sábado, 27 de julio de 2013

LA PRESIDENTE ACLARA QUE "LIO" PIDIO FRANCISCO


La Presidente aclara qué "Lío" pidió Francisco
Y lo compara con Nestor Kirchner
Protesta ciudadana del 8 de Noviembre 2012
Decíamos ayer que las palabras de Francisco pidiendo a los jóvenes que salieran a la calle a hacer lío, podrían ser interpretadas como una incitación a protestar contra el Gobierno Argentino.
Parece que alguien ha pensado lo mismo en el seno de éste, pues cuando Cristina, rodeada por los afines habituales, nombró al Papa durante un acto, se oyeron algunos silbidos rápidamente acallados por la mantaria quien, a continuación, interpretó la frase de Francisco (ver video abajo):
"Algo que me gustó mucho ayer: escuchaba al Papa en Río decir que la Iglesia no era una ONG (silbidos)... ¡No!, permítanme... Uds. a quienes Néstor les dijo que eran transgresores hace mucho tiempo, ¿se acuerdan cuando les dijo -transgredan, salten todo, salgan a la calle-? Cuando se dice eso, que los chicos salgan a la calle (y pidió perdón a los obispos) porque la Iglesia no es una ONG, ¿qué les quiso decir?. Lo que les quiso decir es que hay que salir a luchar por los ideales y por las convicciones; que es lo que decimos nosotros de la política... Bienvenida esta nueva idea en estos tiempos de la postmodernidad..."
Evidentemente los que silbaron piensan que las palabras de Francisco tiran al gobierno por elevación; y Cristina, que no es tonta y sabe que contra el Papa tiene todas las de perder, salió a calmarlos explicando lo que quiso decir el Sumo Pontífice (según ella, claro), y analogando sus palabras a las de Néstor Kirchner: El Papa llamó, en su plano, a los jóvenes católicos a salir a la calle, como el ex presidente los había llamado en el suyo:  sean transgresores.
Recordarán nuestros lectores que en un post publicado recientemente, comentando las palabras del Papa a un grupo de religiosos latinoamericanos a quienes exhortaba a actuar (no encerrarse) aún a costa de equivocarse y recibir reprimendas de la Congregación para la Doctrina de la Fe, dijimos lo siguiente:
Aunque haya sido clásico de Mons. Bergoglio el plantear falsas antinomias, no dejan de preocupar estas palabras, pues en el estado actual de descontrol en que se encuentra la Iglesia (descontrol por "izquierda", desde ya), descontrol de la doctrina, de la Liturgia, de la Catequesis, etc. este consejo es como echar pólvora en un incendio. Salvando las distancias, nos recuerda el momento en que el ex presidente Kirchner dijo en uno de sus discursos y cuando en el país se realizaban piquetes y ocupaciones ilegales por doquier: "Los argentinos tienen que aprender a ser más transgresores".
Se ve que habíamos interpretado bastante bien, al menos en opinión de Cristina.
Finalmente quisiéramos tocar dos puntos:
Sabemos que entre las debilidades de Bergoglio se cuentan el intentar sorprender, con lo cual creemos que disfruta, y el agradar a su interlocutor diciendo lo que quiere oír (dentro de ciertos límites por supuesto).
Él sorprendió y agradó a los jóvenes argentinos, y a la prensa que está pendiente hasta de sus mínimos gestos, con el pedido de hacer lío contra el Orden Económico vigente y quizá contra el Gobierno Argentino.
No en vano según un artículo publicado hace poco en el diario La Nación de Buenos Aires, los jóvenes asistentes a estas JMJ esperan que Francisco "siga siendo revolucionario, continúe quebrando paradigmas, siga humilde, y cambie el mundo."
Pero cuando se pide a un católico que salga a conquistar el mundo para Cristo, debe también preguntarse si está preparado para eso.
Así como el Señor envió a sus discípulos luego de una larga y paciente preparación, el envío de los jóvenes debe estar precedido por una sólida y piadosa formación doctrinal y litúrgica (lex orandi lex credendi), y un acendrado celo por las cosas de Dios.
Al leer el resultado de una encuesta en la que Ibope consultó a 4004 jóvenes brasileños sobré qué debía cambiar Francisco, se tiene la convicción de que en lugar de enviarlos a la calle, habría que mandarlos a catequesis de primera Comunión (ver artículo de La Nación enlazado arriba):
El 80 % apoyó el uso de la píldora del día después, 74 % el fin del celibato para curas y monjas (pobres, no saben lo que es ser monje), el 61 % defendió la posibilidad de que las mujeres celebren misa, y el 51 % cree que debería aceptarse el casamiento entre personas del mismo sexo.
Se dirá que estos jóvenes no son los que participan de las JMJ. Pero en la misma nota, hay testimonios de asistentes a ellas que plantean de la aprobación de las relaciones sexuales prematrimoniales, de la homosexualidad, etc.
Francisco, que ha sido el responsable último de la desastrosa catequesis que se enseña en muchos colegios católicos y parroquias de Buenos Aires, no puede desconocer esta realidad.
Él debe saber que en las festivas noches de los Sábados, omnibuses pasan por las cerradas puertas de los colegios católicos para llevar a los boliches de onda, que son verdaderos antros de corrupción, a los que durante las jornadas hábiles asisten a esos mismos establecimientos.
A estas personas no se las puede mandar a la calle así como así. Necesitan primero tener una sincera conversión apuntalada por una formación doctrinal seria.
Un amigo nos decía poco ha, si este baño de mundanal popularidad que el Papa fomenta y en la que se ve sumergido todo el tiempo; este saberse alagado hasta la náusea, incluso por vanalidades, incluso con mentiras que lastiman la memoria de otros Papas, no habrá afectado la cordura de Francisco.
Qué mortal puede soportar sin daño para su psiquis y peligro para su alma una operación de prensa, montada como un mecanismo de relojería, que proclama a los cuatro vientos sus méritos y bondades y lo califica como salvador.
Ha sido una constante de Jorge Mario Bergoglio pedir que se rece por él. Hagámosle caso, ahora más que nunca, pues es evidente que se ha colocado en una situación de grandísimo peligro para su alma: la tentación diabólica de un mundo que alaga para conseguir determinadas concesiones de la Iglesia, como si el alagado no supiera que la lisonja del siglo es signo evangélico de traición a la Fe: "Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero, como no sois del mundo, porque yo al elegiros os he sacado del mundo, por eso os odia el mundo". (Jn 15, 19)
Una reflexión final. Aunque en general no hablamos aquí de política no podemos dejar de referirnos a las primeras palabras del video de abajo, en la que la Presidente recuerda con unción,  bajo el aplauso de sus afines, los 60 años del primer intento de Fidel Castro por llegar al poder.
¿Puede una persona que ha multiplicado sideralmente su riqueza en los últimos tiempos, que viste costosísimas prendas y viaja en carísimos medios de transporte, es decir, que vive como la más conspicua capitalista, alabar una tiranía que ha llenado de miseria y desesperación a varias generaciones de cubanos?
¿Como es posible que no se advierta la incoherencia entre el decir y el hacer, entre el discurso y la vida cotidiana?
¿Notarán los jóvenes que no pueden aplaudir al mismo tiempo la humildad de Francisco y la desvergüenza de estos políticos?