Los oficiales de las Fuerzas Armadas de la Nación Argentina hemos tenido siempre y aún tenemos Palabra de Honor.
Aunque el concepto parezca una anquilosada antigüedad.
Por eso existía legalmente -no sé en la actualidad si existe aún- un
fuero especial, el del Honor, regido por leyes de fines del siglo XIX y
de principios del siglo XX.
Cuando decimos leyes, el lector entiende que estamos aludiendo a la
necesaria participación del HONORABLE Congreso de la Nación, del Poder
Judicial y del PEN.
Es decir, que no son papeles hechos por militares trasnochados, en
momentos de inspiración, sino que fueron producto del sistema
republicano de gobierno de nuestro país, como parte de la doctrina
necesaria para la formación de los oficiales, inspiradas en las celebres
y casi universales “Ordenanzas de Fernando el Séptimo”, del otrora gran
imperio español, madre de nuestra Patria.
Nosotros, los militares, como individuos, ciudadanos y agentes del
Estado nacional no hacemos las leyes: Tenemos con ella la misma relación
que todos los ciudadanos, las cumplimos o dejamos de cumplir.
Para eso existen el libre albedrío y, justamente, las leyes y los
distintos órganos y procedimientos de aplicación que nos obligan, nos
premian o nos castigan.
También, los militares hemos “gozado” de otros “fueros especiales”
que nos privilegiaban con leyes muy duras, como el Código de Justicia
Militar.
Describo algún privilegio: pegarle a un superior frente al resto de sus camaradas, puede significar años de prisión.
¿Qué pasa si un civil le pega a un capataz, a un gerente o a un encargado? Nada… simple juicio administrativo.
Nuestros “privilegiados fueros ” nos premiaban hasta con la pena de muerte, no contemplada en la justicia civil…
¿El lector creía que en Argentina no existía la pena de muerte? Pues
sí, existe para nosotros, oficiales, suboficiales y soldados, o existía,
Digo existía, porque con tantos cambios, no sé si existen todavía y no tengo vocación de ponerme a investigar.
En ese marco nos formamos, los soldados de la Nación Argentina,
porque así concibieron oportunamente las autoridades del Estado, que
debía formarse a sus hombres de Armas.
¿Para qué? MUY simple, para cumplir con el rol que le marcaba la
Constitución, en base a las Directivas del PODER EJECUTIVO NACIONAL.
Por eso fuimos a la guerra que el presidente Perón (nuestro
Comandante en Jefe) resolviera dar, contra las organizaciones armadas en
los famosos 70, y después La presidente Martínez de Perón y el
presidente Videla.
Si nos insubordinábamos adivinando que en el futuro cambiarían las leyes nos encarcelaban o fusilaban…
Muchos años después, otro Comandante en Jefe, también nuestro
superior, nos hace encarcelar, cambiando toda la estantería jurídica.
La continuidad jurídica hace que el cargo sea independiente de las
personas, ayer ese funcionario nos mandó a la guerra, hoy nos encarcela
por haber ido.. no lo entiendo, nadie lo entiende…
Volviendo al tema del honor, repito, no se si aun tiene vigencia el
reglamento y las leyes de los Tribunales De Honor, pero de lo que si
estoy seguro es de que SEGUIMOS SIENDO HOMBRES DE HONOR; SEGUIMOS
TENIENDO “PALABRA DE HONOR”. por profunda formación, por tradición, con
independencia del derecho positivo.
Y tenemos honor y palabra de honor, cualquiera sea la situación en
que nos encontremos: en actividad, en retiro, sanos, enfermos, viejos o
jóvenes, fuera de las cárceles o dentro de las cárceles,
Pero a lo largo de la historia de nuestras FFAA, sus hombres, seres
de carne y hueso, hemos cometido faltas al honor, y hemos cometido
delitos de distinto tipo.
Por eso estaban los tribunales de honor y los penales militares de
Magdalena y Campo de Mayo, donde había oficiales, suboficiales y
soldados, juzgados y encarcelados por la Justicia Militar que los
consideró en su momento culpables de delito.
Es decir: ERAN DELINCUENTES, militares delincuentes, militares que habían DELINQUIDO.
Es decir, algunos cumplían el Código de Honor, otros no, algunos cumplían las leyes militares, otros no.
Igual que ahora y siempre, porque el ser humano es universal.
El hombre conoce el DEBER SER y hace simplemente lo que quiere, ¿por
qué? simplemente porque es libre… por eso están llenas las cárceles del
mundo.
