viernes, 10 de mayo de 2013

EL SINDICALISMO NO ES EL DIABLO, NI MOYANO PRESIDENTE

José Pablo Feinmann, Pepe, para acriollarlo un poco, es un locuaz y prolífico productor de libros y programas de televisión desde la asunción de los KK al poder (ocho años), en donde habla y escribe de todo y sobre todo. Pero especialmente a favor de los Kirchner y sus respectivos gobiernos.
Respuesta 1:
Ahora, en un último reportaje, vaya uno a saber por qué razones ocultas, se despachó: “Es muy difícil adherir a un gobierno de dos gobernantes multimillonarios que te hablan del hambre”.
La frase es contundente, conmueve. Toca las fibras más profundas del corazón justo, pero es falsa.
No adherir al gobierno de los Kirchner por estas razones es tan falso como no tomar vino porque es tinto o blanco. No tomo vino porque me hace mal o porque no me gusta.
Si no adhiero al gobierno de los KK  es porque es injusto o corrupto, porque sirve a los intereses de los grupos concentrados de la economía que dice combatir o porque es permisivo en moral pública. O porque es “ecologicida”.
Pero afirmar que no adhiero a un gobierno porque son millonarios los gobernantes es una muestra cabal de resentimiento, además de ser un “juicio inatingente”, pues la proposición mayor nada tiene que ver con la conclusión.
Respuesta 2:
A la Cámpora no la caracteriza el exceso de pragmatismo sino la gran ambición, por el dinero, los cargos y los honores políticos. La Argentina, como nación, no puede saltar sobre su tiempo, y respondió y responde a las pautas políticas del mundo. Así, en los 70, cuando la revolución marxista estaba en su flourit, una parte de la juventud peronista, los Montoneros, adhirieron a ella. Hoy, que el progresismo socialdemócrata está en su acmé, la Cámpora adhiere a él. Son contados con los dedos los gobernantes (Rosas, Roca, Sáenz Peña, Yrigoyen y Perón) que en algunos aspectos “saltaron sobre su tiempo”.
Repuesta 3:
No se es “muy inteligente” porque se pueda hablar mucho y sin leer, como sucede con Cristina Fernández de Kirchner, sino porque se “puede leer adentro”. Inteligente viene de intus legere, que indica la capacidad de leer adentro, en lo profundo de los problemas y las cosas. Y en esto no ha mostrado tanta inteligencia la actual presidente.
Repuesta 4:
No hubo tres Perones, hubo uno que actuó en dos épocas distintas. En la primera se opuso a Yalta y se adelantó a la conferencia de Bandung con su tesis de la tercera posición, mientras que en la segunda se opuso a los Bilderberg y el crecimiento exponencial de los grupos financieros internacionales por sobre el poder de los Estados y propuso su hipótesis de la sinarquía. Sobre esto, Pepe ha hecho toda su vida mutis por el foro, no sea cosa que afecte el interés de algún primo hermano.
Repuesta 5:
Afirma Pepe: “a nadie le conviene un gobierno de Moyano. Ahí sí que van a ver el autoritarismo peronista”. La concepción del gobierno que propuso y realizó Perón no fue la del autoritarismo sino la de “gobierno con autoridad”. Y la autoridad para el peronismo no se funda en el poder de policía, al estilo de los gobiernos conservadores o reaccionarios, sino “en el saber”, en el conocimiento de los fines que se desean lograr y en el “cómo hacerlo”.
Pepe Feinmann nunca pudo superar su concepción del peronismo como bonapartismo. Concepción venida de Europa y por él asimilada en sus lecturas de Sartre, Fanon, Althuser, Adorno y la escuela neomarxista de Frankfurt, que han visto siempre en el peronismo un fascismo periférico.
Nosotros, que nos hemos formado leyendo Aristóteles, Hegel, Heidegger, Taborda, Castellani y tantos otros pensadores argentinos, entre los cuales está Perón y su teoría de las organizaciones libres del pueblo, no le tenemos ese miedo visceral, que los intelectuales progresistas le tienen al sindicalismo, sobre todo al sindicalismo argentino que tiene una autonomía de concepción político-cultural difícil de encontrar en otros países.
No temas Pepe, ni el sindicalismo es un Diablo, ni  Moyano va a ser el futuro presidente.

POR: ALBERTO BUELA