendente de Córdoba. La
firma es propiedad del empresario correntino Juan Carlos Romero,
sindicado de ser un “testaferro” de Mestre. Concentra más del 70% del
transporte urbano en la ciudad de Córdoba y otras provincias, y la mitad
de la recolección de basura. Solo entre el 2017 y 2018, absorbió
subsidios nacionales por 1.428 millones de pesos en Córdoba. Pero ahora,
con la eliminación de esos subsidios dispuestos por el gobierno de
Macri, acaba de presentarse en concurso de acreedores.
Por Lea Ross | @LeandroRoss 13-3-2019
Cambiemos Córdoba fue un polvorín que
estalló. Hablamos de la misma provincia que en el 2015 le otorgó más del
70% de sus votos al presidente Mauricio Macri, aportando los votos
necesarios para su ajustada victoria en el balotaje. A partir de la
disolución del frente, los dos candidatos radicales para disputar la
gobernación -el jefe de bloque de diputados por el oficialismo Mario
Negri y el intendente de la ciudad de Córdoba Ramón Mestre- irán por
listas separadas. La primera mediante la alianza “Córdoba Cambia”,
conformada con el PRO y la Coalición Cívica con apoyo de la Casa Rosada,
y el segundo mediante la histórica “Lista 3” de la Unión Cívica
Radical.
A la par que Negri y Baldassi anunciaron
el nombre de su flamante alianza, la Unión de los Trabajadores
Automotor de Córdoba (UTA) advirtió de posibles toma de medidas de
fuerza contra la empresa de colectivos ERSA Urbano SA, por la falta de
pago del aporte social a los choferes. Dicha advertencia implica el
riesgo que haya un cese de circulación de bondis en una de las
principales ciudades del país.
Se trata de la misma empresa de
colectivos que, a mediados de febrero, anunció su presentación en
concurso preventivo de acreedores. A los efectos de poder renegociar sus
deudas y evitar la quiebra y su desaparición. Se trata de la compañía
que ha cartelizado el transporte público de pasajeros en la ciudad de
Córdoba, acaparando el 75% de los corredores viales, y cuyo titular es
el correntino Juan Carlos Romero, ex-presidente de la Federación
Argentina de Transportadores por Automotor de Pasajeros (FATAP) señalado
por la oposición de ser un “testaferro” del intendente Mestre.
Empresario Romero, dueño de ERSA
¿La principal causa de este llamado a concurso?
La quita de los millonarios subsidios al transporte por parte del
gobierno nacional destinado a las provincias, dispuesto por el
presidente Macri y su ministro de transporte Guillermo Dietrich, ahora
enfrentado a Mestre. Lo cual ha puesto a ERSA SA en la cornisa
financiera, tras haber embolsado durante los años 2017 y 2018 ¡1.428 millones de pesos! en subsidios por parte de la Nación.
Por eso, la empresa correntina de
colectivos, que también brinda sus servicios en las ciudades de
Resistencia, Buenos Aires, Paraná y Santa Fe, se acaba de retirar de la
ciudad de Santiago del Estero. A la espera de los resultados de la
reestructuración de sus pasivos para no desaparecer.
En lo inmediato, en un contexto social
más que frágil, esta quita de ese chorro de fondos implica una disparada
del precio del boleto en Córdoba, que ya tiene el récord de ser uno de
los más caros del país: 23,7 pesos, contra los 18 pesos que abonan en
una ciudad como Rosario. Este incremento lo llevaría a superar, según
estimaciones, los 40 pesos. Lo cual generaría un inmenso costo político
para el intendente capitalino Mestre, que tras ocho años en dos períodos
de gobierno, ha concretado una más que mediocre gestión.
“Se habló de boletos sin subsidios de 40
pesos. Dijimos que no se alarmara a la población, porque no había
certezas y porque confiábamos en que no iba a haber una quita a cero,
sino que iba a primar la racionalidad. Con boletos altísimos volveríamos
a los sistemas ilegales para el transporte”, dijo el secretario de
Servicios Públicos de la Municipalidad de Córdoba Pablo Farías al diario
La Nación, a fines del año pasado, cuando las internas para gobernador
en Cambiemos comenzaban a calentarse.
