jueves, 23 de mayo de 2019

Eduardo Costa, la gran incógnita


Eduardo Costa, la gran incógnita


16:00 – (Por Rubén Lasagno) – Este año es la cuarta intentona de Eduardo Costa a la gobernación. De más está decir que si no anota esta vez, su salida definitiva como candidato de la UCR es inminente, aún cuando él mismo se prodigue cantidades de votos con los cuales superó individualmente a los candidatos del FPV/PJ, pero en el recuento general, merced a la Ley de Lemas, fue derrotado tres veces consecutivas, hasta hoy.
Costa, entonces, tiene ante si la última oportunidad de coronar la gobernación o a partir de agosto, la UCR de Santa Cruz, si quiere perdurar de cara a las próximas elecciones, tendrá que impulsar un verdadero recambio generacional y una “purga” partidaria, para excluir del espacio a “correligionarios” que son más kirchnerista que los propios militantes del FPV y lo podemos corroborar reiteradamente con ejemplos claros en Río Gallegos, El Calafate, Caleta Olivia, la cuenca carbonífera etc.

Pero en el supuesto caso que Eduardo Costa gane y sea coronado Gobernador, habrá una nueva era en Santa Cruz, porque el radicalismo deberá mostrar en el campo de batalla, lo que tanto pregonó desde la mesa de arena estos años como crítico cómodo y sin compromiso de tomar decisiones. Sin embargo, el máximo candidato de Cambiemos/UCR sigue sin aparecer en la provincia. No físicamente, porque sabemos que anda recorriendo el interior, sino discursiva y propositivamente.
Costa se ha destacado en Santa Cruz como un candidato semi-ausente. Sus discursos son “blandos”, cargados de lugares comunes, clichés retroactivos, una crítica política casi obvia, plagada de reiterados cargos al kirchnerismo que en estas tierras ninguno desconoce, utilizando recursos de campaña muy similares a sus contendientes políticos (ejemplo: el ofrecimiento de los 20 mil puestos de trabajo y los 6 mi en las represas) pero básicamente, sin presentar un plan o un proyecto serio de gobierno, un programa, una carta-compromiso con la sociedad, donde diga lo que va a hacer y cómo lo va hacer.
Hoy es necesario que quien se propone como el cambio, diga cómo va a cambiar el estado de cosas en Santa Cruz. Ayer vimos que el principal candidato del kirchnerismo, prácticamente hará lo mismo que ahora con la diferencia de ejercer un mayor control para evitar las manos largas y los vivos, siempre actuando en defensa propia y de su gestión. Pero tampoco Eduardo Costa dice cómo y qué va a hacer. Por eso, esta elección, debe ser una bisagra en la historia de las elecciones en la provincia. El votante le debe exigir (durante la campaña) a cada uno de ellos sinceridad, honestidad y compromiso; luego, cuando esté en el poder, esas definiciones, conceptos y compromisos deben ser machacados públicamente, cada vez que se corran del camino.
Eduardo Costa, no podrá desconocer de antemano lo que encontrará ni las medidas a tomar en caso de llegar al gobierno. No podrá parapetarse tras argumentos como “Es más grave de lo que pensamos”, “Nunca creímos encontrar una provincia en este estado”, “Es una herencia muy pesada la que nos dejaron”, “Nos va a costar a los santacruceños poner al día la provincia”, etc. Estas frases las construyen los gobernadores recién asumidos, para levantar una pared entre él y sus electores, con el fin de ganar tiempo, estirar las respuestas, excusarse por no tomar las medidas que dijo iba a tomar, dilatar la toma de decisiones y finalmente, terminan sosteniendo el mismo estatus quo o asumiendo compromisos similares o aún peores a los que asumía su antecesor. No hay que permitirles que mientan, solo exigirles que se comprometan.
El electorado no le debe permitir a Eduardo Costa y a ningún candidato de la oposición que juegue para la gobernación, no hablar puntualmente y sin evasivas qué va a hacer, al menos, con los siguientes temas (entre muchos otros):
