Hemos tardado mucho tiempo; se nos ha
ido la vida; la paciencia tiene un límite; pero nadie podrá decir que no lo
hemos intentado.
Un país, una república; tiene como
primer componente una nación que da su idiosincrasia. Una nación es una
asociación de habitantes unida por intereses coincidentes, un pasado integrador
conformado por tumbas gloriosas y el deseo de construir un futuro común.
En la Argentina de hoy, esa
nación ha sido reemplazada por un pueblo que integra una caravana peregrinando
sin destino.
Y no es cuestión de echar la culpa a
la clase dirigente porque esa clase dirigente la ha elegido ese pueblo. Y peor
aún, ha elegido diri-gentes que no causaron ninguna sorpresa. Todos, sin
excepción avisaron lo que iban a hacer cuando gobernaran.
Pasemos revista, para saber si estoy
equivocado. A quién sorpren-dió Alfonsín?. Quien escuchó sus conferencias, leyó
sus artículos perio-dísticos, observó su comportamiento cuando Perón quiso pactar
con Balbín, conoció el listado de sus clientes en su estudio de abogado; sabe
que al ser presidente sería consecuente con su pasado.
A quién engañó Menem?; su accionar en
la gobernación de La Rioja
estaba al alcance de quien la requiriese; su entorno en la interna con Cafiero
y en la campaña presidencial estaba a la vista; sus reportajes los vieron
todos.
Que garrón nos comimos con De la Rúa?. Para ser presidente
renun-ció a su cargo de Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires; cargo
que ocupó con la mas perfecta inoperancia. Cuando era senador y en el debate
por la mudanza de la capital a Viedma tuvo dos propuestas históricas; una,
crear una capital de invierno y otra de verano; la segunda trasladar la capital
de la Ciudad
de Buenos Aires al barrio de Belgrano. Todo esto fue altamente difundido.
Que podemos decir de Duhalde? Carga
con un estigma del que todos tienen conocimiento. Además su tarea como
gobernador de Buenos Aires, con la quiebra del Banco Provincia y el desmanejo
del Fondo de Recuperación Histórica del Conurbano se publicó en todos los
medios. El tomógrafo que paseaba por la provincia inaugurando hospitales lo
vieron todos.
Nadie conocía los pingüinos? Los
fondos de Santa Cruz se los llevaron en 1993; los casi doce años de él como
gobernador y ella legisla-dora tuvieron vasta cobertura periodística. La
represión a los caceroleros; el feudalismo imperante; el manejo que hacía
Cristina del avión sanitario; el crecimiento patrimonial desmesurado de propios
y testaferros. De todo ello tuvimos conocimiento previo.
Esto se puede trasladar perfectamente
a los gobiernos provincia-les y municipales. En 2001 y 2002 pedíamos que se
vayan todos; no solo no se fue ninguno, sino que volvieron todos. La nómina de
candidatos de la elección de 2003 del PJ de la Provincia de Buenos
Aires era lo mas parecido a una lista de prófugos de la justicia; sin embargo,
ganó.
No hay excusas; esta gente avisó
quienes eran y a que venían. Aquí les permitieron el saqueo; porque a este
pueblo no le importa nada; solo su bienestar y su situación al momento de
votar. La prueba mas contundente está en el campo con las retenciones; según el
valor de la soja y su rentabilidad se estaba o no en la ruta; se la votaba o no
a Cristina. Principios?, los de Groucho Marx.
Este pueblo no quiere ningún
compromiso; y cuando sucede eso, cuatro vivos se adueñan de todo. La evidencia
es cuantos manejan un consorcio de cien departamentos?; a lo sumo, diez.
Basta
de mentiras piadosas de decir que este pueblo no sabe votar; sabe perfectamente
lo que pasa. Si un gobernador se roba el dinero de la provincia, lo votan para
presidente y la esposa gana la presidencia cuatro años después y gana en
primera vuelta su reelección; ese pueblo es cómplice y partícipe necesario.
Es un pueblo ingrato, egoísta y
envidioso. Yrigoyen gana la se-gunda presidencia por mas del 60% de los
sufragios y la gente arrastra el carruaje como si fuese un emperador romano;
dos años mas tarde un ignoto general con los cadetes lo echa sin que nadie lo
defienda; saquean su casa y arrojan los muebles por la ventana, sin que nadie
lo impida; es enviado viejo y enfermo a Martín García sin que nadie mueva un
pelo. Eso sí, tres años mas tarde cuando fallece se produce la mas grande
manifestación de dolor vista hasta ese momento en el país.
Las paredes llenas de graffitis con la
leyenda “la vida por Perón”; donde estaban los millones que se beneficiaron con
la política justicialista en 1955? Después de las sequías y dos malas cosechas
se hacía difícil sostener el bienestar; entonces ya no tenía tanta adhesión?.
Quien hizo mas por las clases trabajadoras y desposeídas que Perón y Evita?
Si
obviamos el bombardeo de junio; el golpe de septiembre de 1955 tuvo un costo
bajísimo si tenemos en cuenta la fortaleza del régimen depuesto.
