JOSE MANUEL ESTRADA
Veo bandas rapaces,
movidas de codicia, la mas vil de todas las pasiones, enseñorearse del país,
dilapidar sus finanzas, pervertir su administración, chupar su sustancia,
pavonearse insolentemente en las cínicas ostentaciones del fausto; comprarlo y
venderlo todo, hasta comprarse y venderse unos a los otros a la luz del día.
Veo más. Veo un pueblo
indolente y dormido que abdica de sus derechos, olvida sus tradiciones, sus
deberes y su porvenir, lo que debe a la honra de sus progenitores y al bien de
la posteridad, a su estirpe, a su familia, a si mismo y a su Dios.
Y se atropella en las
bolsas, pulula en los teatros, bulle en los paseos, en los regocijos y en los
juegos; pero ha olvidado la senda del bien; y va a todas partes, menos donde
van los pueblos animosos. Cuyas instituciones amenazan derrumbarse carcomidas
por la corrupción y los vicios. La concupiscencia arriba y la concupiscencia
abajo... Eso en la decadencia, ... eso es la muerte.
Buenos Aires, 3 de abril
de 1890 - José Manuel Estrada
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En la República
Argentina para obtener un negocio, hay que comprar desde el Presidente de la
Nación hasta el último portero.
Citado por Raúl
Scalabrini Ortíz de una recopilación de Víctor M. Molina del Diario de Sesiones
de la Cámara
de Diputados de la Nación
del 19 de agosto de 1891.