1º Cantidad de empleados públicos (provinciales y/o municipales). Forma en que va a racionalizarlos (si lo hará o no), cómo manejará la mano ociosa en una provincia con 80 mil empleados y un gran porcentaje sin funciones, o funciones innecesarias, ñoquis, superpoblación de funcionarios y jerárquicos y gente que no trabaja pero cobra.
2º Caja de Servicios Sociales. Fundamental que diga si la reintegrará o no a sus dueños, los trabajadores. Si la auditará y si una vez concluida la auditoría (externa), denunciará penalmente desde el primero al último Director y/o funcionario que haya pasado por ella en los últimos 25 años.
3º Caja de Previsión Social. Destino de la CPS. Debería decir con total claridad qué hará: si la armonizará o en caso de conservarla dentro de la provincia, cómo cubrirá el déficit. Si la auditará y si denunciará ante la justicia las irregularidades que por años se vienen generando en ella.
4º SPSE, Distrigas, Vialidad, CAP, Fomicruz, etc. Cada ente, organismo descentralizado y todos estos actuales ghettos de corrupción deben ser saneados. En este caso Costa y los candidatos deberían decir cómo lo harán, cuáles serán las herramientas que usarán, si los auditará y qué medidas van a tomar con quienes hayan cometido irregularidades. En todos los casos, deben comprometerse a denunciar penalmente a los responsables del desfinanciamiento, endeudamiento y corrupción existentes en estos lugares del Estado provincial y de lo cual damos cuenta en sucesivas notas con documentación probatoria de los ilícitos.
5º Educación, Seguridad, Salud y Justicia. Cuando Eduardo Costa habla de estos temas incurre en generalidades y más bien despliega un sinnúmero de ideas y buenos deseos que tenemos todos, de cómo deberían ser las cosas en estos ámbitos. Pero eso es muy pobre para un candidato. Debería abordar cada tema específicamente y aplicar y explicar el programa que tiene preparado para cada uno de estos ámbitos.
Ni hablar del gobierno central. Eduardo Costa no ha emitido una sola propuesta firme y concreta de cómo será su lineamiento de gobierno. Cuáles/quiénes serán sus ministros, con qué profesionales cubrirá las carteras, cómo pretende atacar el cambio cultural y educativo, qué programa usará, cómo organizará el CPE, etc. Solo se limita a sobrevolar los problemas actuales de cada ámbito y señalar desde el lugar cómodo de quien no tiene funciones ejecutivas, “cómo debería ser”, lo cual ya todos sabemos; el ciudadano espera que el candidato le diga cómo lo va a resolver, con qué herramientas cuenta, qué personal idóneo lleva en su plataforma, cuál es el norte que tiene previsto para cada ámbito y qué medidas va a tomar en los ambientes contaminados con el kirchnerismo que hoy tiene colonizada toda la administración pública provincial y municipal.
Este es el desafío de los candidatos por delante, pero particularmente de Eduardo Costa, si pretende torcer el voto en su favor. El espectro electoral en Santa Cruz está muy dividido, pero el partido Radical no está mejor y la liga “Cambiemos” está prácticamente desaparecida. Si Costa no sale a convencer a la gente que su objetivo más allá de ganar las elecciones es gobernar, le va a costar mucho unir las partes y construir una alternativa confiable.
No hay margen de error para “Cambiemos” en estas elecciones partidas en dos por el gobierno, como dudosa estrategia planteada desde el oficialismo. La gente está esperando propuestas concretas, planes viables y compromisos serios. Si el Radical insiste con su perfil resbaloso y su retórica insignificante del “deber ser” como un desiderátum y sin programa y un plan concreto a la vista que renueve las esperanzas, podrán agotarse rápidamente las últimas fichas que le quedan para jugar en la ruleta de la política provincial. (Agencia OPI Santa Cruz)