Los militares eran rubios y de ojos
celestes cuando terminaron con el terrorismo, le dieron la primera plata dulce
y el mundial de fútbol. Pasaron a ser los peores del barrio sin escalas.
Llegado el momento, nadie sabía que se torturaba y desaparecía gente; el
cinismo de este pueblo no tiene parangón.
De la historia reciente me quedaron en
claro algunas cosas que pintan este pueblo. Luego de la famosa caceroleada del
19/12/2001 en los alrededores de las plazas Congreso y De Mayo no se conseguía
una mesa en los restaurantes, donde se observaban las cacerolas en una silla.
Cuando Blumberg junta 100.000 personas en Congreso, la gente acudíó con una
vela; me consta que en el interior del Parlamento pasaron del pánico a la risa
en minutos.
Un símbolo de estos días es el
nacimiento del prócer del siglo XXI, Néstor Carlos Kirchner; todo lo que se
inaugura lleva su nombre. Sin temor a equivocarme; el mas grande corrupto que
dío la República
Argentina. Y está bien que así sea; es lo que realmente
representa este pueblo. Analizando su personalidad es lo mas parecido a la
media de los argentinos.
También, en la historia reciente hay
cosas que ya me asquearon. Una es esa costumbre de los dirigentes peronistas de
encolumnarse al que triunfa. Así lo han hecho con Menem, Duhalde o Kirchner; no
le hacen asco a nada. Con Menem estaba Alzogaray que toda su vida despotricó
contra el justicialismo; con Kirchner, Hebe de Bonafini, que tiene frases
inolvida-bles refiriéndose al peronismo.
Otra es el accionar del radicalismo
con su simbología de cien años que nos promueve estadistas del nivel de Cobos,
Storani, Moreau, Morales y ahora con la remake del retorno nostalgioso del
padre de la democracia, encarnado en su hijo que usa los mismos trajes y lee
frente al espejo los discursos de su padre. Lo peor de todo es que millones
compran esa tragedia.
También están los socialistas
santafecinos, con patente de hones-tos. Solo la patente; ya que acomodaron en
cargos públicos hasta los nietos por nacer. Con el aporte de los familiares se
terminó con la deso-cupación en la provincia. Estos socialistas son los mismos
que dejaron solo a Lisandro de la
Torre en el Senado; o participaron en 1946 en la Unión Democrática; en 1955 con la Revolución Libertadora;
o los que le posibilitaron a Aramburu la vergonzosa reforma constitucional de
1957. La realidad es que el justicialismo tiene una pata nacional y el
socialismo es internacionalista; esto es viejo como el partido.
Dirán que se abandonó la educación y
es cierto, pero no es la causa principal. Que dirigente vio en una gala del
Colón, leyendo un libro, o en cualquier evento cultural?. Con dirigentes incultos
quiere mas educa-ción? Quien le propone una salida coherente a la crisis
educativa si se dedican a pelear con los maestros.
Los dirigentes son el reflejo de la
sociedad; de allí salen y ella los elige. Un pueblo indolente como el argentino
no puede tener otros dirigentes; agradezcan a Dios que alguno, algún día, se
apìade y haga las cosas como corresponde.
Si el problema es la información; lo
siento. Yo no me ubico entre el 70% que se informa por la televisión y no es
mas caro hacerlo por otros medios; hacerlo por la TV es mas cómodo y le brinda la excusa.
Tampoco me cuento entre los
espectadores del programa mas visto y mas chabacano. Me van a encontrar en
aquellos culturales de rating menor a un punto, escuchando radio y por sobre
todas las cosas, leyendo.
Es una elección de vida de la que no
me arrepiento; por eso me cansé de tanta indolencia; estoy harto de predicar en
el desierto. Este país es exclusivamente para el 80% de su conformación actual.
Un 20% so-bramos.
El último personaje del inefable Tato Bores era un arqueólogo que
buscaba en estas costas vestigios de una civilización desaparecida. Ese, quizá
sea un caso increíble de premonición. Este pueblo no puede sobrevi-vir; no
reconoce lazos de comunión en el pasado; no respeta símbolos patrios ni
próceres. Está totalmente atomizado en el presente y el proble-ma del otro no
es su problema. Millones de indigentes y el resto de la población lo ve como
una estadística. Miles de personas víctimas de delitos y la respuesta es
enrejar las casas en lugar de peticionar como corresponde y no votar a quienes
sabemos de antemano que nada han hecho ni van a hacer por la seguridad.
En estas elecciones se sepulta
definitivamente un proyecto de país; seremos otra cosa, lo que se soñó siempre,
se terminó. Sabe este pueblo quienes tienen el poder detrás de Cristina;
quienes están detrás de Pino Solanas, de Alfonsín o de Duhalde; quien es
Rodriguez Saa en San Luis, o Macri, o Scioli? Para saberlo solo hace falta buscar
la información.
Correcto, señores, no tenemos
alternativas porque estos son los candidatos de la indolencia.
No
hay otra explicación, es una caravana peregrinando sin destino; y si en el
camino apareciese alguien que quiera marcarle el rumbo, simple-mente, será
ignorado.