Cristina ordenó un manto de silencio sobre Boudou y poner el acento en la supuesta recuperación económica
Luego del baldazo recibido con la citación a indagatoria de Amado
Boudou el viernes pasado, el sábado por la mañana CFK ordenó a sus
seguidores que no hablen más del tema y que se enfoquen en defender el
nuevo rumbo que comenzó con el acuerdo con el Club de París, con el cual
se supone “pusieron de rodillas” a la Unión Europea y Japón. El otro
eje del discurso oficial será el dominio de la inflación, ya que los
anuncios de los funcionarios diciendo que está controlada significan
claramente que el índice de precios de mayo estará por debajo del de
abril y será probablemente del 1,5%, aunque a las consultoras privadas
les dio más del 2%. En general, los analistas descuentan que el INDEC
volverá a medir menos que las consultoras, ya que se acepta que el
gobierno miente con las estadísticas, aunque mucho menos que antes.
Recomponer el relato
Pero el problema grave es que la presidente creería en serio que Axel
Kicillof logró un triunfo estratégico y Juan Carlos Fábrega dijo que si
la inflación baja del 2% se seguirán reduciendo las tasas de interés,
aunque conlleve el riesgo de que aumente el dólar blue. Así fue
que el sábado la presidente ni lo mencionó a Boudou y lo retó a Daniel
Scioli para que ponga fin al conflicto de la autopartista de Escobar y
lo mismo hizo la desaparecida Débora Giorgi, quien señaló que no
alcanzaba con la conciliación obligatoria ordenada por la provincia y al
día siguiente lo cruzó a Héctor Méndez, que había pedido un ajuste del
gasto público. Esta necesidad el ejecutivo la piensa dejar como una
pesada herencia al que gane en el 2015, junto con el aumento de la deuda
externa, las tarifas retrasadas y el tipo de cambio atrasado y en esos
ítems se resume la política oficial de aquí al fin del mandato. El
gobierno sabe que hay que ayudar a que la situación judicial del
vicepresidente desaparezca de la tapa de los diarios y dio el ejemplo
empezando con Página 12 del domingo, que no tiene ningún titulo
referido a Boudou y destaca que se viene una avalancha de miles de
millones de dólares de inversiones después del acuerdo con el Club de
París. Está claro que este panorama de Disneylandia que dispuso la
presidente está en la cabeza de una persona cuyo pensamiento no se
condice con la realidad. Es más, está completamente alejada de la misma,
pero es cierto que soñar no cuesta nada. Este esquema incluye fantasear
con que Florencio Randazzo le gane en las PASO a Scioli y después
obtener en las mismas y en la primera vuelta un poco más del 25%, lo que
le aseguraría al Frente para la Victoria mantener un sólido bloque de
diputados nacionales liderado por La Cámpora y también una mayoría
simple en el Senado para condicionar al que gane las elecciones en la
casi segura segunda vuelta. Todo para no se investiguen los numerosos
casos de corrupción que hay y habrá en la justicia federal. Desde ya que
se descarta la terminación antes de tiempo del gobierno, porque esa
situación llevaría a muchos cristinistas a la cárcel, incluso a ella
misma. De ahí los arreglos cerrados con Repsol y el Club de París y una
solución posible o postergación del problema de los holdouts.
Todos pasos para tirarle muertos al gobierno que viene. Eso significa
emitir bonos a cualquier tasa astronómica, total se pagará en el futuro,
o tomar deuda también a cualquier tasa, a fin de evitar quedarse sin
reservas. Y en todo momento mantener el relato de que nunca se negoció
con el FMI, que las empresas jamás tuvieron tarifas tan baratas en la
historia y que nunca se crearon más empleos que durante este gobierno.
En síntesis, patearle los graves problemas al siguiente y después pasar a
una oposición furibunda junto a los medios de comunicación que le sean
leales.