3.20. El plan de las feministas para la Iglesia Católica
Para comprender mejor el feminismo en la Iglesia y su evolución como
una religión, nos convendría estudiarlo primero considerándolo como una
rama del árbol feminista compleeto que comparte con él las mismas raíces
y tronco; es decir, que tiene los mismos presupuestos básicos, metas y
filosofía de la otra rama del feminismo: el feminismo secular.
"¡Igualdad!"
es el grito de guerra del feminismo secular, que se ha estado
organizando continuamente desde el siglo XIX. Al principio, este
movimiento buscó y obtuvo reformas que eran realmente necesarias en
favor de las mujeres, especialmente en el campo de los derechos civiles.
Pero pasado un período de calma, después de la segunda guerra mundial,
el movimiento resurgió, convirtiéndose en una verdadera revuelta contra
la naturaleza femenina misma.
Esto se ha debido en gran parte al
estimulante libro The Feminine Mystique ("La mística femenina") de la
psicóloga Betty Friedan, en el que declara que las mujeres han sido
engañadas y se les ha lavado el cerebro para que consideren el"papel de
su sexo" de esposa y madre como la única meta deseable. Fue en este
libro que el término "ama de casa" se convirtió en algo despectivo con
respecto a las mujeres que dedican todo su tiempo a los deberes de madre
y esposa. Es interesante anotar que en el pensamiento de la Friedan
influyó Abraham Maslow,1 uno de los primeros directores de los
movimientos de potencialidad humana y de la Nueva Era, quecree que los
individuos se convertirón en dioses y serán independientes de la
autoridad de los gobiernos y de las jerarquías religiosas tradicionales.
The
Feminine Mystique les enseñó a las mujeres que la vida les ofrecía más
que un marido, niños y un hogar.2 La Friedan proponía una revolución
social cuando dijo: "necesitamos una reforma drástica de la imagen de la
feminidad que permita a las mujeres alcanzar madurez, identidad y el
ser completas en sí mismas, sin el conflicto de la satisfacción
sexual."3 Esta reforma supuestamente era necesaria porque la cultura
existente no permitía a las mujeres "satisfacer su necesidad básica de
crecer y desarrollar sus potencialidades como seres humanos, necesidad
que no está definida solamente por su papel sexual."
Betty Friedan
fue signataria del Manifiesto Humanista II, cuyo preámbulo declara que
nuestra "última meta debe ser la realización del potencial de
crecimiento de cada personalidad humana", libre de "las reglas morales
tradicionales" y de una fe "pasada de moda" en "un Dios que oye
oraciones."5 La lectura cuidadosa de este documento revela que las
demandas de la Friedan son puro Humanismo (cuyos principios han vuelto a
circular como el Movimiento de la Nueva Era.)6 Así, el Humanismo
Secular alimentó el movimiento de la liberación de la mujer cuando las
mujeres educadas comenzaron a mirar fuera del hogar para realizarse. El
matrimonio ya no era una vocación a la que una se entregaba
desinteresadamente (como sucede con cualquier otra vocación); ser esposa
y madre se consideraban solamente como "papeles" en el drama de la
vida, y el concepto cristiano de la femineidad fue desechado.
Las mujeres atacan a otras mujeres
En
cambio, el ideal comunista de la femineidad obtuvo preferencia cuando
la Friedan citó la "inquieta" observación del experto más famoso del
mundo en la crianza de niños, el Dr. Benjamin Spock, en el sentido de
que "los niños rusos, cuyas madres tienen alguna meta en sus vidas fuera
de la maternidad y trabajan en la medicina, la ciencia, la educación,
la industria, el gobierno, el arte, parecían por alguna razón más
estables, equilibrados y maduros que los niños americanos, cuyas madres
que permanecían en casa, no hacían nada fuera de preocuparse por
ellos."7 Tanto el Dr. Spock como Betty Friedan se preguntaban si "las
mujeres rusas eran por alguna razón mejores porque tenían un propósito
serio en sus vidas".8
La Friedan trabajó mucho para promover la idea
de que las madres que trabajan son mejores madres que las que se dedican
totalmente a sus deberes maternos. Ella presentó estudios que
demostraban que los niños de las mujeres que trabajan eran más
equilibrados emocionalmente que los de las amas de casa, y que las
madres que trabajan tenían una mayor tendencia a sentirse "encantadas"
de estar embarazadas y menos dispuestas a sufrir un conflicto sobre su
"papel de madre" que las amas de casa.9 En otras palabras, bajo la
influencia del Humanismo marxista (una rama del Humanismo, reconocida
por el Manifiesto Humanista10), mujeres como la Friedan comenzaron a
atacar otras mujeres (las esposas y madres tradicionales); éste es un
aspecto del feminismo que la generación de la Friedan pasó por alto y
que la generación actual ni siquiera parece conocer.
