CON TODO RESPETO, SEÑORA; ¡A MI ME PARECE QUE YA HA LLEGADO
EL DÍA EN EL QUE USTED SE DEJE DE HACER LA BOLUDA!; ¿NO LE PARECE?.
Se lo digo porque por una simple cuestión de transferencia,
Ud. no hace otra cosa que tomar por pelotudos a los 40 millones de argentinos
que dice representar. Pero esto viene con valor agregado “que le dicen”. Ocurre
que días pasados, me puse a pensar y concluí en que yo formo parte de esos 40
millones. Ergo, Ud., Señora, me toma por pelotudo. Y aun siendo argentino hasta
la muerte, Señora, en este caso particular, mal me puedo cagar en todos los
demás, cuando formo parte de esos todos, ¿me explico?. ¡No se siga haciendo la
boluda, Señora!...le pregunté, ¿me explico?.
Anoche el gordo Lanata, no tuvo mejor ocurrencia que hacerme
ver y escuchar a una señora que se presentó como Miriam Quiroga, ex secretaria
privada del Néstor. ¡Del Néstor, señora, ¿o ya se olvidó del Néstor?!.
¡Tá bien!; yo puedo aceptar que una mujer herida pueda ser
más jodida que “pescarse un cuadro de hepatitis B, ligado a pulmonía bilateral
completa seguida de paro respiratorio”. Pero ésta mina con la que es probable
que el Néstor haya tenido algún en-”tuerto”, la manda en cana a Ud., Señora,
con pitos y cadenas. ¡Y Ud., es la presidente de una Nación, Señora!. Una
Nación de la que me reservo el nombre para preservar su buen nombre y honor. Me
refiero al buen nombre y honor de la Nación, obviamente, ¿se da cuenta, Señora?.
Y en esa Nación nacieron, crecieron, se reprodujeron y
murieron mis viejos. En esa Nación nací y me reproduje yo. En esa Nación,
nacieron mis hijos. En esa Nación no tuvo la dicha de nacer mi nieta. ¡Y no es
justo que habida cuenta de la gestión de quien en vida fuera su esposo, y ahora
Ud., Señora, esa Nación se haya convertido en una letrina llena de mierda,
chorros, homicidas, faloperos, vendepatrias…verdaderas bestias humanas!.
Y Miriam habló de todo un poco, Señora. ¡Buá; hoy por hoy,
nadie mejor que Ud., para saber de lo que pudo haber hablado!. Porque…¿Ud. no
mira ni escucha el programa del gordo, verdad?. ¡Y le hablo a Ud., porque el
otro está “tomuer”, ¿entiende?!. Y entonces, al otro mal se le puede llegar a
juzgar, y nunca tan oportuno aquello de …”que
lo juzgue Dios”, ¿no le parece?.
Le aclaro que la Miriam dijo muchas cosas que sin haberlas
visto ni escuchado, la mayoría de esos 40 millones de pelotudos nos
imaginábamos. Sus puestas en escena, por ejemplo; los consejos que “El” le daba
a Lázaro Baez y a Cristóbal López, respecto a lo que debían comprar, lo que
debían vender, etc., los dos hombres más poderosos de esa Letrina en la que no
nacieron, vivieron, se reprodujeron y murieron mis viejos; en que ni yo nací,
me reproduje, pero sí vivo; en la que no nacieron, pero sí se reprodujeron y viven mis hijos; en la que
vive mi nieta.
En definitiva, Señora, y como para no explayarme más en algo
que ya todos los pelotudos sabemos, creo que ha llegado finalmente el momento
en el que Ud. rompa el silencio…¡ANTE LA JUSTICIA, POR SUPUESTO!.
Ricardo Jorge Pareja