Nacido en Betsaída, Galilea; hijo de Zebedeo
y Salomé, hermano de Juan el Apóstol. Fue uno de los discípulos más cercanos a
Nuestro Señor Jesucristo, uno de los primeros en dejar todo por seguirlo,
mientras estaba pescando con su hermano Juan, quien también siguió a Nuestro Señor.
Cristo los apodó hermanos
"Boanerges" que significa "Hijos del Trueno".
Santiago,
en todo momento se mantuvo fiel a Cristo, por eso fue elegido por Él junto a su
citado hermano Juan el Apóstol y Simón Pedro para presenciar la Transfiguración
en el Monte Tabor, donde vieron a Nuestro Señor junto a Moisés y a Elías
entablar una conversación.
Formó parte de la Última Cena donde fue el
primero en recibir a Jesús Sacramentado, tanto en el pan como en el vino.
Otro momento importante y quizás el más
primordial que vivió Santiago junto a Nuestro Señor, es el haberlo visto
resucitado en su aparición a orillas del lago de Tiberíades, donde Nuestro
Señor también realizó el milagro de la Pesca Milagrosa.
Después de la Ascensión de Nuestro Redentor a
los Cielos, Santiago comenzó su obra evangelizadora, cruzando el mar
Mediterráneo, llegó a Hispania (que actualmente comprende los territorios de
España y Portugal, de quien fue nombrado Santo Patrono) y allí tuvo una tarea muy
difícil: muchas veces rozando el desaliento Santiago pensó en abandonar su
misión pero la prosiguió formando discípulos.
Siete de estos discípulos, son los llamados
Varones Apostólicos, que fueron a Roma para ser ordenados obispos por San Pedro
y continuaron la misión evangelizadora cuando Santiago regresó a Jerusalén.
Estos Apóstoles también fueron testigos de la aparición de la Virgen María sobre
un pilar en Caesaraugusta (Zaragoza). En dicha ocasión todavía Nuestra Señora
no había realizado su hecho teológico e histórico de la Asunción a los Cielos,
se le presentó a Santiago para alentarlo y pedirle que no abandone su misión,
que en el lugar donde estaba situado el pilar edifique un templo, y que
posteriormente regresara a Jerusalén ya que la Virgen le había pedido a su hijo
Jesucristo que le concediera morir rodeada por los Apóstoles y que le permita a
Ella trasladarse a los diferentes y lejanos lugares en los que estaban los Apóstoles
para comunicarles lo que obtuvo de su amadísimo hijo.
En su regreso a Jerusalén, en donde fue el
primer Obispo de esas tierras, se vió en una realidad muy adversa, de
persecución hacia los cristianos, principalmente hacia los apóstoles. En ese
entonces, Herodes Agripa, Rey de Judea había ordenado matar a Santiago y a su hermano
Juan, apresó a Pedro, logrando el aplauso de los judíos.
Santiago encontró su martirio en el año 43,
fue el primero de los 12 Apóstoles en ser martirizado, después de haber estado
predicando, fue arrestado y decapitado. Sus restos fueron trasladados por sus discípulos
hasta Hispania, siendo enterrado en Galicia.
Sus santos restos permanecen en la Catedral
de Compostela que lleva su nombre. En actualidad, la Catedral de Santiago de
Compostela es visitada por miles de Católicos, quienes previamente realizan el camino
evangelizador que Santiago llevo cabo por esas tierras.
Luego de su muerte, sus discípulos
continuaron con la heredad del Apóstol, tomándolo como Arquetipo singular y
familiar espiritual cercano a Nuestro Señor Jesucristo. A su esfuerzo humano
–junto a la Gracia Divina- le debemos la evangelización de grandes bloques geográficos-culturales
de Occidente.
Es conocido y reverenciado por sus
apariciones en el campo de batalla, siendo una muy comentada y transmitida de
generación en generación su intervención en la batalla de Clavijo en el año
844, donde le dio la Victoria a los católicos que luchaban en contra de los moros
invasores que reclamaban 100 doncellas cristianas anuales al Rey Ramiro I.