La Friedan, que
tenía amigos en la organización Planned Parenthood (Paternidad
Planificada)11, , también se preocupaba porque "para el final de la
década de 1950, la proporción de nacimientos en los EE.UU. estaba
excediendo la proporción de la India."12 Los matrimonios más temprano y
las familias más grandes,formadas por amas de casa, realmente la
desconcertaron13, y por eso fundó la Organización Nacional de Mujeres,
que hoy día dirige la lucha en favor del aborto, los derechos de las
lesbianas y los esfuerzos para sacar a las mujeres del hogar e
incorporarlas a las fuerzas laborales.14 El movimiento feminista secular
se convirtió en algo dedicado totalmente a la "libertad de escoger" (el
lema familiar de Planned Parenthood, aparentemente tomado del artículo 5
del Manifiesto Humanista II15). ¿Matrimonio, carrera, niños? Nada es
tan fundamental para la libertad de la mujer como el derecho a "escoger"
el aborto.16
Previendo la resistencia de la ortodoxia religiosa
(especialmente el catolicismo y el judaísmo) a sus ideas humanistas, la
Friedan tomó la ofensiva. La mujer -declaró- "debe enfrentarse a los
"prejuicios (y) al temor erróneo, al ministro, sacerdote o rabino..." "
"La imagen del ama de casa... está entronizada en los cánones de su
religión y en las definiciones dogmáticas de la Iglesia con respecto al
matrimonio y la maternidad." La Friedan hasta logró sugerir que la
ortodoxia religiosa estaba rebajándose, usando "la técnica manipuladora
de la psicoterapia" para asegurar la resistencia a la liberación de la
mujer.17
Explícitamente la Iglesia Católica fue considerada por las
feministas como el principal baluarte de resistencia a la nueva
mentalidad femenina, destructora de la familia; por lo tanto, la Iglesia
tenía que ser destruida. Pero el feminismo secular se encontró con que
era difícil hacer esto desde afuera, Por eso, a comienzos de la década
de 1970, surgió otra rama del feminismo que, como el feminismo secular,
había tenido un comienzo tentativo en el siglo XIX. Al llamarse de
varias maneras -feminismo espiritual, religioso o cristiano- esta rama
se convirtió en el instrumento para llevar a cabo la reforma feminista
secular de la Iglesia, destruyendo su ortodoxia desde adentro.
Hasta
el 1985, estuve conciente de que el movimiento feminista se estaba
haciendo sentir en la Iglesia Católica, a través de las exigencias en
favor del sacerdocio para la mujer, las monaguillas, etc. Pero en 1985,
una serie de ensayos titulados: "Las mujeres en la iglesia", fueron
publicados por la Conferencia de Obispos Católicos del Canadá.18 Se
publicaron para distribuirlos a mujeres en las parroquias a través del
Canadá, con el propósito de hacerlas cuestionar su papel en la iglesia.
Cuando me preguntaron si podía dar mi opinión sobre esa serie que estaba
causando mucha división, consideré necesario estudiar su bibliografía,
pues los ensayos estaban tan abreviados que era necesario estudiar las
fuentes, para así determinar la filosofía que había detrás de cada
sección.
