Un concejal de Caleta hace dos años tiene el despacho cerrado, cobra sueldo y es funcionario provincial
10:45 – Se trata del concejal de Caleta Olivia Juan José Naves (FPV), quien el 07 de noviembre renunció al Concejo Deliberante
de esa ciudad, lugar para el que fue elegido por los vecinos en las
elecciones del 2015 y tiene mandato hasta el 2019, cargos que se reponen
en las elecciones generales.
Lo cierto es que Naves renunció recién ahora, después de haber estado dos años de “licencia”, dado que al año de asumir la banca se fue a cumplir funciones como gerente de Servicios Públicos Sociedad del Estado. Y es más que evidente que no lo hacen “por convicción”, sino apremiado por la expiración del tiempo legal para “licenciar” el cargo que hace dos años no ocupa, de hecho en el segundo párrafo de su nota señala “Visto que esta licencia en curso está próxima a vencer…”.
Ahora
bien, de acuerdo a la Ley y teniendo en cuenta que una concejalía es un
cargo electivo representativo de un grupo de personas (votantes) que
ponen en el órgano legislativo municipal a una persona para que los represente, es casi una obviedad (más allá de aspecto eminentemente legal) decir que ante una ausencia prologada el concejal debe dejar en su lugar a quien lo secunda en la lista.
Este no fue el caso de Naves, indicaron las fuentes del propio CD a OPI.
Juan José Naves dejó cerrado su despacho en el Concejo Deliberante de Caleta Olivia, nunca puso un reemplazante en su banca (la cual quedó acéfala) pero a su vez siguió percibiendo el sueldo como Concejal, además de cobrar como Gerente de SPSE; es decir, como funcionario del Estado provincial.
Esta anomalía no es nueva en Santa Cruz y mucho menos entre los “militantes” del oficialismo, pero claramente por la actitud que ha tenido este concejal testimonial de mantener dos años vacía su banca, renunciar dos años después y cobrar su sueldo, no solo incurre en un hecho moralmente reprochable sino en un delito, si es que estuviéramos en una provincia donde la ley se aplicara en relación a los hechos y no de acuerdo a la cara y a la afiliación política que tenga el personaje.
La ley Orgánica de Municipalidades de la provincia de Santa Cruz (Nº 55), al respecto establece:
ARTICULO 88°: Los concejales suplentes se incorporarán no bien se produzca la vacante, licencia o suspensión del titular o cuando éste deba reemplazar al Intendente. El concejal suplente que se incorpore al Cuerpo Deliberativo, sustituyendo a un titular en forma temporaria, se restituye al término del reemplazo, al lugar que ocupaba en la respectiva lista. Si la sustitución fuere definitiva se colocará en el lugar correspondiente al último puesto de la lista de titulares. Si durante la sustitución temporaria se produjera una vacante definitiva, el suplente llamado para ese interinato la ocupará en carácter de titular.
Está claro que el incumplimiento de la Ley por parte de Naves fue total, pues a pesar de todo lo normado y la obligación que tiene de nombrar un suplente en su lugar continuó de “licencia” en el CD y como Gerente de SPSE durante todo el 2017 y el 2018 a dos meses de terminar el año, sin permitirle al segundo en la lista ocupar el lugar que orgánicamente le corresponde; en cambio, mantuvo el cargo político ante el Concejo Deliberante cobrando el sueldo pero dejando inactivo su despacho durante todo ese tiempo en un flagrante incumplimiento, no solo de la ley misma sino del mandato popular que le concedió su electorado.
Como una suerte de burla a la que nos tienen acostumbrados quienes hacen política de esta manera, Juan José Naves al final de su nota de presentación de la renuncia al cargo de Concejal escribió: “No obstante creo que es oportuno considerar que esta renuncia es hacia el cargo formal de concejal, “pero nunca lo será hacia el compromiso con mis vecinos y con esta ciudad para la que seguiré trabajando desde todo lugar por su engrandecimiento”. (Agencia OPI Santa Cruz)
