Su carrera colapsó después de La Pasión de Cristo
En 2004, el actor participó en la película que
provocó críticas por su supuesto anti-semitismo: «Hollywood me ha
cerrado las puertas, pero, como católico, no me arrepiento de nada»
por MAURO PIANTA
¿Arrepentido? Para nada. Jim Caviezel,
el actor estadounidense de 42 años que en 2004 interpretó el papel de
Jesús en la película “La passión de Cristo” que dirigió Mel Gibson,
volvería a hacerlo. Pero, según lo que declaró al “Daily Mail”, ha
tenido que pagar muy cara esa interpretación. «Interpretar ese papel con
Mel destruyó mi carrera, pero no me arrepiento de haber aceptado. Es
más, esa oportunidad reforzó mi fe».
El
periódico inglés cita las declaraciones del actor cuando se dirigió a
un público de fieles reunidos en una Iglesia de Orlando (Florida).
«Gibson me había advertido que habría sido difícil. Durante la filmación
me cayó un rayo y me disloqué un hombro en una de las escenas de la
crucifixión. Pero lo peor no había llegado todavía».
Sí,
porque Caviezel, que antes de 2004 era considerado en Hollywood como
una de las mayores promesas, después de “Passion” encontró todas las
puertas cerradas. «Cada vez más gente en Holywood me cerraba las
puertas, dejándome afuera. Así, poco a poco, me encontré al margen del
cine. Estaba consciente de que esto habría podido suceder y no me
arrepiento de la decisión que tomé. Como católico y como actor».
Y
todo se debe, según asegura Caviezel, a las polémicas sobre el
antisemitismo de Gibson. «Muchos medios de comunicación me atacaron por
haber participado en la película y la potente Jewish Anti-Defamation
League me tildó de anti-semita por haber aceptado el papel. Gibson también me había advertido de esto…».
Eso,
justamente Gibson. ¿Qué piensa el actor sobre el director tan polémico?
«Es un pecador, pero justamente por ello necesita nuestras oraciones
más que nuestros juicios».
Fuente: Vatican Insider
Comentario
Druídico: Méritos de Jim Caviezel. Reconoce que aceptó el papel a pesar
de las advertencias que le hizo Mel Gibson sobre las consecuencias.
Asimismo no se arrepiente y dice tener su fe fortalecida. Finalmente,
caído el propio Gibson, después de tan magnífica obra, en pecados graves
y conductas incoherentes con aquello que predicó y defendió en La
Pasión, Caviezel responde con esta frase llena de caridad: "Es un pecador, pero justamente por ello necesita nuestras oraciones más que nuestros juicios". Un caballero cristiano.