lunes, 6 de mayo de 2013

SEÑORA: ¡YA HA LLEGADO EL DIA DE DEJAR DE HACERSE LA BOLUDA!

CON TODO RESPETO, SEÑORA; ¡A MI ME PARECE QUE YA HA LLEGADO EL DÍA EN EL QUE USTED SE DEJE DE HACER LA BOLUDA!; ¿NO LE PARECE?.

Se lo digo porque por una simple cuestión de transferencia, Ud. no hace otra cosa que tomar por pelotudos a los 40 millones de argentinos que dice representar. Pero esto viene con valor agregado “que le dicen”. Ocurre que días pasados, me puse a pensar y concluí en que yo formo parte de esos 40 millones. Ergo, Ud., Señora, me toma por pelotudo. Y aun siendo argentino hasta la muerte, Señora, en este caso particular, mal me puedo cagar en todos los demás, cuando formo parte de esos todos, ¿me explico?. ¡No se siga haciendo la boluda, Señora!...le pregunté, ¿me explico?.
Anoche el gordo Lanata, no tuvo mejor ocurrencia que hacerme ver y escuchar a una señora que se presentó como Miriam Quiroga, ex secretaria privada del Néstor. ¡Del Néstor, señora, ¿o ya se olvidó del Néstor?!.
¡Tá bien!; yo puedo aceptar que una mujer herida pueda ser más jodida que “pescarse un cuadro de hepatitis B, ligado a pulmonía bilateral completa seguida de paro respiratorio”. Pero ésta mina con la que es probable que el Néstor haya tenido algún en-”tuerto”, la manda en cana a Ud., Señora, con pitos y cadenas. ¡Y Ud., es la presidente de una Nación, Señora!. Una Nación de la que me reservo el nombre para preservar su buen nombre y honor. Me refiero al buen nombre y honor de la Nación, obviamente, ¿se da cuenta, Señora?.
Y en esa Nación nacieron, crecieron, se reprodujeron y murieron mis viejos. En esa Nación nací y me reproduje yo. En esa Nación, nacieron mis hijos. En esa Nación no tuvo la dicha de nacer mi nieta. ¡Y no es justo que habida cuenta de la gestión de quien en vida fuera su esposo, y ahora Ud., Señora, esa Nación se haya convertido en una letrina llena de mierda, chorros, homicidas, faloperos, vendepatrias…verdaderas bestias humanas!.
Y Miriam habló de todo un poco, Señora. ¡Buá; hoy por hoy, nadie mejor que Ud., para saber de lo que pudo haber hablado!. Porque…¿Ud. no mira ni escucha el programa del gordo, verdad?. ¡Y le hablo a Ud., porque el otro está “tomuer”, ¿entiende?!. Y entonces, al otro mal se le puede llegar a juzgar, y  nunca tan oportuno aquello de …”que lo juzgue Dios”, ¿no le parece?.
Le aclaro que la Miriam dijo muchas cosas que sin haberlas visto ni escuchado, la mayoría de esos 40 millones de pelotudos nos imaginábamos. Sus puestas en escena, por ejemplo; los consejos que “El” le daba a Lázaro Baez y a Cristóbal López, respecto a lo que debían comprar, lo que debían vender, etc., los dos hombres más poderosos de esa Letrina en la que no nacieron, vivieron, se reprodujeron y murieron mis viejos; en que ni yo nací, me reproduje, pero sí vivo; en la que no nacieron, pero sí  se reprodujeron y viven mis hijos; en la que vive mi nieta.
En definitiva, Señora, y como para no explayarme más en algo que ya todos los pelotudos sabemos, creo que ha llegado finalmente el momento en el que Ud. rompa el silencio…¡ANTE LA JUSTICIA, POR SUPUESTO!.
Ricardo Jorge Pareja