Dicha bibliografía, compuesta casi únicamente de obras de
religiosas feministas, lo lanza a uno al centro del pensamiento
feminista en la iglesia. Pronto se me hizo obvio que este movimiento que
es muy poderoso, tiene ramificaciones verdaderamente alarmantes. En
libro tras libro, los avanzados grados académicos de las autoras daban
credibilidad a distorsiones de la verdad presentándolas como nuevos
conocimientos, una alteración de los hechos para apoyar sus teorías, que
un verdadero científico no haría, sino a riesgo de perder toda
credibilidad. También vi claro que el feminismo religioso estaba
influyendo en las religiosas, los sacerdotes y los obispos en tal grado,
que éstos estaban tratando (posiblemente sin darse cuenta), de
presentar esta filosofía a los laicos. (Como por ejemplo a través de la
serie ya mencionada.
El objetivo de este ensayo es presentar un
resumen del plan feminista en la Iglesia, un plan que a menudo está
oculto pero que ahora está en su pleno apogeo. Las citas son ejemplos
representativos -no extremos- de la vasta literatura religiosa de las
feministas. Hay dos grandes ramas en el feminismo. La primera es el
feminismo secular, cuyas principales líderes son personas como Betty
Friedan, Germaine Greer y Simone de Beavuoir. Luego, desde los inicios
de los años setenta, las feministas lograron introducirse en las
escuelas de teología, seminarios y conventos para luchar por la
igualdad, dando origen a la segunda rama conocida como el feminismo
espiritual, religioso o cristiano. El feminismo secular se ocupa más que
nada de la forma en que se trata a las mujeres en el mundo. Sin
embargo, dado que el feminismo religioso está poblado por monjas,
ex-monjas, teólogas e historiadoras, se preocupa mucho de las prácticas
religiosas y del trato que se les da a las mujeres en la Iglesia. Este
grupo de mujeres es el que nos preocupa, puesto que bajo el pretexto de
la justicia social han rechazado a Dios y parece que han querido tomar
su lugar, tratando de crear una nueva Iglesia y una sociedad según su
propia imagen y semejanza.20
El feminismo espiritual es solo la cúpula del "iceberg"
Este
feminismo se puede comparar con un témpano de hielo que trata de hundir
la barca de Pedro. La parte de arriba, que representa las exigencias de
las mujeres con respecto al ministerio sacerdotal, es visible y
evitable. La verdadera amenaza proviene de la parte más grande del
témpano, que está sumergida y que representa la filosofía de este
feminismo religioso. Esta conlleva un grave peligro para las almas, por
lo que debemos hacernos conscientes de él para evitarlo. De acuerdo con
feministas católicas como Rosemary Ruether (quien firmó en 1984 un
anuncio a favor del aborto en el New York Times)21 y Eleanor McLaughlin,
este movimiento comenzó en el siglo pasado. En su libro Women of Spirit
(Mujeres de Espíritu),22 afirman que el ideal "ya sea masculino o
femenino" del Nuevo Testamento, dejó de ser visto por las feministas del
siglo XIX como algo más allá de la naturaleza (esto es, refiriéndose a
la unidad espiritual de aquellos que viven en la fe, como enseña la
Iglesia);23 y "se ha convertido en un ideal de reforma social". El
liberalismo del siglo XIX consideraba al paraíso como "la meta de ... la
evolución y la mejora de las injustas condiciones sociales" y lo
situaba en la tierra, no en el cielo. Fue la teología liberal del siglo
XIX la que "trasladó el concepto de igualdad espiritual del
Cristianismo, a una demanda a favor de la reforma institucional, que
incluyera...la ordenación de mujeres al sacerdocio".
