La prensa progresista liberal (1)
está desesperada y su desesperación la hace ver oasis. Es que, desde
que el cardenal Bergoglio fue electo Papa, vienen prometiendo los
cambios sustanciales (léase subversivos) en la Doctrina de la Santa
Madre Iglesia. Y ya van casi cinco meses y no hay nada de ello.
Esta locura por ver subvertida la Doctrina Católica los llevó a festejar con bombos y platillos las supuestas declaraciones innovadoras del Papa en la conferencia de prensa que se improvisó en el vuelo de retorno a Roma luego de la JMJ Río 2013. Pero basta con leer por ejemplo la nota (VER) del "experto" en religión católica del grupo Clarín, Sergio Rubín, para ver como este sujeto saca una frase de contexto del Papa para utilizarla maliciosamente, saciando así su desesperación por los cambios que no vienen ... ni van a venir.
Sin
embargo, y pese a los esfuerzos de estos profesionales de la mentira,
al analizar las declaraciones del Papa vemos que las mismas son
absolutamente concordantes con la Doctrina Católica. Es más, el mismo
Francisco le cerró la puerta a un debate sobre el aborto, el matrimonio
sodomita y el sacerdocio femenino. Por tanto, nada va a cambiar al
respecto.
Vale trascribir lo que dijo el Santo Padre realmente:
PERIODISTA:
La sociedad brasileña ha cambiado, los jóvenes han cambiado. Usted no
ha hablado sobre el aborto ni sobre el matrimonio ente personas del
mismo sexo. En Brasil se ha aprobado una ley que amplía el derecho al
aborto y otra que contempla los matrimonios entre personas del mismo
sexo. ¿Por qué no ha hablado sobre eso?
FRANCISCO: La Iglesia se ha expresado ya perfectamente sobre eso, no era necesario volver sobre eso, como tampoco hable sobre la estafa, la mentira u otras cosas sobre las cuales la Iglesia tiene una doctrina clara. No era necesario hablar de eso, sino de las cosas positivas que abren camino a los chicos. Además los jóvenes saben perfectamente cuál es la postura de la Iglesia.
PERIODISTA: ¿Pero cuál es su postura en esos temas?
FRANCISCO: La de la Iglesia, soy hijo de la Iglesia.
MÁS CLARO IMPOSIBLE!!!!!
Asimismo, respecto al sacerdocio femenino el Papa dijo: "En cuanto a la ordenación de las mujeres la Iglesia ha hablado y dice no. Lo ha dicho Juan Pablo II, pero con una formulación definitiva. Esa puerta está cerrada.
Pero sobre esto quiero decirles algo: la Virgen María era más
importante que los apóstoles y que los obispos y que los diáconos y los
sacerdotes".
IGUALMENTE DE CONTUNDENTE SU RESPUESTA!!!!
Pero,
pese a la claridad meridiana de Francisco en sus manifestaciones, la
prensa liberal toma una frase sacada de contexto, utilizándola como
título impactante: "... Si una persona es gay y busca al Señor y tiene
buena voluntad, ¿quién soy yo para criticarlo?...".
Luego
un desarrollo mal intencionado de la nota queriendo hacer decir al Papa
lo que no dijo: un supuesto visto bueno o aceptación de Su Santidad a
la homosexualidad. Pero ello no es así.
Los medios de comunicación omitieron maliciosamente como sigue la frase del Sumo Pontífice: "... El catecismo de la Iglesia católica lo explica de forma muy bella esto (2). Dice que no se deben marginar a estas personas por eso. Hay que integrarlas en la sociedad. El problema no es tener esta tendencia...".
Es
evidente que el Santo Padre, se refiere a la TENDENCIA homosexual, y no
al ACTO homosexual. Y en virtud de ello es de acuerdo a la Doctrina
Católica no tener nada que criticar a una persona que tiene esa
tendencia aberrante y que cargando con esa cruz, lleva una vida casta,
es decir que domina sus pasiones desviadas.
En conclusión, la prensa liberal hizo lo de siempre, decir medias verdades, sacar frases de contexto, en definitiva mentir, ya que los dichos de Francisco sobre la homosexualidad son concordantes con el Catecismo de la Iglesia al cual remite expresamente. Asimismo vale resaltar que nada nuevo dice el Papa sobre la materia que antes no hayan dicho sus antecesores, como el beato Juan Pablo II, quien expresó al Parlamento Europeo: "... La Iglesia rechaza la discriminación de los homosexuales, pero considera moralmente inadmisible la aprobación jurídica de la práctica homosexual. Ser comprensivo con quien peca no equivale a aprobar el pecado. Cristo perdonó a la adúltera, pero le dijo que no pecara más...". Por último, si alguno todavía tiene duda de la postura del Papa sobre la homosexualidad recomendamos leer la carta que el entonces cardenal Bergoglio le enviara a las Monjas Carmelitas de Buenos Aires en ocasión del debate sobre el matrimonio sodomita.
Para leerla PRESIONE AQUÍ
NOTAS
(1)
Nos referimos solamente a la prensa progresista liberal, ya que la otra
prensa progresista, es decir la marxista, es tal su odio hacia Cristo y
su Iglesia que no le importa subvertir su Doctrina sino que su deseo es
eliminarla. Ello, aunque parezca paradójico, le permite hacer un mejor
análisis de las declaraciones del Papa -Ejemplo: la Nota del pasquín
Página/12 (VER)-.
(2) Castidad y homosexualidad, según el Catecismo de la Iglesia Católica
2357 La homosexualidad designa las relaciones entre hombres o mujeres que experimentan una atracción sexual, exclusiva o predominante, hacia personas del mismo sexo. Reviste formas muy variadas a través de los siglos y las culturas. Su origen psíquico permanece en gran medida inexplicado. Apoyándose en la Sagrada Escritura que los presenta como depravaciones graves (cfGn 19, 1-29; Rm 1, 24-27; 1 Co 6, 10; 1 Tm 1, 10), la Tradición ha declarado siempre que “los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados” (Congregación para la Doctrina de la Fe, Decl. Persona humana, 8). Son contrarios a la ley natural. Cierran el acto sexual al don de la vida. No proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual. No pueden recibir aprobación en ningún caso. 2358 Un número apreciable de hombres y mujeres presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas. Esta inclinación, objetivamente desordenada, constituye para la mayoría de ellos una auténtica prueba. Deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta. Estas personas están llamadas a realizar la voluntad de Dios en su vida, y, si son cristianas, a unir al sacrificio de la cruz del Señor las dificultades que pueden encontrar a causa de su condición. 2359 Las personas homosexuales están llamadas a la castidad. Mediante virtudes de dominio de sí mismo que eduquen la libertad interior, y a veces mediante el apoyo de una amistad desinteresada, de la oración y la gracia sacramental, pueden y deben acercarse gradual y resueltamente a la perfección cristiana. |