Un informe consigna las principales acusaciones que pesan sobre el flamante Jefe del Estado Mayor del Ejército.
La designación del general César del Corazón de Jesús Milani como
Jefe del Estado Mayor del Ejército esta despertando una secuencia de
reacciones fáciles de explicar. No sólo se trata de un oficial altamente
cuestionado por su actuación durante el ultimo proceso militar y sus
manejos económicos, sino que existen pruebas de que conduce una SIDE
paralela, dedicada a espiar a los sectores opositores. La acumulación de
poder por parte de Milani y los métodos que utiliza para conseguir sus
objetivos son objeto de un pormenorizado seguimiento por parte de
sectores del Ejército que se oponen a sus manejos. El siguiente es un
informe que incluye las principales líneas a seguir para la
investigación de las actividades de Milani.
1) Montaje de una red de inteligencia interior (prohibida por
ley para el Ejército) al servicio de la presidente de La Nación. Esta
estructura tuvo por ejemplo destacada intervención en el Proyecto X de
Gendarmería, el caso del espionaje de la Armada en Trelew y el caso
Schoklender.
2) Divulgación de listados del personal civil de inteligencia (PCI) durante el proceso militar.
3) Aporte de información falsa o tergiversada para eliminar del servicio activo a oficiales de la fuerza, en especial a partir del 2010.
4) Armado de una estructura paralela al Estado Mayor del Ejército,
integrada por sus incondicionales. Esto es los generales Paoli,
Montero, Demaría, Madina, Filippi, Carena, Ruarte, Motta, Rodríguez,
Skinner y los coroneles Gurruchaga, Staiger, Lago, Brocca, Temperini,
Granito y Ricciardi.
5) Enriquecimiento ilícito. Adquisición de una mansión en La
Horqueta (San Isidro) por la cual tuvo que declarar en el 2011 en una
causa originada por una denuncia.
6) Realización de negocios inmobiliarios mediante la
compraventa de propiedades de la Dirección de Inteligencia del Ejército,
todo esto en complicidad con la entonces Ministra de Defensa Nilda
Garré. Utilización de personal del Ejército para aprietes y desalojos.
7) Empleo irregular de asignaciones presupuestarias de inteligencia.
En especial los fondos reservados. Por ejemplo la imputación 3.9.2 por
14 millones de pesos comprometidos y devengados en el primer trimestre
del 2012 y disposición de 200 millones de pesos a PCI durante la gestión
de Garré, de los cuales buena parte fueron pasados a fondos
reservados).
8) Vulnerando normativas de la fuerza, utilizó al Departamento de Contaduría y Finanzas
del Estado Mayor del Ejército para efectuar contrataciones con fondos
públicos (automóviles, equipos de comunicaciones, informática, etc.),
que deberían haber sido realizadas por organismos especializados.
Atención especial a su relación con la firma Toyota.
9) Empleo de fondos reservados con fines personales. Viajes y fiestas suntuosas. Por ejemplo, la gala de inteligencia realizada a fines del 2011 en el Regimiento de Patricios.
10) Politización de la fuerza. Se recuerda el festejo en la
Dirección General de Inteligencia (Piso 7° del Estado Mayor) para
festejar el triunfo electoral de CFK en octubre del 2011 y el
alojamiento de dirigentes de La Cámpora en hoteles militares.
11) Planeamiento y ejecución de la Operación Escudo Norte, cuyo objetivo real son tareas de inteligencia interna y no el apoyo logístico a las fuerzas de seguridad.