viernes, 31 de mayo de 2019

Operación comando: Juana de Arco a San Petersburgo


Operación comando: Juana de Arco a San Petersburgo

En el día de Santa Juana de Arco, reproducimos aquí el artículo de la Hna. Marie de la Sagesse, autora de, a nuestro juicio, el mejor libro acerca de la santa francesa escrito en lengua española.
Que no te la cuenten…
P. Javier Olivera Ravasi, SE

Una buena excusa

A propósito de la doncella de Orléans muchos historiadores afirman que de ella nunca se dirá lo suficiente, “de Ioanna nunquam satis”… y a decir verdad, tienen razón.
Igualmente le podríamos aplicar el dicho a ciertos franceses que una vez más nos siguen sorprendiendo con sus proyectos. Esta vez con una buena excusa: donar una estatua de Juana de Arco a Rusia para conmemorar el próximo centenario de su canonización el  
16 mayo de 2020.
En efecto, la “Asociación universal amigos de santa Juana de Arco[1] presidida por Jean Pierre Brancocurt, ha tenido la original iniciativa de instalar nada menos que en San Petersburgo una estatua de su heroína y patrona nacional, como símbolo de la larga amistad entre ambos pueblos y por la proximidad de sus culturas y tradiciones de raíces cristianas.
Claro que del dicho al hecho… hay un trecho; y para poder concretar esta magnífica idea se debían sortear previamente algunos obstáculos.

El elegido

El escultor de la futura imagen será Boris Lejeune, a quien la Pucelle no le es ajena. Nacido en 1947 en Kiev[2], hizo todos sus estudios en Rusia y se graduó en la Academia Imperial de las Artes de San Petersburgo (“Leningrado” de ese entonces…) donde se estudiaba “obligatoriamente el ateísmo[3] -nos recuerda con pesar el mismo artista.

 
No obstante, Lejeune ya había escuchado hablar de Juana de Arco en ciertos círculos de resistencia anticomunista pues “en Rusia ella era conocida y amada… nos era conocida por ser una mujer combatiente, por defender su patria, por su mística… Quizás lo que más ha llamado la atención a los rusos sea su patriotismo y su misticismo, dos virtudes tan familiares a este pueblo”.
Los rusos ya se habían ocupado bastante de la santa francesa, traduciendo todas las actas del proceso de condenación, gracias a los especialistas Anatole Levandovski y Vladimir Raytsès. El príncipe Serge Sergeïevitch Obolensky consagró 20 años de su vida a escribir “Juana, hija de Dios” (1988), una gran obra en ruso, ilustrada con fotos que él mismo tomó haciendo varias veces el recorrido de la gran capitana y dedicada a sus compatriotas que esperaban ansiosamente que una doncella rusa apareciera para derrotar el régimen comunista y restaurar la monarquía. Tampoco dejemos de mencionar la famosa ópera “La Pucelle d’Orléans” del compositor ruso Piotr Tchaikovski, estrenada en 1881 con muchísimo éxito, amén de varios poemas dedicados a la doncella. Hasta existieron algunas películas -como “Le debut” de Gleb Panfilov (1970)- que evocan la epopeya joánica (aunque tergiversada, por cierto, al mostrarla como una joven revolucionaria).
Indudablemente todo esto estaba prohibido mencionar en los mejores círculos de artistas de la Unión Soviética. Por lo cual Lejeune, harto ya del asfixiante y despótico régimen, y sobre todo, sin ninguna esperanza inmediata de cambio político, decidió abandonar Rusia para siempre y recaer en Francia en 1980, donde su estadía inicial en París fue providencial para descubrir y maravillarse con el arte medieval de la Cristiandad, desconocido para él hasta ese momento, experiencia que lo llevó a la Fe. 
 
En territorio galo conoció a su futura esposa, Madelaine de Villaine, una francesa provista de una rica biblioteca con varios libros de la heroína, gracias a lo cual pudo profundizar la misión divina de Juana en la historia de Francia y dejarse cautivar por ella. Quizás haya sido no solo su talento artístico, sino también este particular itinerario espiritual lo que lo haya convertido en el elegido para realizar una estatua de Juana de Arco colocada en la ermita de Notre-Dame de Bermont[4], a 3 km. de Domrémy, aldea natal de la santa, con ocasión de los 600 años de su nacimiento en el año 2012. Pero aquí no se termina su curriculum vitae.