Así es que hoy
escuchamos que la Iglesia debe moverse hacia adelante,24 hacia una
"Nueva Humanidad"25 o "hacia la nueva visión de la comunidad
cristiana".26 Pero ¿dónde dijo Cristo que su religión llevaría a una
utopía terrenal? Lo que dijo fue que su reino no es de este mundo, que
su mensaje iba a causar división y que sus seguidores serían
perseguidos.27 Más aún, la Iglesia enseña que la Revelación ocurrió una
sola vez,28 y que el cristianismo no es un proceso de evolución o de
descubrimiento de nuevas verdades.29 Cuando rehusaron ordenarlas al
sacerdocio, las feministas religiosas de nuestros días se enojaron
tanto, que comenzaron a lanzar epítetos. A la Iglesia la llamaron
"patriarcal", tal vez reflejando la idea de Ruether que dice que la
jerarquía consiste en "ancianos y célibes italianos" que no pueden
entender los asuntos de las mujeres.30 También llamaron a la iglesia
"sexista", otro improperio feminista. En 1979, dos religiosas feministas
muy influyentes: Carol Christ y Judith Plaskow, en su libro,
Womenspirit Rising (Surgimiento del espíritu femenino), declararon que
"el patriarcado es un monstruo de muchas cabezas y por tanto debe ser
atacado con todas las estrategias a nuestro alcance."31 Con esta
declaración de guerra pensada, el feminismo espiritual se autoproclamó
enemigo de la Iglesia católica y de cualquier religión cristiana o judía
que no admita a las mujeres a posiciones de poder.
La primera línea
de ataque fue declarar que las mujeres estaban siendo oprimidas por la
Iglesia.32 Necesitaban ser "liberadas" del patriarcado y así la teología
feminista surgió como una "sobrina" de la teología de la liberación,33
que incluía el llamado Marxista a la revolución para alcanzar la reforma
social en la Iglesia.34 Esta liberación incluye no sólo el alcanzar
poder en la Iglesia, sino una liberación total en asuntos de moral, y un
control autónomo sobre el propio cuerpo, con respecto a la
anticoncepción, el aborto, el lesbianismo y así sucesivamente.35 Otra
líder del movimiento feminista espiritual, Elisabeth Schüssler Fiorenza,
en su libro "In Memory of Her" (En memoria de ella), afirmó que "en el
corazón de la búsqueda feminista espiritual está la búsqueda del poder,
la libertad y la independencia para la mujer."36
La palabra de Dios considerada una mentira
Las
feministas rechazaron cualquier idea de aceptar las enseñanzas de la
Iglesia acerca de la ordenación, con una actitud sufrida y humilde como
la de Cristo. Fiorenza dijo que no debe atribuirse dicho sufrimiento a
la voluntad de Dios, y que los textos bíblicos que se prestan a esta
interpretación, fueron escritos para justificar la opresión
patriarcal.37 Esto implica que la palabra de Dios es una mentira, una
colección de mitos, y por ello, la conclusión natural de Fiorenza es que
la Biblia debe ser "desmitologizada"37; esto es, reescrita desde la
perspectiva feminista.
La palabra "mito" se entiende normalmente como
una narración ficticia que explica fenómenos naturales.38 Por lo tanto,
la Biblia, Palabra de Dios, no puede contener ningún mito, pues ello
implicaría que los autores sagrados no siempre estuvieron inspirados por
Dios, y usaron su imaginación cuando quisieron.39 Pero las feministas
llamaron a las partes que ellas no aceptan, como por ejemplo la creación
de un mundo por un Dios masculino40 y el pecado de Eva,41 "mitos".
Volvieron a escribir estos relatos, que después vinieron a ser su
"palabra".42 Pero entonces, tal vez para disimular su ataque directo a
la veracidad de la Palabra de Dios, han redefinido la palabra mito.
Según la teóloga canadiense Sor Virginia Varley: "el mito no es una
mentira o algo irreal", sino "una historia que da una norma de vida",
una interpretación de una "verdad inexpresable".43 Puesto que la
interpretación de una persona vale tanto como la de otra, se justifica
el volver a escribir las Escrituras44 y la palabra de las feministas se
vuelve igual a la palabra de Dios. Pero es una falacia el ver la verdad
como una colección de mitos, pues, como ha señalado el Cardenal
Ratzinger, la verdad es algo por lo que se puede morir, pero, ¿quién
muere por mitos que son intercambiables?45
La reinterpretación de la
historia bíblica -la palabra de las feministas- llegó a conocerse como
la "historia de ella" ("herstory").46 Según Sheila Collins, "al hacer de
la historia algo relativo", la " historia de ella", socava la autoridad
de la revelación bíblica como el único canal de la verdad.47 Christ y
Plaskow añadieron que la tradición es solamente "una serie de decisiones
humanas que pueden revocarse usando la imaginación..."46 De este modo
la "palabra de la mujer" y/o la "historia de ella", se han convertido en
un arma para atacar el fundamento mismo de la enseñanza de la Iglesia:
la verdad revelada por la Escritura y la Tradición.
