2.13. C-FAM denuncia estrategia mundial para legalizar el aborto
El Friday Fax [boletín electrónico de C-FAM] ha conseguido un cierto
número de mensajes internos del Centro de Derechos Reproductivos (CRR,
por sus siglas en inglés), que presentan la estrategia de esta
organización para los próximos años, sobre cómo establecer leyes de
"derechos reproductivos" que sean vinculantes y capaces de ser puestas
en vigor a nivel internacional. Lo más notorio de estas leyes, que el
CRR se propone establecer, es el "derecho" de mujeres y adolescentes a
practicarse el aborto a petición con el financiamiento del Estado. Los
mensajes fueron escritos para resumir las conclusiones de una serie de
reuniones de planificación de estrategias que sostuvo el CRR a finales
de octubre del 2003. Los mensajes explican en detalle cómo el CRR, junto
con sus muchos aliados abortistas a través del mundo, planea extender
las leyes internacionales bastante más allá de su actual ámbito e
imponerlas en todo el mundo, aún a las naciones que no aprueban
explícitamente estos cambios.
Los mensajes parecen confirmar los
temores que desde hace mucho tiempo tienen algunos expertos en leyes
internacionales. Estos expertos temen que las negociaciones
internacionales en torno a las leyes sobre los derechos humanos ya no
son llevadas a cabo de buena fe, sino que más bien ponen en peligro la
soberanía nacional de no pocos países.
En los mensajes, el CRR declara repetidas veces que su "objetivo es el de asegurarse que los gobiernos de todo el mundo garanticen los derechos reproductivos, como resultado de caer en la cuenta de que están obligados a hacerlo". Estos "derechos" incluirían el tener el acceso más amplio posible al aborto, y el establecimiento del aborto como un "derecho humano" internacionalmente reconocido como tal.
Pero hay más. El CRR no se limita al aborto. También habla de la "necesidad" que tiene la comunidad internacional de reconocer "la naturaleza inalienable" de lo que llama "derechos sexuales". Estos "derechos" requerirán a su vez nuevas leyes que "explícitamente traten el asunto de la subordinación legal y social que las mujeres enfrentan en sus familias, matrimonios, comunidades y sociedades".
Estos "derechos", según el CRR, también requerirán el establecimiento de "la autonomía reproductiva" para las niñas. El CRR describe dicha "autonomía" como el acceso a todos "los "servicios y las informaciones reproductivas", incluyendo el aborto sin el consentimiento de sus padres y aún sin que éstos sean notificados.
El CRR espera poder lograr estos objetivos por medio de una estrategia multifacética.
Primero, el CRR trabajará en una ampliación radical de las interpretaciones de los derechos internacionales que ya han sido aceptados. A las implementaciones jurídicas de estos "derechos", el CRR las llama "normas duras". El CRR se ha empeñado en dichas interpretaciones radicales, para que estas normas duras se conviertan en vehículos de su agenda de "derechos reproductivos". Ello significa que el CRR dice que han encontrado o "fundado" un "derecho" al aborto en el derecho a la vida, en el derecho a la salud y aún en el derecho a disfrutar del "progreso científico". El CRR favorece esta manera de abordar el asunto, porque, según esta organización, "nuestra labor [la del CRR] goza de una cierta cualidad furtiva: estamos logrando un creciente reconocimiento de valores, sin una enorme cantidad de escrutinio por parte de la oposición [es decir, del movimiento provida]".
Segundo, el CRR tiene la esperanza de poder crear nuevas leyes internacionales consuetudinarias (son las que el CRR llama "normas suaves"), que explícitamente mencionan la autonomía abortista y sexual. Según el CRR, si estas normas se repiten lo suficiente, entonces se pueden convertir en normas duras y, por consiguiente, en vinculantes para las naciones. Las normas suaves se repiten y se acumulan en una serie de contextos internacionales y regionales, que incluyen el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y los comités de acatamiento de la ONU.
Finalmente, el CRR tiene la intención de buscar un medio para imponerle estas nuevas leyes internacionales a las naciones "recalcitrantes". En este sentido el CRR "apoyará los esfuerzos encaminados a fortalecer los mecanismos de implementación que ya existen, por ejemplo, la campaña para el establecimiento de la Corte Criminal Internacional (ICC, por sus siglas en inglés) y el Protocolo Opcional para la Convención sobre la Eliminación de Toda Forma de Discriminación Contra la Mujer" (CEDAW, por sus siglas en inglés).
Traducción al castellano del primero de una serie de varios artículos de C-FAM sobre el Centro de Derechos Reproductivos, organización abortista con sede en Nueva York, de la cual VHI también ha publicado información que se encuentra disponible en:http://www.vidahumana.org/news/24SEPT03.html.
