Publicado en Revista Cabildo Nº 101
Mes:Enero/Febrero de 2013-3º Época
CARNAVALES
Por:Octavio GUZZl
Comparsa "La Cámpora"
Muchos no alcanzan a comprender de dónde ha surgido este auge carnavalesco. Sin agotar las explicaciones, digamos que a toda luz se advierte que una educación pública deficitaria sólo puede abrir camino a nuevas sombras, que hoy, con enorme descaro, se denomina "cul¬tura nacional y popular".
Años de ininterrumpida desgracia política, nos han llevado a contemplar los actos del libertinaje, los asesinatos e injusticias cometidos a diario, la despenalización de la droga, la promiscuidad sexual que reina con el mayor descaro sobre los espíritus más jóvenes. De todo ello, la agrupación kirchnérista no es más que un reflejo. La degeneración y el envilecimiento son la lengua común de estos chabacanos patrioteros, que en la actualidad, incluso, han penetrado en las escuelas públicas y privadas con absoluta impunidad.
Hay Más. En el señalado sitio web, filial de Buenos Aires, con fecha del 3 de diciembre del año pasado, bajo el título "Comienza a formarse la murga de La Cámpora San Martín", podemos leer: "Los -compañeros de La Cámpora San Martín dieron inicio el miércoles 28 de noviembre con la conformación de la murga del distrito recibiendo los instrumentos necesarios. Para ello se reunieron con muchas ideas y entusiasmo de comenzar este nuevo desafío de armar y crear una verdadera murga local".
Pero si dicha información fuera insuficiente, podemos remitirnos en persona a cualquier centro comunal, en donde no se nos ocultará el incentivo y la proliferación de estos "movimientos culturales". En distintos lugares de la Capital Federal y del conurbano bonaerense, pueden verse habitualmente los entrenamientos de las comparsas. Punteros "K" y vagos de toda ralea se dan cita.
Viene a bien echar mano a las conocidas "Cartas del Diablo a su sobrino", cuando C. S. Lewis pone en boca de Escrutopo (el Diablo) este consejo a su sobrino: "El mero hecho de razonar despeja la mente del paciente y, una vez despierta su razón, ¿quién puede prever el resultado?"
Dado que a estas alturas, las citadas cartas parecen un cuento más que logrado, resulta oportuno repasarlas.
Juntos en oración, y teniendo presentes los ejemplos de santidad, recemos para que la educación sea un medio de salvación, y no el camino que conduce al carnaval interminable.