La "historia de
ella" se hizo útil también de una segunda forma. Ruether dijo que, para
que uno pueda "afirmar una idea en contra de la cultura dominante, debe
formarse un subgrupo cultural" para apoyar la otra posición. La
ideología dominante (el "jerarquismo") y el orden social tuvieron que
primero ser desacreditados y debilitados, para que los grupos
contra-cultura, pudieran aumentar y sobrevivir.48 (Esto se parece mucho a
las tácticas comunistas.49) Provocaron a las mujeres a la ira para que
abandonaran la Iglesia, y formaran nuevas comunidades para "liberarse
del patriarcado".50 El método se utiliza para debilitar a la Iglesia, y
fortalecer la nueva "Iglesia Mujer" (Womanchurch como la llaman
Ruether51 y Mary Malone52), elevar el nivel de conciencia es la técnica
de manipulación psicológica conocida como hacer concientes. El arma que
se utiliza es la "historia de ella ", empleada en este caso para revivir
las experiencias personales de mujeres que perciben opresión y sexismo
en la Iglesia y en la sociedad.53
Hasta las brujas sufrieron opresión
Las
reuniones para contar historias, que ponen énfasis en heridas pasadas y
presentes, garantizan la producción de ira. Las experiencias actuales
de las mujeres se combinan extensamente con una historia reescrita, para
mostrar que las mujeres siempre han sido oprimidas. Según dicen, hasta
las brujas sufrieron en el pasado debido a la "opresión patriarcal",
porque eran mujeres poderosas, y no porque estaban promoviendo el mal.
Este tema ocupa cerca de la cuarta parte de la película del Consejo
Nacional de Filmes del Canadá producida por mujeres, denominada "Behind
the Veil: Nuns" (Detrás del Velo: Las Monjas). 54Fiorenza dice que
mantener vivos los recuerdos de los sufrimientos de las hermanas que nos
precedieron les da a las feministas cristianas un "poder subversivo" y
una solidaridad con las mujeres del pasado, del presente y del futuro.55
Desafortunadamente, cualquier filosofía que fomente la ira y el odio
para atacar a Dios y a su Iglesia, está abierta a convertirse en arma
del demonio.
La "historia de ella" es la base de la así llamada
"teología feminista", que según Collins, no se puede iniciar con
abstracciones, sino con historias de mujeres, para que pueda tener más
significado.56 Esta teología de liberación de la mujer subyace la
espiritualidad feminista,57 que se interesa por el espíritu humano y el
mundo, y no por el alma o por un mundo más allá de la tierra.58 El
feminismo anímico o espiritual es, por lo tanto, una nueva religión,
totalmente anti-católica. Su única pretensión a alguna semejanza con la
cristiandad parece estar basada en las comunidades gnósticas (herejes y
pseudo cristianas) de los dos primeros siglos, como explicaré en breve.
Ahora
bien, si el feminismo religioso es anti- católico, ¿por qué algunas de
sus seguidoras alegan ser católicas? Hay dos posibles razones. La
primera es que para algunas mujeres es difícil romper. Tienen esperanzas
de que la Iglesia cambiará, pero mientras más se apegan al feminismo,
menos pueden soportar el lenguaje no inclusivo y las misas celebradas
por hombres,59 y eventualmente tendrán que dejar la Iglesia, o
permanecerán en ella por la segunda razón. Esta segunda razón, es parte
del juego feminista y de su plan oculto. La hermana Donna Quinn, O.P.
(otra de las personas que firmó el anuncio del New York Times), la
resumió cuando dijo que ella permanece en la Iglesia para cambiarla, de
modo que deje de ser sexista y pecaminosa.