Pero ha aparecido en los últimos años en el ámbito castrense una
nueva categoría, un nuevo estadio del oficial, del suboficial y de sus
agentes civiles: el rol o estatus de ” prisionero de guerra” o de “preso
político”.
Éstos no son delincuentes, pese a que estén tras las rejas. salvo excepciones, que confirman la norma.
En todas las guerras hay crímenes de guerra…
La gran mayoría siguen siendo honorables soldados de la Patria, en
cumplimiento de su juramento de ” seguir constantemente a su bandera ” y
defenderla hasta perder la vida…
Algunos ya han cumplido esta ultima parte también, silenciosamente.
¿Alguien se pregunta por qué tan silenciosamente? ¿Por qué no nos defendemos? ¿Por qué no hablamos?
Simplemente porque siempre nos apoyamos en nuestros superiores, el se
encarga de resolver mis problemas, mi superior, mi jefe, mi comandante…
esa clase de bicho raro somos, así nos formamos…
Y si es nuestro Comandante el que nos mandó a la guerra y hoy nos encarcela, no entendemos nada..
Por eso esperamos que el comandante en jefe entienda la situación
injusta y la modifique. YO TENGO CONFIANZA EN QUE ESTO HABRÂ DE OCURRIR
con la actual Comandante en JEFE… no porque nadie la obligue sino por
propia convicción…
Algunos ya hemos sido prisioneros de guerra de los ingleses después de Malvinas.
Fuimos prisioneros de una guerra clásica.
El actual estatus es el de prisionero de una contienda que podemos
identificar como “Guerra Civil,” aunque está totalmente demostrado y
aceptado que en realidad se trató de una Guerra Revolucionaria,
organizada y conducida desde usinas exteriores de poder.
A esos prisioneros de guerra, que siempre serán libres aunque estén
detrás de las rejas, les alcanza las generales de la ley: han sido y son
hombres de Honor.
Tan es así que existiendo esta situación desde hace años, jamás uno
de los detenidos ha intentado FUGARSE desde el Hospital Militar Central o
desde los otros diversos Hospitales Militares donde se los atiende.
Y han tenido y seguirán teniendo múltiples necesidades de atención
médica, debido a la edad de la mayoría de ellos, a las dolencias propias
de ella, agravadas por la injusta situación que les está tocando vivir.
JAMÁS un hombre de honor puede comprometer gravemente a camaradas de
un ámbito donde no solo reciben atención médica, sino cariño, respeto,
comprensión. de la gente “de blanco “.
Y los hombres de honor no lo han hecho ni lo harán.
Creo que el poder político ha tomado medidas MUY apresuradas en
relación con esta “operación política disfrazada de fuga”, que espero
sean transitorias y se reviertan en lo posible, y se trate de llegar al
verdadero “quid” de esta cuestión.
La cúpula de Sanidad del Ejército, empezando Por el General Marcelo
Gutiérrez es un lujo de hombres ultraprofesionales, que sacando fuerzas
de flaquezas está manteniendo a flote la sanidad militar.
El ámbito de Defensa, no puede darse el lujo de perderlos.
El Sr. Ministro está a tiempo de revertir la situación.
Lo que debió haber hecho es apoyarse en ellos, en las autoridades de
Sanidad y apoyarlos para investigar hasta descubrir los hilos de este ”
operativo comando “, porque no ha sido otra cosa.
Nadie del Ejercito ni del HM va a arriesgar el bien del conjunto de
los detenidos por favorecer a dos de ellos, cualquiera sean. Nos
interesa el conjunto, la totalidad y globalidad del problema, no los
individuos…
Las autoridades del Hospital y el general Gutiérrez han tenido
siempre confianza en la palabra de honor y la buena fe de los camaradas
presos.
Esto ha sido otra cosa y esta gente se ha comportado como la excepción que confirma la regla.
Es parte de la maniobra para seguir alejando a las autoridades Nacionales, del Ejercito y de las FFAA.
Como cuando lo convencieron al entonces presidente NK de basar su
proyecto Nacional y popular, sobre lo huesos y en contra de la FFAA,
cuando debió haber sido todo lo contrario, con las FFAA contra los
verdaderos enemigos.
Todos los principios de la logica y del Derecho se vulneraron, para
revertir soluciones políticas que otros presidentes habían dado a un
problema político como es la guerra. Eso lo supo y lo sabe todo el
mundo, en argentina y en el exterior.
Y se encuentran hoy con efectos no deseados en su momento, como tener
mas de mil presos políticos, ya de manera insostenible jurídicamente.
