Cambia al FMI por el mercado negro, y paga el 4%
El análisis frio de las medidas económicas recientes, lleva a una interpretación más adecuada de lo que se está buscando. Ante la falta de acceso a los mercados de capitales, el gobierno de Cristina Kirchner busca financiamiento en los mercados negros locales e internacionales.
Si bien el proyecto habla de un lapso de tres meses para acogerse a la posibilidad, en el artículo 20, (a fojas 25) se solicita "Facúltese al Poder Ejecutivo Nacional a prorrogar los plazos previstos en el presente régimen", por lo que el ejecutivo se reserva el derecho de prorrogar la vigencia de la operatoria como lo considere necesario. Esto demuestra que lo que busca el gobierno no es simplemente paliar una situación coyuntural, sino inventar un nuevo mercado de capitales desde donde abastecerse.
El gobierno ha dejado trascender que tiene una expectativa recaudatoria de alrededor de 5000 millones de dólares. Fuentes de absoluta confianza nos indican que Dilma Rouseff, durante su última visita, le ofreció a Cristina Kirchner precisamente 5000 milllones de dólares, para que regrese al mercado de capitales y salga de la ficción, y que la presidente argentina le dijo no. Esto habría motivado que Rouseff se retirara sensiblemente ofuscada por la actitud de Cristina Kirchner.
La ley de blanqueo anunciada demuestra dos cosas.
Que la Argentina desespera por conseguir financiación en billete verde, y que ha tomado la decisión de cruzar la barrera de toda elemental norma de conducta ética para cualquier gobierno, dictando una ley que le permita tomar financiación directamente desde el mercado negro.
Por decirlo de otra manera.
Esta ley es promocionada como la oportunidad de que el ahorrista en dólares vuelque su atesorado a bonos, del mismo modo en que cualquier funcionario sospechado o incluso imputado de lavado, testaferros mediante, haga lo propio.
Pero también habilita a que un cartel internacional de droga, por caso, lave su dinero en el país, sin tener que rendir demasiadas cuentas y recibiendo incluso un 4% anual de interés.
Sólo necesitan encontrar una persona física o jurídica que tenga sus papeles en órden, ya que es casi lo único que se requiere para acceder.
Suponga usted que, pasados unos exitosos primeros tres meses, el ejecutivo decide prorrogar la norma por tres meses más, o seis, invocando que debido al éxito obtenido, se están repatriando todos los capitales argentinos radicados en el exterior. ¿Quién puede ejercer el contralor adecuado si el gobierno está hablando de un total de U$S 200.000 milllones "pasibles" de ser exteriorizados?
No es nada claro el párrafo que se encuentra a foja 9, acerca de la necesidad de que el dinero a exteriorizar se transfiera a través de instituciones, o se encuentre depositado en alguna cuenta bancaria del exterior. Todo parece indicar que no es así. Y que los fondos que anden dando vueltas en cash, perfectamente podrán exteriorizarse en la Argentina.
Adicionalmente, se puede traer sin ningún problema dinero que esté fondeado, por ejemplo, en cuentas Suizas. Por transfer directo a la Argentina, sin consideraciones ulteriores.
Estamos seguros de que el GAFI ha de pronunciarse duramente sobre esta ley riesgosa, porque puede convertir a la Argentina en algo más que un paraíso fiscal. La puede convertir en el paraíso del trucho mundial, o en uno de los centros de lavado oficial de dinero más importantes del mundo. Durante el lapso que Cristina Kirchner así lo desee.
Todo por ley de la nación, con voto a viva voz y abrazos entusiastas.
Una locura.
Fabián Ferrante
El análisis frio de las medidas económicas recientes, lleva a una interpretación más adecuada de lo que se está buscando. Ante la falta de acceso a los mercados de capitales, el gobierno de Cristina Kirchner busca financiamiento en los mercados negros locales e internacionales.
Si bien el proyecto habla de un lapso de tres meses para acogerse a la posibilidad, en el artículo 20, (a fojas 25) se solicita "Facúltese al Poder Ejecutivo Nacional a prorrogar los plazos previstos en el presente régimen", por lo que el ejecutivo se reserva el derecho de prorrogar la vigencia de la operatoria como lo considere necesario. Esto demuestra que lo que busca el gobierno no es simplemente paliar una situación coyuntural, sino inventar un nuevo mercado de capitales desde donde abastecerse.
El gobierno ha dejado trascender que tiene una expectativa recaudatoria de alrededor de 5000 millones de dólares. Fuentes de absoluta confianza nos indican que Dilma Rouseff, durante su última visita, le ofreció a Cristina Kirchner precisamente 5000 milllones de dólares, para que regrese al mercado de capitales y salga de la ficción, y que la presidente argentina le dijo no. Esto habría motivado que Rouseff se retirara sensiblemente ofuscada por la actitud de Cristina Kirchner.
La ley de blanqueo anunciada demuestra dos cosas.
Que la Argentina desespera por conseguir financiación en billete verde, y que ha tomado la decisión de cruzar la barrera de toda elemental norma de conducta ética para cualquier gobierno, dictando una ley que le permita tomar financiación directamente desde el mercado negro.
Por decirlo de otra manera.
Esta ley es promocionada como la oportunidad de que el ahorrista en dólares vuelque su atesorado a bonos, del mismo modo en que cualquier funcionario sospechado o incluso imputado de lavado, testaferros mediante, haga lo propio.
Pero también habilita a que un cartel internacional de droga, por caso, lave su dinero en el país, sin tener que rendir demasiadas cuentas y recibiendo incluso un 4% anual de interés.
Sólo necesitan encontrar una persona física o jurídica que tenga sus papeles en órden, ya que es casi lo único que se requiere para acceder.
Suponga usted que, pasados unos exitosos primeros tres meses, el ejecutivo decide prorrogar la norma por tres meses más, o seis, invocando que debido al éxito obtenido, se están repatriando todos los capitales argentinos radicados en el exterior. ¿Quién puede ejercer el contralor adecuado si el gobierno está hablando de un total de U$S 200.000 milllones "pasibles" de ser exteriorizados?
No es nada claro el párrafo que se encuentra a foja 9, acerca de la necesidad de que el dinero a exteriorizar se transfiera a través de instituciones, o se encuentre depositado en alguna cuenta bancaria del exterior. Todo parece indicar que no es así. Y que los fondos que anden dando vueltas en cash, perfectamente podrán exteriorizarse en la Argentina.
Adicionalmente, se puede traer sin ningún problema dinero que esté fondeado, por ejemplo, en cuentas Suizas. Por transfer directo a la Argentina, sin consideraciones ulteriores.
Estamos seguros de que el GAFI ha de pronunciarse duramente sobre esta ley riesgosa, porque puede convertir a la Argentina en algo más que un paraíso fiscal. La puede convertir en el paraíso del trucho mundial, o en uno de los centros de lavado oficial de dinero más importantes del mundo. Durante el lapso que Cristina Kirchner así lo desee.
Todo por ley de la nación, con voto a viva voz y abrazos entusiastas.
Una locura.
Fabián Ferrante