Este plan fue presentado
por Ruether en su libro Sexism and God Talk (El sexismo y el lenguaje de
Dios).60 Primero, se deben crear las "comunidades feministas de base"
para concientizar, estimular nuevas ideas y rendir culto. Ella también
les llama a estos grupos aquelarres como si fueran reuniones de brujas.
Fiorenza y la Hermana Diann Neu, S.P., las llaman "eclesias"
(iglesias),61 y el nombre más reciente es Womanchurch (la Iglesia de la
Mujer o Mujer Iglesia). Segundo, estas mujeres asisten ex-profeso a
iglesias institucionales, de manera que "las liturgias transformadas, la
reflexión teológica y la acción social que se desarrollan en los grupos
de base", puedan ejercer su influencia en la Iglesia. Tercero, la
iglesia entonces se convierte en un "campo misionero" de las comunidades
de base. Los miembros de la Mujer Iglesia (Womanchurch), al permanecer
en la Iglesia tradicional, mantienen las "líneas de comunicación"
abiertas entre esta y la comunidad de base, de manera que puedan
anunciar su "buena nueva" a un mayor número de gente: "el Evangelio como
algo que nos redime del patriarcado".
En estos grupos de adoración
Mujer Iglesia, las feministas celebran su "palabra" y su "revelación",62
obtenida a través de sueños y fantasías, al estilo de Carl Jung63 y
contada a través de "la historia de ella". Se perdonan las unas a las
otras a través de su propio sacramento de la penitencia, celebran su
propia eucaristía, que no es la transformación del pan y el vino en el
cuerpo y sangre de Cristo, sino la transformación de la comunidad "en el
cuerpo de la nueva humanidad, infusa en la sangre de la nueva vida" y
"simbolizada" al compartir el pan y el vino juntas.64 Esta es una nueva
religión a la que quieren convertir a la Iglesia Católica. Es una nueva
comunidad cristiana, hacia la cual estamos siendo impulsados.
En su
búsqueda de material que emplear para reescribir las Escrituras y la
Tradición y para desarrollar su propio culto, las feministas admiten
haber comenzado a rebuscar material hereje y anti- canónico.65 Fue así
como encontraron apoyo en las creencias gnósticas, y herejes, sobre la
vida comunitaria de las que parecen haber tomado mucho; y de los ritos
del ocultismo, de la brujería y del paganismo, a fin de desarrollar su
teología y sus liturgias.66
Eva mostró sabiduría, no orgullo
Siguiendo
el pensamiento gnóstico, creen en un creador femenino67, o un dios que
es a la vez hombre y mujer.68 Se consideran a sí mismas divinas, puesto
que el propio conocimiento, es conocimiento de lo divino.69 Una persona
divina no puede pecar, por lo tanto, la única salvación necesaria es la
liberación del sexismo, que es el único pecado que existe70 y esto lo
pueden alcanzar por sí mismas, según decía la teóloga canadiense
Elisabeth Lacelle,71 gerente del Comité Ad Hoc que produjo la serie de
folletos. Siguiendo esta línea de razonamiento, no hubo pecado original,
así que Eva mostró sabiduría, y no orgullo y desobediencia, al querer
llegar a alcanzar la misma sabiduría que Dios,72 por lo que la
declararon una feminista.
Cristo vino sólo para darnos un mejor
conocimiento, y uno llega a ser igual a él cuando alcanza este nivel de
sabiduría y en ese instante, lo mismo que en el gnosticismo, la persona
no necesita aceptar la autoridad de una iglesia institucional .73 Como
los gnósticos se hacían llamar cristianos, 74 las feministas citan
libremente los propios evangelios gnósticos como revelación cristiana,75
y como tanto los hombres como las mujeres ejercían el ministerio en su
vida religiosa,76 la comunidad gnóstica llegó a ser un modelo importante
para las feministas. Algunos precedentes más modernos del gnosticismo
pueden observarse en los cuáqueros, quienes también seguían esta línea
de pensamiento y de vida.