C-FAM son las siglas en inglés del Catholic Family and Human Rights Institute ("Instituto Católico para la Familia y los Derechos Humanos"). Esta prestigiosa entidad, ubicada cerca de la ONU en Nueva York, se dedica a vigilar las actividades de esa organización internacional, así como a informar acerca de las mismas, sobre todo en lo que concierne a la vida y la familia. C-FAM publica un magnífico boletín electrónico (en inglés), que se llama "Friday Fax", preparado por el Vice-Presidente de esta institución, el Sr. Douglas Sylva.. Portal: http://www.c-fam.org .
En los mensajes, el CRR declara repetidas veces que su "objetivo es el de asegurarse que los gobiernos de todo el mundo garanticen los derechos reproductivos, como resultado de caer en la cuenta de que están obligados a hacerlo". Estos "derechos" incluirían el tener el acceso más amplio posible al aborto, y el establecimiento del aborto como un "derecho humano" internacionalmente reconocido como tal.
Pero hay más. El CRR no se limita al aborto. También habla de la "necesidad" que tiene la comunidad internacional de reconocer "la naturaleza inalienable" de lo que llama "derechos sexuales". Estos "derechos" requerirán a su vez nuevas leyes que "explícitamente traten el asunto de la subordinación legal y social que las mujeres enfrentan en sus familias, matrimonios, comunidades y sociedades".
Estos "derechos", según el CRR, también requerirán el establecimiento de "la autonomía reproductiva" para las niñas. El CRR describe dicha "autonomía" como el acceso a todos "los "servicios y las informaciones reproductivas", incluyendo el aborto sin el consentimiento de sus padres y aún sin que éstos sean notificados.
El CRR espera poder lograr estos objetivos por medio de una estrategia multifacética.
Primero, el CRR trabajará en una ampliación radical de las interpretaciones de los derechos internacionales que ya han sido aceptados. A las implementaciones jurídicas de estos "derechos", el CRR las llama "normas duras". El CRR se ha empeñado en dichas interpretaciones radicales, para que estas normas duras se conviertan en vehículos de su agenda de "derechos reproductivos". Ello significa que el CRR dice que han encontrado o "fundado" un "derecho" al aborto en el derecho a la vida, en el derecho a la salud y aún en el derecho a disfrutar del "progreso científico". El CRR favorece esta manera de abordar el asunto, porque, según esta organización, "nuestra labor [la del CRR] goza de una cierta cualidad furtiva: estamos logrando un creciente reconocimiento de valores, sin una enorme cantidad de escrutinio por parte de la oposición [es decir, del movimiento provida]".
Segundo, el CRR tiene la esperanza de poder crear nuevas leyes internacionales consuetudinarias (son las que el CRR llama "normas suaves"), que explícitamente mencionan la autonomía abortista y sexual. Según el CRR, si estas normas se repiten lo suficiente, entonces se pueden convertir en normas duras y, por consiguiente, en vinculantes para las naciones. Las normas suaves se repiten y se acumulan en una serie de contextos internacionales y regionales, que incluyen el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y los comités de acatamiento de la ONU.
Finalmente, el CRR tiene la intención de buscar un medio para imponerle estas nuevas leyes internacionales a las naciones "recalcitrantes". En este sentido el CRR "apoyará los esfuerzos encaminados a fortalecer los mecanismos de implementación que ya existen, por ejemplo, la campaña para el establecimiento de la Corte Criminal Internacional (ICC, por sus siglas en inglés) y el Protocolo Opcional para la Convención sobre la Eliminación de Toda Forma de Discriminación Contra la Mujer" (CEDAW, por sus siglas en inglés).
Traducción al castellano del primero de una serie de varios artículos de C-FAM sobre el Centro de Derechos Reproductivos, organización abortista con sede en Nueva York, de la cual VHI también ha publicado información que se encuentra disponible en:http://www.vidahumana.org/news/24SEPT03.html.
C-FAM son las siglas en inglés del Catholic Family and Human Rights Institute ("Instituto Católico para la Familia y los Derechos Humanos"). Esta prestigiosa entidad, ubicada cerca de la ONU en Nueva York, se dedica a vigilar las actividades de esa organización internacional, así como a informar acerca de las mismas, sobre todo en lo que concierne a la vida y la familia. C-FAM publica un magnífico boletín electrónico (en inglés), que se llama "Friday Fax", preparado por el Vice-Presidente de esta institución, el Sr. Douglas Sylva.. Portal: http://www.c-fam.org .