Trágica noche del Apóstol en Santiago
Ayer estuve en el lugar del trágico descarrilamiento que
ya ha provocado más de 75 muertos
-según los datos disponibles al escribir estas líneas- y que ha teñido
de luto el día grande de Galicia. Aquí tenéis las fotos que hice allí.
He decidido no publicar, por respeto a sus familias, ninguna foto que
incluya primeros planos de los cadáveres cubiertos con sábanas y mantas.
Teléfonos de atención para los familiares de los accidentados:
900 101 660 – 900 444 222
Fui a Santiago por la tarde para ver los célebres fuegos del Apóstol,
el espectáculo pirotécnico con el que la capital de Galicia celebra su
día grande. Las calles estaban repletas de gente y rebosaban de un aire
alegre y festivo. Tras asistir a las vísperas en la Catedral, fuimos a
cenar temprano al Franco. Allí me enteré de que había descarrilado un tren en Angrois, muy cerca de Santiago.
Poco después salimos del restaurante. Era extraño ver las calles llenas
de música y felicidad. La gente todavía no se había enterado de lo
ocurrido, pero poco a poco los móviles iban dando noticia del
terrible acontecimiento, dibujando caras de tristeza entre compostelanos
y turistas. Como la noche ya no estaba para fiestas, decidimos irnos. Circulando por las calles de Santiago empezamos a escuchar las sirenas de las ambulancias. Fuimos hasta la zona del suceso y allí las sirenas de los vehículos de emergencia ya formaban un griterío.
Nunca he visto tantas ambulancias, vehículos de bomberos y coches policiales juntos. El enorme y rápido despliegue no era gratuito. Al llegar al lugar de los hechos nos encontramos con esta imagen:
Lamento la mala calidad de la foto, pero estaba oscuro y tuve que recurrir al máximo ISO de mi cámara. Los
vecinos de esta zona fueron de los primeros que ayudaron a las víctimas
del descarrilamiento, cediendo sábanas, mantas, toallas y agua.
Incluso cedieron mantas de bebé para tapar los cuerpos de los
fallecidos. Siempre me he sentido orgulloso del pueblo gallego, de su
hospitalidad y de su prontitud a prestar ayuda a cualquier desconocido
que la precise. Desde ayer mi orgullo se ha hecho todavía mayor.
Estuve hablando con algunas vecinas que me contaron que se
levantó una enorme polvadera, oyeron una explosión y vieron fuego y
humo. El descarrilamiento se produjo cerca de un puente que
pasa sobre las vías férreas, cuando el tren, procedente de la estación
madrileña de Chamartín, se aproximaba a Santiago con destino a Ferrol.
Sobre ese puente se formó una procesión de ambulancias.
Bajo el puente las imágenes eran muy duras:
La mayor parte de las fotos que hice de todo lo situado cerca de esta última no las voy a publicar. No me di cuenta al tomarlas, pues estaba oscuro, pero al llegar a casa observé que en las fotos, paralelas a las vías, había varias filas de cadáveres cubiertos con las sábanas y mantas que habían cedido los vecinos.
A algunos de los muertos les sobresalía el calzado. No me gustaría que
alguien viese esas fotos y reconociese a un ser querido en una imagen
tan dolorosa. Espero que lo comprendáis.
Cuando llegamos ya había allí una grúa de gran tonelaje
levantando uno de los vagones para que los equipos de socorro pudiesen
rescatar a los heridos y fallecidos que aún estaban atrapados
entre los restos del tren Alvia. Aún no me explico cómo consiguieron
meter semejante grúa por caminos tan estrechos. Al otro lado del puente
el reguero de ambulancias descendía hasta las vías:
Cada vez llegaban más y más. Allí nos enteramos del número de
pasajeros que llevaba el tren y del recuento de heridos. Enseguida comprendimos, haciendo una simple resta, que el número de muertos iba a ser considerable.