Finalmente, en la búsqueda de algún ritual
que reflejara la experiencia de la teología feminista, descubrieron que
los rituales centrados en la adoración a las diosas eran apropiados.
Adaptaron estos ritos para sentar las bases de una comunidad religiosa
centrada en lo femenino.78 Esta teología, que ahora incorpora la
brujería, es la base de la liturgia feminista pseudo-cristiana. Pero,
¿qué cosa ven en la brujería las mujeres modernas educadas? Simplemente
les hace sentirse poderosas, disfrutan de igualdad y autonomía en cada
reunión, tienen una rica fuente de simbolismos y ceremonias que llenan
sus sentidos. La brujería las hace sentirse plenamente humanas, y las
ayuda a alcanzar metas materiales.79 En el desarrollo de sus liturgias,
las feministas religiosas han recibido ayuda de verdaderas brujas y la
más influyente es una mujer llamada Starhawk (halcón estelar).80
La brujería oculta en las liturgias
Los
rituales propios de la brujería (en los cuales participan las
feministas),81 son fáciles de identificar, pero la brujería que está
oculta en esta religión pseudo-cristiana, es difícil de detectar. Una de
las liturgias más conocidas actualmente es la Letanía
pseudo-católica,82 en la cual las heroínas feministas vivas o muertas,
incluyendo a una mujer demonio83 y hasta a la propia Ruether,84 son
elevadas a niveles de santas o diosas86 y por lo menos en dos de estas
letanías, se pide la posesión de alguna persona para fortalecer a los
miembros del grupo "como iglesia". En vista de todo esto, es imposible
que esta iglesia sea otra cosa más que Womanchurch-Iglesia Mujer.82
Según las enseñanzas de la Iglesia Católica, sólo los espíritus malignos
pueden responder a este tipo de oraciones,87 lo cual deja a las
participantes abiertas a ser poseídas por el demonio.88 Estas "letanías
pseudo-católicas" son exactamente iguales a las que se llevan a cabo en
un ritual de brujería del libro de Starhawk titulado Dreaming the Dark
(Soñando con la oscuridad).89 Se bendicen unas a otras imponiéndose las
manos con comidas ritualizadas, con bailes y cantos, y llevan a cabo
ceremonias que constan de 13 personas dentro de un círculo; todo esto
indica ritos de brujería, como lo es también el contar historias para
hacer surgir la ira90. La verdadera prueba está en saber si la
"liturgia" realmente da culto a Dios y a su Iglesia, que es la única
razón de ser de la práctica católica.91 Incluso la veneración a los
santos y a la Madre de Dios están dirigidas para la gloria de Dios,
puesto que reconocemos que su excelencia sobrenatural se deriva de Dios
mismo por los méritos de Jesucristo.92
Muchas brujas feministas,
concientes de su carrera profesional, dicen ser miembros del "movimiento
del espíritu de la mujer",93 pero "espíritu de la mujer"
("Womanspirit"), es solo un eufemismo que quiere decir brujería -de ahí
que el tema de la brujería surja tan fuerte en este libro titulado
Womanspirit Rising (Surgimiento del espíritu de la mujer), que aparece
en la bibliografía de la serie de folletos, en las cuales feministas
religiosas muy importantes (también Starhawk), han publicado al menos un
ensayo.94
No se tiene conocimiento acerca de cuántas feministas
están involucradas en la brujería. En el Canadá, la película "Detrás del
Velo", se vale de las religiosas para ayudar a crear un clima de
aceptación.54 Existen evidencias de que bajo este disfraz
pseudo-cristiano, la liturgia de esta brujería feminista ha pasado
inadvertida para la jerarquía y la hacen llegar a los laicos sin que se
den cuenta.95 De todas formas, el número de feministas que practican la
brujería hoy en día no es lo que importa, ya que la brujería siempre ha
tenido adeptos. Lo que sí es de extrema importancia es el darse cuenta
de que la brujería que estamos viendo surgir en la Iglesia, es el fruto y
el resultado final del camino que ha tomado el feminismo espiritual.