Por esa razón, a modo preventivo, en
diciembre pasado, fue noticia los curiosos ploteos de los colectivos de
las líneas ERSA, circulando en la ciudad de Resistencia, provincia de
Chaco, advirtiendo que de no haber subsidios nacionales, el boleto
pasaría a costar de 10,72 de ese entonces a 40 pesos.
Ante esta encrucijada, que podría
deparar en un caos social, en el marco de un año electoral, el 4 de
diciembre pasado, el gobernador peronista Juan Schiaretti, junto al
intendente Mestre, que cultivan una excelente relación y negocios como
el de la recolección de basura que también detenta el empresario Romero,
firmaron un “convenio de adhesión”. Por el cual el gobierno de
la provincia de Córdoba se comprometió a transferir al municipio
cordobés 1.596 millones de pesos para sostener el precio del boleto,
cuyo 75% irá a la empresa ERSA vinculada a Mestre.
“El sentido común indica que no se pueden sacar los subsidios de un día para el otro“,
dijo ese día el gobernador Schiaretti. Quién según todos los analistas,
con la desintegración de Cambiemos en Córdoba, ganaría de taquito las
próxima elecciones para gobernador a desarrollarse el 12 de mayo
próximo. “El precio del boleto urbano en Córdoba habría trepado a 40 pesos de no crearse el fondo para sostener el sistema”, alegó el mandatario peronista, que a su vez es un fiel aliado del presidente Macri.
Este fue uno de los motivos por los que
el precandidato a intendente de Cambiemos Luis Juez, elegido a dedo
desde la Casa Rosada, dijo que “Schiaretti se siente muy cómodo con la fórmula Mestre – De Loredo”
( Rodrigo de Loredo ex-titular del ARSAT) quien es el candidato a
intendente de Córdoba en la lista mestrista. Esto quiere decir que con
la ruptura de Cambiemos, el primer favorecido es el actual gobernador
peronista.
Las finanzas de ERSA
Con un servicio deficiente, cuestionado
por los vecinos de la Docta, y con uno de los boletos más caros del
país, durante los gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner y Mauricio
Macri, ERSA recibió miles de millones de pesos en subsidios del
gobierno nacional. No obstante en febrero pasado, anunció su concurso de
acreedores a los efectos de la reestructuración de su deuda.
Debido, como lo dice su comunicado, a la “devaluación
del peso en más del 100%, un fuerte incremento de las tasas de interés,
el severo aumento de los costos, todo esto sumado a la disminución en
los subsidios y en los ingresos por la menor cantidad de pasajeros
transportados, así como el atraso tarifario del año 2018”. A la par
que sacó de circulación los colectivos en la ciudad de Santiago del
Estero, que representaba el 8% del total de sus operaciones.
Para tener en cuenta de la gravedad del
asunto, según el Banco Central de la República Argentina (BCRA) desde
noviembre del 2018 a febrero pasado, ERSA Urbano SA registró un total de
más de ¡440 cheques! rebotados por falta de fondos en 16 días, por un
monto total que supera los 54,7 millones de pesos. Como se puede ver en
la siguiente imagen, esto sucedió al compás de que el gobierno nacional
anunció la quita de subsidios, y ERSA llamó a concurso de acreedores.
A su vez, el 28 de febrero pasado, el
juzgado civil Nº 9 de Corrientes, a cargo de la jueza Marina Alejandra
Núñez, decretó la apertura del concurso preventivo de ERSA. Y a la par
le prohibió al empresario “Mono” Romero, sindicado como prestanombre de
Mestre, salir del país y lo inhibió de vender sus bienes, o desprenderse
de sus empresas. Hechos que no tuvieron eco alguno en el periodismo
cordobés.
Fallo donde se habilita el concurso preventivo de ERSA. Gentileza: Diario 1588.
“Todo hace suponer que el ‘Mono’
Romero busca ganar tiempo en un juez universal, donde deberán acumularse
todos los juicios que tiene por reclamos laborales y algunos civiles
por operaciones no canceladas con terceros (figuran intimaciones de
ART), con la idea de pagar menores costos. Y rogar que ninguno de ellos,
que según detalla serían 62 acreedores, no le pida la quiebra de sus
sociedades. Algo que difícilmente irá a suceder, porque la mayoría querrá cobrar algo por lo menos.
