Milani gana 50.000 pesos por mes, pero esto no justifica su mansión en La Horqueta
Hace tiempo que en este medio
informamos sobre la mansión del General César Milani en O’Higgins 3636,
La Horqueta, San Isidro. Claro está que la revelación fotográfica del
inmueble en el programa de Jorge Lanata impactó mucho más que las letras
de molde. En ese mismo programa, se dijo que Milani gana 15.000 pesos
por mes cuando en realidad los generales de división tienen un sueldo de
cerca de 50.000 pesos. Justamente, uno de los mayores motivos de
malestar entre los militares es la maniobra -repetida desde antes de que
los Kirchner llegaran al poder- que consiste en el aumento de los
sueldos al personal en actividad mediante diversos suplementos no
remunerativos. De este modo, se retrasan cada vez más los haberes de los
retirados. Otro efecto que es que los altos sueldos de los oficiales
superiores garantizan bastante la lealtad política de los mismos al
gobierno, ya que pasar a situación de retiro implica pasar a cobrar
menos del 50% del sueldo. Volviendo a Milani, estuvo seis años al frente
de la Dirección de Inteligencia del Ejército, que administra sumas cada
vez mayores de fondos reservados. Si prospera la denuncia por
enriquecimiento ilícito en su contra que le hizo Graciela Ocaña y Milani
opta por seguir el ejemplo de María Julia y declarar que compró sus
propiedades con fondos reservados, podría ocurrirle lo mismo que a ella.
La justicia federal es bastante renuente a aceptar este tipo de
argumentos y sobre todo a tolerar que los funcionarios se enriquezcan a
través del pozo negro de los fondos reservados. Pero nuestros lectores
están enterados de que, junto al general Luis María Carena, ex Director
de Remonta y Veterinaria y actual Jefe del Estado Mayor Conjunto, Milani
se habría enriquecido a través de la explotación de las miles de
hectáreas para siembra y cría de ganado que son propiedad del Ejército.
En estas inmensas extensiones, Carena realizó exitosas cosechas de soja.
No por nada este general es amigo y pariente de Carlos Zannini, el
todopoderoso Secretario Legal y Técnico de la presidencia.
Patrimonio injustificable
El obvio costado ilícito del patrimonio de Milani no fue negado por
la presidente ni por su ex jefa, Nilda Garré. Y tampoco por Agustín
Rossi, el flamante Ministro de Defensa, pero sí por su antecesor, Arturo
Puricelli, quien impulsó una denuncia en su contra ante la justicia
federal, donde está radicada la causa. Puricelli está alineado con el
Ministro de Planificación Julio de Vido, quien bancaba a los generales
Roberto Biondini y Luis Pozzi, anteriores jefes del estado mayor general
del Ejército. La presidente reaccionó acusando a los radicales y a
sectores de derecha de atacar a su general preferido, como si fuera
contradictorio con apoyar el punto final en el caso de la UCR y por
oponerse a los juicios ala derecha. Dentro del gobierno, el sector que
sigue a De Vido critica duramente al Zannini y a Horacio Verbitsky por
inventar al supuestamente “chavista” Milani ya que, dicen, ninguno de
los anteriores jefes de Estado Mayor fue cuestionado por violaciones a
los derechos humanos durante el proceso militar. Así las cosas, estas
críticas de De Vido y Puricelli apuntan al costo político que está
pagando la presidente por culpa de Zannini, Garré y Verbitsky. Los
primeros habrían alertado sobre la inconveniencia de destinar como jefe
de estado mayor a un oficial tan cuestionado. Y más todavía ascenderlo a
teniente general. La cuestión se aplazó en el Senado y ya generó un
alto costo político que no terminó de pagarse, porque falta mucha tela
para cortar.