jueves, 2 de mayo de 2019

LOS “BEATOS” DE LA REVOLUCIÓN (y los Montoneros festejan)

 
En la publicación dominical El cohete a la luna que dirige el montonero Horacio Verbitsky, escribió el también montonero Luis “Vitín” Baronetto sobre la fraudulenta beatificación de Angelelli y sus compinches:
“El reconocimiento del martirio y la beatificación significa la revalidación de un compromiso que sin estridencias se viene concretando en los sectores signados por las injusticias sociales y el abandono de las políticas públicas de derechos humanos y sociales. Y en esa tarea, el despertar de nuevas conciencias acerca de las causas profundas generadoras de las situaciones de explotación y miseria. Para quienes siguen –seguimos— estirando el hilo del carretel, representa una reivindicación al compromiso de vida que acarreó persecución y dolores. Más importante, sin embargo, es si estas beatificaciones incentivan el surgimiento de nuevas expresiones en la perenne lucha por la justicia, la solidaridad y la fraternidad. Para eso, en definitiva, la Iglesia pone a los mártires como faros que inspiren, alienten y fortalezcan a quienes asuman el desafío de responder a las demandas de hoy por “vida y vida en abundancia” (Jn.10,10) para todas y todos.
Los cuatro mártires riojanos fueron declarados “beatos”. La beatitud no es cosa de santulones, ni exclusiva de la religión. Como lo indica la palabra, señala el horizonte de “felicidad”, de “bienaventuranza” especialmente para los necesitados, pobres, enfermos, presos, carenciados y angustiados de todo tipo. Ese horizonte –el reino de Dios, la nueva sociedad– tensiona la marcha. Por eso son “felices los perseguidos por causa de la justicia”. (Mt. 5,10). Es un reconocimiento público a su compromiso y su lucha junto a los pobres. Y son declarados “felices” para que sepamos valorar como bueno todo lo que hacemos para avanzar y crecer, superando las dificultades que siempre son muchas.

 

Personas y organizaciones, muchas de ellas que se dicen no creyentes o que tienen otras creencias, han compartido la alegría por la beatificación del Pelado Angelelli. Los mismos que junto a comunidades de base y grupos cristianos han reivindicado la memoria de los mártires desde la fecha de su asesinato en 1976; cuando las cúpulas eclesiásticas avalaban el terrorismo de Estado y las mayorías episcopales seguían con la anteojera del “accidente fortuito”. La persistencia de esa memoria arraigó, se expresó en los juicios por delitos de lesa humanidad y se extendió a otras latitudes latinoamericanas, hasta ganar terreno en la misma institución eclesiástica que ayer le negó apoyo, y ahora lo coloca en el lugar que siempre tuvo entre los pobres, con reconocimiento en plazas, calles, establecimientos educacionales y en tantos altares laicos que abundan en cárceles u hogares de niños y ancianos.
Después de la muerte cruel y violenta que padecieron, los mártires ya no necesitan nada. Están en otros mundos, quizás muy cerca y hasta podamos sentir su fuerza y sus energías para ser valientes, no achicarse ante los riesgos y jugarse la vida por todo lo que creemos bueno, justo y digno para todas y todos. Así lo vivieron los mártires ahora beatificados. Somos nosotros, los que seguimos andando por la vida, quienes necesitamos recordarlos para que nos contagien sus ganas y su voluntad de seguir caminando con alegría y esperanza. Ellos nos desafían a no bajar los brazos, a tener energías para sobreponernos a lo que nos limita o nos impide vivir felices, porque todos estamos llamados a la beatitud. Es cuestión de querer ser felices, pero nunca solos, siempre con otras y otros, como comunidad, como pueblo”.
No hace falta ser un experto en política para saber lo que se esconde detrás de toda esta logorrea “terciomúndica”,como la denominaría Castellani Magno.
Estos nuevos “beatos” servirán para la revolución social, cuyo mascarón de proa es el nefasto Jorge Mario Bergoglio, movido por su resentimiento y su desequilibrio mental, rasgo este último que parece agravarse cada día.
¡Pobre Patria nuestra, que para colmo soporta al macrismo imbécil!
Notas catapúlticas
1)El ex seminarista Baronetto es el biógrafo cuasi oficial del “beato” Angelelli, con un prontuario más que significativo:
– estuvo vinculado a la columna terrorista José Sabino Navarro. Ver el trabajo de Mónica Gordillo “La vertiente “montonera” en la reconstrucción del sindicalismo cordobés en democracia” en file:///C:/Users/Augusto/Downloads/21289-60479-1-SM%20(4).pdf
-también tuvo destacada actuación en el Cordobazo, secundando al activista gremial  Héctor “La Perra” Castro
-fue detenido durante el gobierno constitucional de la señora de Perón y salió en libertad en 1984.Luego fue Secretario de Derechos Humanos de la Municipalidad de Córdoba, cargo que aprovechó para alentar los juicios de la venganza contra el III Cuerpo de Ejército.
2)La mujer de Baronetto, Mónica Juana González, fue una montonera abatida por las fuerzas legales. http://www.robertobaschetti.com/biografia/g/190.html
3)Sobre Baronetto ver también http://catapulta.com.ar/?p=5541