“No pocos estudios jurídicos
sospechan que Romero armó un escape para dilatar sus pagos en una maraña
judicial que puede llevar un par de años. Mientras no cometa un
concurso fraudulento, solamente dependerá de las habilidades chicaneras
de sus abogados, y de su exultante poder económico con influencia
política con incidencia en el Poder Judicial”, publicó al respecto el portal Diario 1588 de Corrientes.
Los Mestre y los Romero
Según archivos de la prensa correntina, a
mediados de los años noventa, la empresa de Juan Carlos Romero
soportaba un estancamiento financiero en sus balances. Pero tuvo la
suerte que en diciembre de 1993, había asumido a la gobernación de
Corrientes nada menos que su primo: Raúl “Tato” Romero Ferís. Desde
allí, el “Tato” le regaló a ERSA la concesión de la Terminal de Ómnibus
de Corrientes, que le permitió estabilizar sus números, e integrar el
negocio de transporte de pasajeros urbanos e interurbanos que llevaba a
cabo.
Hoy “Tato” Romero, está condenado por la
justicia por distintos casos de corrupción, y está inhabilitado de
ejercer la función pública, aunque recibió un beneficio por parte de la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos, al asegurar que su
detención fue arbitraria, pero sin hacer juicio de valor sobre los
supuestos crímenes que lo involucran.
Por su parte las estrechas relaciones
entre los Mestre y los Romero se remontan al año 1999, bajo el gobierno
del radical Fernando de la Rúa. Quién designó como interventor en la
provincia de Corrientes, a Ramón Mestre padre, que venía de desempeñarse
como intendente y gobernador de la provincia de Córdoba, para que
llevara adelante un polémico “salvataje”, ante la crisis terminal que
soportaba esa provincia litoraleña.
Nota del diario Clarín del 20/12/1999
Mestre padre llevó como colaboradores a
un nutrido contingente de correligionarios cordobeses. Entre ellos,
integrantes del actual gabinete municipal de su hijo. Y también a su
propio heredero, que se instaló con un buffet de abogados. Y como
interventor en la ciudad de Corrientes, al actual ministro de Defensa de
Macri, el “milico” Oscar Aguad.
La gestión de Mestre allí, comenzó con
una durísima represión por parte de Gendarmería contra el piquete que
mantenía cortado el puente interprovincial que une Corrientes con
Resistencia, que acabó con dos muertos y decenas de heridos. Y terminó
con un grave proceso penal contra Mestre y Aguad, por la desaparición de
60 millones de dólares, que terminaron convertidos en 60 millones de
bonos CECACOR que emitió Mestre como interventor, a pesar que su paridad
era muy inferior. Causa de la cual Mestre zafó por su fallecimiento, y
Aguad por prescripción.
El punto de unión de ambos extremos, la
trágica represión en el puente y la causa por defraudación, era la
existencia en Resistencia de una sucursal de la cadena de hipermercados
Libertad, propiedad del cordobés Euclides Bugliotti. Quien pasó a
recibir los CECACOR que los correntinos recibían de manos de Mestre, una
vez despejado el corte del puente. En cuya cajas se habrían confundido
los 60 millones de pesos dólares con los Cecacor, como forma de cebar la
bomba para que Bugliotti recibiera los devaluados CECACOR correntinos.
Mostrando esto como la política dura y los negocios van de la mano con
los Mestre.
Una década después de esa polémica
intervención, en septiembre de 2011, Mestre hijo gracias al subrepticio
apoyo del peronismo, ganó las elecciones a intendente en la Ciudad de
Córdoba. Y tras su asunción en diciembre de ese mismo año,
inmediatamente desembarcó en la ciudad del cuarteto y el fernet el
empresario Romero, proveniente de la provincia del chámame.
Quien sin haber detentado un solo
negocio en la provincia de Córdoba, y menos aún con el municipio
cordobés, se transformó en el contratista privilegiado de Ramoncito
Mestre. Pasando a detentar el 75% de los corredores del transporte
urbano de pasajeros, y el 50% de la recolección de residuos, de la mano
de su filial LUSA.
Para su desembarco en Córdoba, la llave
fue la privatización de TAMSE (Transporte Automotor Municipal Sociedad
del Estado) una empresa estatal de transporte de pasajeros creada por el
ex intendente y actual candidato Luis Juez, enfrentado a Mestre. La que
hasta ese entonces cubría la mitad de los corredores de la ciudad,
sobre todo los menos rentables. Los restantes estaban en manos de dos privadas locales: Ciudad de Córdoba SACIF y Coniferal SACIF.