En torno a las once de la noche se desplazaron hasta la zona el alcalde de Santiago, Ángel Currás, y el vicepresidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda:
No voy a entrar en hipótesis ni en valoraciones políticas sobre lo ocurrido. No me parece de recibo en un día tan trágico. Así mismo, os ruego que evitéis debates políticos en esta entrada.
Después de lo que vi anoche no tengo el ánimo necesario para
soportarlos. Entre la gente que estaba por allí había de todo: unos
hablaban de atentado, otros de accidente… En instancias oficiales hablan
de accidente, y me parece lo más probable. Las vecinas con las que hablé me dijeron que el tren iba muy rápido. Desde luego el tramo es el ideal para un descarrilamiento por exceso de velocidad, pues es una curva pronunciada y muy larga. Aquí podéis ver el comienzo de la curva, que pasa bajo le autopista AP-9:
Y aquí el final de la curva, justo después del lugar donde se produjo el descarrilamiento:
De todas formas, está pendiente una investigación de lo ocurrido y lo más prudente es esperar a que se conozcan sus resultados.
Por lo demás, el estado del tren era un puro desastre. Aquí podéis ver un vagón que se quemó (a
la derecha en la foto). Creo que es un furgón generador. Se montó sobre
el vagón que llevaba delante. El vagón generador debió colisionar con
la catenaria (los cables eléctricos que van sobre las vías):
La locomotora no parece que haya sido el elemento más dañado del convoy:
El vagón que llevaba detras quedó volcado, igual que los tres siguientes. Los demás vagones del convoy se llevaron la peor parte:
Podéis ver aquí el tremendo destrozo del vagón que se incendió:
Según me dijeron algunos vecinos, uno de los vagones (el que veis en la foto de abajo) salió lanzado fuera de la vía y se llevó por delante un palco musical. Menos mal que no había niños jugando por allí…
En esta otra foto podéis ver con más detalle el agujero hecho en una de las ventanas del vagón, posiblemente por uno de sus ocupantes para poder salir de él:
Según han dicho en el canal 24H de TVE, aún consiguieron sacar a medianoche a dos heridos que estaban atrapados en el tren. Para ayudar en el levantamiento de los vagones se desplazó una segunda grúa como ésta hacia la zona:
Durante varias horas los bomberos estuvieron recorriendo las vías con linternas. Había cadáveres en varios puntos de la vía, cerca del convoy. El mayor número de ellos estaban próximos al puente.
Aquí vemos a otro bombero metiéndose en uno de los vagones más dañados por el agujero hecho en una ventana por los pasajeros y por vecinos que acudieron a rescatarles:
A la una de la madrugada, tras varias horas de horror y de duro trabajo, entre algunos miembros de los servicios de socorro empezaban a observarse los signos de la fatiga. En ese momento ya casi no quedaban ambulancias en la zona.
Caras de pesadumbre entre policías y servicios de socorro.
También se han desplazado hasta la zona varios vehículos funerarios. Estaban desbordados.
Y en fin, hasta aquí llega mi crónica. Pero no quiero terminar esta entrada sin añadir dos capítulos.
El primero es para hacer llegar mi abrazo a los numerosos heridos -a los que deseo una pronta recuperación- y los familiares de los fallecidos. A los que seáis creyentes, os ruego una oración por los que han perdido la vida en este espantoso descarrilamiento.
Finalmente, quiero agradecer la actitud de los vecinos de Angrois ante este terrible suceso,
y también la excelente labor que han hecho bomberos, policías, guardias
civiles, el personal de las ambulancias, los voluntarios de Protección
Civil, así como las personas que se han acercado masivamente a los
hospitales de varias ciudades para donar sangre. Me siento orgulloso de
ser paisano suyo. También agradezco las muestras de apoyo y
solidaridad hacia Galicia que han llegado desde el resto de España y
desde otros países. Ha sido emocionante ver la cercanía de
tanta gente en unos momentos tan duros. Si deseas mostrar un símbolo de
solidaridad con esta tragedia en tus redes sociales, te ofrezco esta
imagen que he preparado con la bandera gallega y un lazo negro. Es de
libre uso, puedes utilizarla sin pedir permiso y sin citarme como autor.