Con probar…

Ya en Francia, Boris[5] comenzó a identificarse más con la iconografía cristiana, representando en bronce a la Virgen María, a distintos tipos de ángeles y también a los mártires[6]. Aquí pueden verse algunos ejemplos.
Pronto sus bellísimas esculturas tuvieron ecos por todas partes por lo que, cuando los miembros del “Centro Alexandre Soljenitsyne[7] de Moscú vieron la santa Juana que Boris había realizado para el oratorio de Bermont, le propusieron hacer una pequeña réplica de la misma para ser expuesta en el museo ruso.
Pero esto no fue todo… El mismo príncipe Sixto de Borbón Parma[8], pensando que una miniatura no era suficiente para Rusia -donde todo se hace a lo grande- propuso hacer la misma pero… de 3 metros y for export…, comprometiéndose personalmente en la difícil empresa que, al decir del mismo artista, era un poco “loca y provocativa”.
Ni lerdos ni perezosos los franceses le escribieron nada menos que a Vladimir Putin para ponerlo al corriente de sus sueños, previo apoyo de nuestro conocido Philippe de Villiers siempre detrás de grandes y locos proyectos.
He aquí la traducción de la carta[9]:
Paris, 10 de marzo de 2015
Señor presidente Vladimir Putin,
Presidente de la Federación Rusa.
Señor presidente,
El 13 de julio de 1917, en un extremo del continente europeo, en Fátima, la Santa Virgen dio un mensaje para Rusia: en este mensaje altamente simbólico, Nuestra Señora hacía depender la Paz del mundo de Rusia y pedía a la Cristiandad rezar por ella.
Conscientes de la importancia de este mensaje, y en este tiempo perturbado por las graves persecuciones contra los cristianos, el corazón de Francia, fiel a su tradición cristiana se torna hacia ustedes, hacia Rusia, hacia Nuestra Señora de la Intercesión que la Santa Rusia ha tanto honrado desde hace muchísimos siglos en Moscú.
Rusia se distingue hoy día por su apoyo inestimable a los cristianos de Oriente.
La Francia tradicional que a menudo se ha comprometido, a lo largo de los siglos con los cristianos perseguidos, desearía testimoniar a Rusia el reconocimiento por su acción, y haciendo esto, renovarle sus sentimientos  de amistad tan profundos como antiguos.
Esta marca de amistad entre los dos países, podría expresarse por la instalación en Moscú, de una estatua de Santa Juana de Arco, el símbolo más puro del espíritu francés, a menudo tan cercano al alma rusa.
Si la Santa Virgen es la patrona principal de Francia, Juana de Arco es la patrona secundaria. Pues, hija de Dios suscitada para la defensa de la Fe y de la Patria, ella supo restablecer el destino de su patria y aportó un mensaje de paz para los pueblos.
Esta estatua, símbolo de unión entre Rusia y Francia, será esculpida por Boris Lejeune, nacido en Kiev, diplomado en la Academia Imperial de las Artes de San Petersburgo. Boris Lejeune en efecto ha realizado, del 2012 al 2013, una notable estatua de santa Juana de Arco, llena de vida y de esperanza, para la ermita Notre-Dame de Bermont cercana a Domrémy e importante lugar de piedad de Juana.
Quiera usted, señor Presidente, excusarnos por nuestra audacia, y concedernos benévolamente la realización de este proyecto.
Agradeciendo la atención que usted dará a este correo, os aseguramos, señor presidente, nuestros más respetuosos sentimientos.
 Jean Pierre Brancocurt, presidente de la A.A.D.S.J.D.A.
Philippe de Villieres
Príncipe Sixte-Henri de Bourbon Parma, presidente de honor
Y contra toda expectativa, Putin no solo no archivó la carta, sino que inmediatamente manifestó su acuerdo a la osada proposición. Además, cuando el presidente ruso visitó París en 2015, los miembros de la asociación pudieron entrevistarse personalmente con él y ser recibidos por su embajador en Francia, en ese momento Alexandre Orlov, para concretar el asunto.
 