Por error de calculo, se les fue de las manos, y la presión de un
pequeño sector embebido en odio y deseos de venganza sin ton ni son, le
hicieron cometer este error, del cual estoy seguro se quiere salir.
Por eso la confusión de la hora: ¿quién defiende?, ¿quién ataca?, ¿por qué?, ¿cómo?
En esta confusión trato de encontrar algunas cosas mas o menos claras
y hablo por mi como ciudadano libre y sabiendo que por tener estado
militar mi comandante en jefe, mi superior es la Sra. Presidente, a
quien no me dirijo directamente, pues debería hacerlo por la vía
jerárquica, pero si pudiera hacerlo, y me animara, le diría:
1. La Fuerzas Armadas como institución no son ni de derecha ni de izquierda. son componentes del Estado, dependiendo del PEN.
2. los hombres de las FFAA no somos gorilas liberales vendepatrias,
etc., etc., somos mas o menos republicanos pero dentro de esa gran
franja que se da en llamar “NACIONAL”, sin ismos.
Se sorprendería más de un “nacional y popular” al conversar con
oficiales y suboficiales, de siempre, no de ahora de las coincidencias
que tendrían en las definiciones políticas de los temas más primarios y
elementales.
Lo que le ha costado gastar litros de saliva a un presunto “liberal”, como quien esto escribe… sin poder convencer a casi nadie.
Hoy ya maduro, me he corrido del espectro hacia no sé donde,
presuntamente hacia arriba, como de los laberintos, porque si estos que
menciono abajo son “liberales” yo prefiero ser totalitario…
3. No se engañen, nuestros “Amigos ” no son Clarín, La Nación, Mitre, Magnetto, Blaquier, etc. Y todo lo que se pueda encuadrar en el concepto de ” lo establecido ”
4. Creo que estos son los eternos traidores, traidores a todos y a
todas, quienes sabiendo la verdad y teniendo la obligación de decirla,
la callaron.
Comercian con la verdad, su palabra es un arma poderosa, su palabra se alquila al mejor postor y está indudablemente, manchada…
Ahora que el gobierno no los quiere alquilar, buscan nuevos patrones, para asegurarse su parte de poder.
Son los que habiendo instado a los golpes militares y apoyado la
guerra contra la subversión, después nos llamaron ” genocidas, “y”
represores “.
Son los que saben que la guerra no es judiciable con el código penal,
que es un acto político y ahora que van por ellos se acuerdan de la
Republica y la división de Poderes.
5. las FFAA no pueden participar en política partidaria ni política
interior, pero creo no equivocarme al afirmar que la mayoría de sus
hombres, aspiramos a verlos desenmascarados y presos…
Pero no quisiéramos compartir nuestra honrosa prisión con ellos.. a
ellos les caben calificativos muy serios como aquel del cual hablara
Mariano Moreno en su celebre discurso..
En razón de esta reducida y desordenada exposición me atrevo a solicitar a la Sra. Presidente:
- revea los relevos en SANIDAD y apóyese en ellos para descubrir a
los verdaderos autores ideológicos de esta fuga de los dos oficiales y
arribar al verdadero efecto deseado por sus autores, que presuntamente
va mas allá de las dos personas involucradas
- Por amor de Dios y muy humildemente le pido, continúen permitiendo
que nuestros nobles y honorables camaradas detenidos sigan siendo
atendidos en los Hospitales militares. Hacer lo contrario seria
ensañarse con los indefensos.
- No vea a las FFAA como enemigas de ” lo Nacional” (Savio, Mosconi, Perón).
- Apóyelas para su recuperación y apóyese en ellas en forma orgánica,
institucional y Constitucional, para reorientar su proyecto de gobierno
(vea BRASIL y CHILE).
- conózcalas, quiéralas y hágase querer.
-revierta políticamente la injusta situación de los “presos políticos
“. Es un efecto no deseado de una medida que tomara su esposo por
necesidad coyuntural, MAL aconsejado.
Solamente usted tiene el valor de tomar grandes decisiones políticas.
Es muy grande el daño que le hace a su gestión y a su historia, solo
para darle el gusto a un puñado de personas envenenadas y cegadas por el
odio.
Hacerlo la hará salir de los niveles de la política, sería un acto de UN ESTADISTA.
- Y no se olvide de los verdaderos enemigos. Rezaré para que ello ocurra.
Nunca es tarde
Coronel VGM (RE) Julio Santiago Canteros