ERSA obtuvo la licitación para realizar
los recorridos de TAMSE, mediante una UTE con Autobuses Santa Fe SRL.
Propiedad del hermano del actual diputado de Unidad Ciudadana el “Chivo”
Agustín Rossi, que también estaba en la joda de los subsidios.
Ver video: https://www.youtube.com/watch?v=6ylHTccMfW0
Esta promiscua relación entre el
intendente Mestre y su empresario predilecto Romero, quedó en evidencia
en abril de 2014, cuando en el programa de televisión local ADN, el
vice-intendente de ese entonces Marcelo Cossar, reconoció ante las
cámaras que él, el intendente Mestre, su secretario privado, y sus
respectivas esposas, habían viajado el año anterior a la ciudad de
Corrientes en un jet fletado por ERSA, para asistir a la fiesta
aniversario número 50 de ERSA. Siendo los costos de alojamiento y
alimentación, pagados por esa misma empresa.
Ver Mestre y su crecimiento patrimonial a lo bestiaVer Los vuelos internacionales de Ramón Mestre y su “cajero”
“Me subí al avión del aeropuerto
Córdoba, llegué al aeropuerto de Corrientes, pasé una noche (en la
fiesta del proveedor) y volví. Y hay que decir cuál es la firma: es ERSA
Sociedad Anónima, (en celebración de sus) 50 años. Estuve tres años en
la intervención de Corrientes. Conozco Corrientes. Fui con mi mujer, me
registré, firmé, todo a cara limpia”, se defendió Cossar. Quien en
esa intervención se desempeñó como titular del Banco de Corrientes,
entidad clave en la circulación de los 60 millones de pesos dólares que
se convirtieron en bonos CECACOR.
Este sincericidio de Cossar, le acarreó
una denuncia por recepción de dádivas por parte de Luis Juez, actual
candidato a intendente de la capital tras abrirse de Cambiemos. Causa
que como tantas otras fue archivada por el controvertido Fuero
Anticorrupción cordobés, creado por el gobierno peronista que tal como
lo denuncia la oposición, es la garantía de la impunidad para el poder
político bipartidista en Córdoba.
El propio Luis Juez, en declaraciones de ese entonces con un integrante de Striptease del Poder,
comentó con grabador encendido que ese vuelo fue comparable con los
beneficios que recibió el ex funcionario kirchnerista condenado por
corrupción, Ricardo Jaime, por parte de las empresas de transporte,
entre ellos la de los hermanos Cirigliano, principales involucrados de
la Tragedia de Once:
“La Corte Suprema de Justicia acaba
de ratificar la tipificación de la figura de la dádiva a partir de la
causa Jaime – Cirigliano. Con lo cual si vos cambias los nombres de esa
causa, es exactamente igual a lo que pasó con ERSA y Mestre acá en
Córdoba”. Además denunció que “ERSA, y gran parte del desarrollismo inmobiliario de Córdoba, son los que sostuvieron la campaña de Mestre intendente”.
La cartelización de ERSA
Luego del sincericidio de Cossar, el
presidente de la empresa Ciudad de Córdoba SACIF, Marcelo Llabot,
histórica empresa de Córdoba también vinculada al mestrismo, acusó a la
municipalidad cordobesa de autorizar a ERSA a cubrir algunas zonas que
eran, por contrato, exclusividad de su empresa, como las avenidas
Ricchieri y Colón, que tienen un alto caudal de pasajeros.
“Esto ha generado preocupación en el
personal y en la empresa porque está concretamente disminuyendo los
ingresos. Por efecto del nuevo sistema hemos perdido cerca de 20 mil
pasajeros diarios y cuando estas líneas ocuparon corredores de
exclusividad de Ciudad de Córdoba, perdimos 10 mil pasajeros más por día“, señaló el empresario en comunicación con Radio Universidad.
Cuatro meses después de esas
declaraciones, en agosto de 2014, Ciudad de Córdoba SACIF perdió su
concesión de transporte en Córdoba capital, y sus recorridos fueron
absorbidos por las otras tres empresas: ERSA (líneas 20) su socia
Autobuses Santa Fe (línea 70) y Coniferal con los dos corredores
barriales.