Estando en inferioridad numérica, antes de
emprender el ataque, los soldados católicos gritaron el nombre del gran
Apóstol, Santo y Mártir, quién no se hizo esperar y con el poder de Cristo
descendió desde un rayo y acabó con todos los enemigos que estaban dispuestos a
pasar a degüello a todos los cristianos.
Otra de sus famosas apariciones se sitúa en
Perú, en la batalla de Centla, en Tabasco, en el año 1518. Allí, los
conquistadores estaban totalmente sitiados por indios y lejos de amilanarse,
huir o buscar componendas con los jefes de la barbarie india, se lanzaron al
combate invocando a su Santo Protector el Apóstol Santiago, quien nuevamente
asistió a los guerreros Católicos y les concedió la victoria.
Por esto y mucho más, Santiago fue nombrado
Patrono de España, de la
Reconquista
Española; Patrono de la Conquista española en América y de diversas provincias
y ciudades de Hispanoamérica; así como también protector de diversas divisiones
de ejércitos.
Las antedichas razones y menciones de la
crónica histórica, nos impelen hoy más que nunca pedir la intercesión ante
Nuestro Señor Jesucristo del Apóstol Santiago, quién que con el poder de Cristo
nos asista, proteja y guíe en la batalla por la Patria Terrenal para así ganar
la Patria Celestial. Él debe estar siempre presente en nuestra oraciones y su
impronta en nuestras acciones porque quedó harto demostrado que él nunca
abandonó a los pueblos Católicos cuando éstos se enfrentaron a los enemigos de
Cristo, de nuestra Fe y de las diferentes naciones que pertenecen a Hispanidad,
sobre todo, a su fracción americana que es Católica gracias a su evangelización
primigenia.
Hermanos en la Fe y Camaradas de Lucha,
tengamos confianza firme que con la aprobación y el poder de Jesús, Santiago
Apóstol jamás nos desamparará; en cada batalla que libremos Santiago el Mayor,
estará presente peleando junto a nosotros, incansable y victoriosamente contra
los enemigos de siempre. No debemos dar un paso atrás, mucho menos en estos
tiempos en donde nuestra Iglesia está siendo atacada desde adentro y desde
afuera, tenemos que dar todo de nosotros por el Reinado de Cristo, así como lo
hizo Santiago o lo hicieron miles de mártires a lo largo de la historia de la
Iglesia, imitando el más profundo amor martirial de Nuestro Señor.
¡¡¡ Viva Santiago Apóstol, defensor del
catolicismo frente a todos sus enemigos: turcos, herejes y paganos cuyos
cuerpos ruedan entre las piernas de su caballo!!!
Esteban
Coronel.
Oración corta a
Santiago Apóstol
Dios Todopoderoso y
Eterno,
que consagraste los
primeros trabajos de los Apóstoles con la sangre de Santiago,
haz que por su Martirio
sea fortalecida tu Iglesia
y se mantenga fiel a
Cristo hasta el Final de los Tiempos...
Amén.
Oración larga a
Santiago Apóstol
¡Gran Apóstol Santiago,
familiar cercano de nuestro Señor y aún más cercano a Él por lazos
espirituales!
Al ser llamado por Él
entre los primeros discípulos y ser favorecido con Su especial intimidad, tú respondiste
con gran generosidad, dejándolo todo para seguirle a la primera llamada.
También tuviste el privilegio de ser el primero de los Apóstoles en morir por
Él, sellando tu predicación con tu sangre.
“Atronador” en el
entusiasmo en la tierra desde el cielo, te has mostrado defensor de Su Iglesia
una y otra vez, apareciendo en el campo de batalla de los cristianos para
derrotar y dispersar a los enemigos de la Cruz, y llevar a los descorazonados
Creyentes a la Victoria. Fuerza de los Cristianos, refugio seguro de aquellos
que te suplican con confianza, oh, protégenos ahora en los peligros que nos rodean.
Que por tu intercesión,
nuestro Señor nos conceda Su Santo Amor, filial temor, justicia, paz y la
victoria sobre nuestros adversarios, tanto visibles como invisibles, y sobre
todo, que un día nos conceda la felicidad de verlo y tenerlo con nosotros en el
cielo, en tu compañía y la de los ángeles y santos para siempre.
Amén.
Himno a
Santiago Apóstol
Nacionalismo Católico San Juan Bautista