Este camino comienza con la necesidad de emplear el lenguaje
inclusivo,96 que progresa a través de un rechazo de Dios debido a su
masculinidad y lo sustituye por una deidad femenina: "la diosa
interior"; y finalmente encuentra la necesidad de adorar a esta deidad;
una necesidad que sólo se puede expresar mediante la brujería.97 Las
feministas que se hallen en cualquier punto de este camino, deben
considerar muy cuidadosamente dónde es que termina este camino, y el
hecho de que la lógica seductora y la falsa espiritualidad de este
movimiento, pueden llevarlas rápidamente fuera de la Iglesia y hacia el
mundo del ocultismo.
El feminismo cristiano, al abrazar el ocultismo,
no podrá durar por mucho tiempo, pues el demonio siempre destruye a
quienes se le unen. Existen muchas advertencias bíblicas contra los
falsos profetas que tergiversan la verdad,98 que han abandonado las
aguas vivas y las han cambiado por cisternas rotas (Jer. 2:13) y "han
seguido de largo"99 y se apartan de Dios (Jer. 2:31), para adorar a
ídolos que pueden estar dentro o fuera de ellos mismos. San Pablo en
(Col 2:8), nos previene de seguir "filosofías vacías y seductoras que
siguen meramente tradiciones humanas y se basan más en los poderes
cósmicos que en Cristo". En el versículo número 18 nos llama a no
"basarnos solamente en la propia experiencia", ya que esto nos lleva a
"hincharnos de un orgullo vacío sobre nuestras propias reflexiones."
Cristo prometió que las puertas del infierno no prevalecerán contra la
Iglesia fundada sobre Pedro. 100 Pero cada miembro de su Cuerpo Místico
debe ayudar a mantener la barca de Pedro a flote e impedir que las almas
se pierdan. ¿Cómo podemos entonces, impedir que las falsas doctrinas
feministas engañen a las almas, especialmente las de los niños de esta
generación, puesto que esta filosofía está siendo promovida hasta en los
primeros grados de las escuelas católicas?
Bueno, siempre que Dios
ha querido preservar a su gente de la herejía y del error, ha enviado a
Nuestra Señora para urgirnos a que recemos el Rosario. Por ejemplo, ella
se apareció a Santo Domingo de Guzmán, quien por medio del poder del
rosario, peleó con éxito contra la herejía Albigense.101 Muchos Papas
han predicado esta devoción; el Papa León XIII dijo que nos mantendría
libres del peligro de caer en el error.102 Por lo tanto, las múltiples
apariciones de Nuestra Señora en Fátima en este siglo, son de gran
significado. Sor Lucía nos dice que la Virgen predijo "estos tiempos de
desorientación diabólica", en que "el demonio entablaría una lucha
decisiva contra Ella." En todas sus apariciones la Virgen, nos pide que
recemos el Rosario diariamente, para que no caigamos en las falsas
doctrinas.103
Si escuchamos las palabras de la Reina del Cielo,
podemos estar seguros de que por medio de su intercesión, el Espíritu
Santo guiará con seguridad la barca de las almas a través de estas aguas
peligrosas.
NOTA: La Sra.
Cornelia R. Ferreira reside en los suburbios de Scarborough en Toronto,
con su esposo y sus cuatro hijos. Tiene un B.Sc. en Química de la
Universidad de Marianopolis y un N. Sc. de la Universidad Sir George
Williams (Concordia) en Montreal. A pesar de sus ocupaciones como madre
de familia, la Sra. Ferreira reserva parte de su tiempo para pintar,
tocar el piano y escribir. Ella es miembro de la organización Women for
Faith and Family en el Canadá. Este folleto es una traducción autorizada
del original titulado "The Feminist Agenda within the Catholic Church",
publicado por Marian Press, Life Ethics Centre en Ontario, Canadá,
junio de 1987. Incluye también partes de otro folleto publicado en 1989
por Marian Press de la misma autora, titulado "The Emerging Feminist
Religion". Vida Humana Internacional (VHI) los ha editado y reproducido
en español con la autorización del editor, el Padre Alphonse de Valk,
C.S.B.