Al año siguiente, en marzo de 2015, el
Gobierno de la Provincia de Córdoba, a cargo de José Manuel de la Sota,
declaró la caducidad de Ciudad de Córdoba para seguir prestando los
servicios de transporte interurbano de pasajeros, que realizaba en las
zonas de Punilla, Sierras Chicas y Traslasierra.
Y tras cartón, ERSA tomó inmediatamente
sus recorridos, de manera provisoria, haciendo su debut en este tipo de
recorridos fuera de la capital cordobesa. Y luego en la apertura de
sobres para la licitación, la empresa de Romero, el empresario
predilecto de Mestre, se quedó de manera definitiva con esas rutas, al
ser la única firma que presentó una oferta.
Dos años después, en octubre de 2016
bajo el gobierno de Mauricio Macri, la empresa Autobuses Santa Fe
-perteneciente a Alejandro Rossi, el hermano del “Chivo”, y socio de
Romero- anunció la escisión de sus filiales en distintas ciudades, en
particular la de Córdoba. Y seguidamente, bajo un nuevo nombre:
Autobuses Córdoba SRL (AUCOR) firmó un “convenio de colaboración”
con ERSA, para que la empresa correntina se hiciera cargo de distintas
funciones operativas como mantenimiento, gestión del taller, operación
del tráfico, etc.
De esta manera, mediante una absorción
“encubierta” que era enteramente irregular, dado que los pliegos de
licitación elaborados por el propio Mestre prohíben a que una misma
empresa controle la mitad de los corredores, ERSA siguió engordando y
haciendo crecer su facturación.
Y finalmente en octubre de 2016, la
Municipalidad decidió quitarle la línea de colectivos 70 a Autobuses
Santa Fe, que anteriormente eran de Ciudad de Córdoba, para
transferirlos a su empresa favorita: ERSA, propiedad del amigo y paga
fiestas de lujo de Mestre, Juan Carlos Romero, que siguió absorbiendo
líneas y subsidios.
Todas estas irregulares relaciones entre
contratante y contratistas, salieron a la luz un años después, durante
el 2017, cuando la ciudad de Córdoba se convirtió en un hervidero
callejero, a partir de un prolongado paro de chóferes y delegados del
sindicato local de la Unión de Tranviarios Automotor (UTA) que terminó
con 182 choferes despidos.
En ese entonces, uno de los delegados de la UTA, Marcelo Marín, cuestionó ante StripteasedelPoder respecto el destino de los millonarios subsidios que reciben las empresas por parte de Nación, entre estas ERSA: “Esa
plata es del fondo de mejora del transporte y no hay ninguna mejora.
Tenemos coches viejos, que se están rompiendo y por eso no hay
frecuencia. Tampoco hay rampas para sillas de rueda”, acusó el delgado Marín quien luego fue despedido.
“Se dice que Mestre es dueño de
empresas de transporte y la que más se nombra es a ERSA, la más grande y
que él la trajo. Encima ERSA y AUCOR son la misma empresa, según los
dichos del gerente (de Aucor) Roberto López. Nos lo dijo a los
delegados. Según el ministro de Trabajo (de la provincia de Córdoba) Omar Sereno, Mestre es dueño de estas empresas, de Ersa en particular. Todos escucharon ese ‘wasap’ que circuló” añadió.
En ese audio de ‘wasap’ que menciona
Marín, y que este portal publicó, el ministro de trabajo provincial Omar
Sereno afirmó que “el transporte público es un servicio público que, como corresponde a todo servicio público en manos de privados, es un servicio de mafias asociadas en el negocio con la mafia del Estado”.
Sin embargo nada cambió. Luego de
despedir a casi 200 choferes de colectivos, entre ellos muchas mujeres,
el chorro de los subsidios siguió su cauce a favor de ERSA. Quien en el
2018, como un pulpo se quedó con las históricas líneas que detentaban
empresas cordobesas.
Los millonario subsidios deglutidos por ERSA
Según los registros de la Secretaría de
Modernización de la Nación, entre enero del año 2017 hasta julio de
2018, que es la última fecha registrada, ERSA Urbano SA, bajo el número
de CUIT de 30-70778883-2, recibió para los recorridos de Córdoba capital
un total de… ¡1.046 millones de pesos! en subsidios nacionales. Todo
para mantener supuestamente bajo el precio del boleto, y ayudar al pago
del combustibles.