Y los rusos no se quedaron atrás, concediendo como lugar de emplazamiento de la escultura de la doncella guerrera el corazón del centro histórico de San Petersburgo: justo frente al antiguo palacio de la Guardia Imperial. Lugar legendario por excelencia, no sólo porque allí residía la guardia personal de Pedro el Grande, sino también por ser la plaza donde tuvieron lugar todas las grandes manifestaciones, incluidas las comunistas, de los últimos tiempos.
Todo un símbolo que no deja de ser paradójico como reflexiona Boris Lejeune: “la más grande heroína francesa estará en el país más grande del mundo -en cuanto al territorio-, siendo la primera vez en la historia de Rusia que una estatua de una santa católica estará en la vía pública”.  De hecho  hasta hoy día las leyes rusas impiden hacer cualquier modificación en el centro histórico de la ciudad, salvo permiso expreso y personal del  gobernador, excepción que fue concedida en este caso; además de contar con el visto bueno de la iglesia ortodoxa, lo cual no es poco decir.
Asimismo nos recuerda el artista: “Después de la caída de la Unión Soviética, los lazos entre la iglesia ortodoxa y la católica se reforzaron… No he conocido nadie como Juana, no existe algo parecido, en la historia francesa. Ella es honrada por los ortodoxos, existen íconos de ella. Hace unos años el patriarca de Constantinopla tuvo la iniciativa de proclamarla ‘santa’ para los ortodoxos aunque después no se dio… creo que ella puede ser un buen signo de unión entre los católicos latinos y los ortodoxos”.

Manos a la obra

Ahora bien, luego de conseguir el placet ruso… comenzó la campaña para financiar la escultura que costará exactamente 195.776 € por medio de una colecta nacional. Y tan mal no les fue pues ya tienen cubierto el 85 % del total, solamente con benefactores franceses, sin ninguna subvención del estado republicano.
Todo el proyecto de casi 5 metros de altura será en bronce, pedestal incluido, donde podrán ser inmortalizados los nombres de los donatarios.
Los sueños, sueños son… y parece ser que, una vez más, a los franceses se le harán realidad en el 2020: ¡operación casi cumplida! Allí podremos ver a la  Pucelle de pie, a punto de partir al combate, estandarte en mano, espada flordelisada a la cintura y tendiendo las manos hacia el cielo al grito de ¡Dios sea el primer servido! ¡Los hombres combatirán y Dios les dará la victoria! Una escultura llena de movimiento y agilidad, que realmente nos invita a secundarla con su ejército y partir junto ella en busca del Rey…Marie de la Sagesse Sequeiros, S.J.M.


[2] En ese momento Ucrania había sido anexada a la Unión Soviética.
[3] Las citas están tomadas de estas dos entrevistas : https://www.youtube.com/watch?v=0CNAvNJ44go
[4] Pequeño oratorio a donde Juana y su hermana Catalina iban a rezar todos los sábados a la Virgen María.
[5] El artista es también un pintor de paisajes y poeta, además de ser un activo conferenciante sobre temas de arte y de religión; magnífico analista y desmitificador del llamado arte de vanguardia o contemporáneo y de su seudo simbolismo o del ateísmo de poetas, músicos o artistas plásticos; articulista de revista importantes en temas como la ‘sobornost’ o universalidad de la iglesia donde examina cercanías y diferencias entre la ortodoxia rusa y la catolicidad occidental con el primado petrino.
[6] Para el 6 de julio de 2019 está prevista una inauguración del Memorial a las 332 víctimas  de Orange, guillotinadas durante el régimen del terror por los revolucionarios. La escultura será erigida frente al teatro municipal, exactamente en el mismo lugar donde estuvo la guillotina.
[7] Centro creado en vida de Soljenitsyne luego de que volviera de su largo exilio, especialmente para estudiar la emigración de los rusos blancos o zaristas que debieron exiliarse o huir del régimen soviético. Hoy en día ha crecido enormemente y cuenta con un centro de investigación propio, un gran museo, sala de exposiciones, etc. 
[8] Sixto Enrique de Borbón-Parma y Borbón-Busset (nacido en Pau22 de julio de 1940) es un político carlista, líder de la Comunión Tradicionalista y descendiente del rey Luis XIV. Sus seguidores dentro del carlismo, los «sixtinos«, representan el ala de orientación más tradicionalista.