Por otra parte AUCOR, operada por ERSA,
también recibió en el mismo periodo la nada despreciable suma de $
424.977.378,11 en subsidios. O sea en total, ERSA, que brinda un
servicio paupérrimo, y dice no poder pagarle a sus deudores, deglutió
en un año la impresionantes cifra de 1.428 millones
Hay que tener presente que desde la
Nación el transporte de la ciudad de Córdoba recibió un total de
2.055.308.505,31 de pesos en ese mismo periodo. Con lo cual, ERSA se
quedó con la mitad de esos fondos. Y si sumamos a AUCOR, estaríamos
hablando del 70% de los mismos. Proporcional con las dos terceras partes
que acaparó ERSA en los corredores.
En abril de 2016, antes de esos
cómputos, Guillermo Dietrich, había beneficiado a los empresarios del
transporte público de pasajeros, mediante el anuncio de un incremento
del 37% en la inyección de subsidios para los transportistas del
interior del país, con la intención de solventar la mitad de los costos
de los vehículos, paliar incrementos salariales, y ayudar con el pago
del combustible. Lo que se logró mediante el lobby de Juan Carlos
Romero, el empresario favorito de Mestre, desde su puesto como
presidente de la Federación Argentina de Transportadores por Automotor
de Pasajeros (FATAP).
Reunión con intendentes en 2016 para el aumento de subsidios del 37%. Ph: Casa Rosada.
Según señala un cable de la Agencia
Télam, esta política de subsidios estaba destinada a que no aumentara el
precio del boleto, en particular en las ciudades que padecen los
boletos más caros, como es el caso de Córdoba: “En base a esta decisión, el valor del boleto mínimo de colectivo en las ciudades de Río Gallegos y Córdoba capital -en los que se pagan las tarifas más altas del país, se deberían mantener en 14 y 9,10 pesos respectivamente por viaje”.
Lo curioso es que seis meses después, el
30 de noviembre del 2016, la promesa trasmitida a través de la agencia
de noticias del Estado Nacional no se cumplió. Ya que el Concejo
Deliberante de la ciudad de Córdoba aprobó el aumento del boleto, que
pasó de los 9,15 pesos a 12,55 pesos. Como si fuera un chiste de pésimo
gusto, ese incremento rondó en el 37%, el mismo incremento que se le dio
a las empresas concesionarias que manejan los colectivos de Córdoba, en
especial a ERSA. ¿En qué se utilizaron entonces los subsidios
entregados por Dietrich?
La crisis en Cambiemos
Estas sucesivas irregularidades en torno
a la ERSA de Romero, donde se mueven miles de millones de pesos por
años casi a discreción, a cambio de un pobre servicio de transporte cuya
principal víctima es el usuario, sería el trasfondo de la pelea
política entre las dos MM: Macri y Mestre. Que ya venía de antes, cuando
en las elecciones del 2017 Macri dejó a Diego, el hermano de Ramoncito
fuera de los lugares expectables en la lista de candidatos a diputados
nacionales, impidiéndole además digitar la misma.
Ver Con el ex árbitro Baldassi, Macri le sacó la roja a los Mestre en Córdoba
Con las recientes medidas económicas
adoptadas por el presidente Macri, con la eliminación de los subsidios
por exigencia del FMI, Mestre vio tambalear el negocio de su fiel amigo
Juan Carlos Romero en su propia ciudad. A la par de que Macri trataba de
excluirlo de la candidatura a gobernador, sin poder repetir un nuevo
mandato como intendente de la ciudad. Arrinconado de esa doble manera,
el cordobés decidió declararle la guerra a Macri, haciendo implosionar a
Cambiemos en la provincia de Córdoba, que fue el nido ecológico del
macrismo, a costa de disminuir sus chances de llegar a gobernador.
Entre denuncias cruzadas, mezclado por
especulaciones electorales, la destrucción del bloque cordobés de
Cambiemos, puede generar una reacción en cadena. Ya que esto abre la
oportunidad de un nuevo triunfo del oficialismo cordobés –Unión Por
Córdoba- y afecta la perpetuidad de la alianza nacional de Cambiemos de
cara a las elecciones presidenciales, al ser la provincia mediterránea
la que le otorgó al actual presidente el 70% de su apoyo-.