El momento histórico
en que nos ha tocado nacer, se caracteriza por su aire espeso, una
atmósfera casi irrespirable para los pulmones puros de los hombres sanos
que aún se mantienen de pie, fieles a su origen, leales al sentido de
la Tierra,
la naturaleza y a la voz invisible de los ancestros que habla a través
del susurro no reprimido de la sangre. Fieles a si mismos y a nuestro
prójimo, así erguidos vemos a nuestro alrededor como todo se derrumba,
degenera y corrompe. La tradición, el amor a la Patria, los valores elevados, la familia y
el matrimonio, todo ha sido subvertido. Por debajo, los hombres son
alejados de la Tierra y sus raíces; por arriba, son alejados de lo
trascendente e incluso de sí mismos, pues son arrojados al
desconocimiento, a los vicios y a la autodestrucción.
Asistimos a la Mcdonalización del
mundo, al materialismo desenfrenado, a la deshumanización de la
humanidad. La destrucción de todas las diferencias naturales, la
estandarización y homogeneización del ser humano. El objetivo de los
opresores es destruir la diversidad, exterminar las razas creando una
mega-raza mestiza de esclavos adoradores de Sion, fácilmente dominables.
Ya no existen hombres sino "mercados", "consumidores", "clases",
"números", "capital humano", "reducción de costos". En este cambalache
moderno impregnado casi por completo por el espíritu judaico -según
admitiera el mismo Karl Marx-,
todo es categorizado bajo las columnas del debe y el haber. El humano
ha sido ahogado en una montaña putrefacta de ideales individualistas,
materialistas, hedonistas, igualitarios y cosmopolitas, el veneno del
desarraigo ha sido lanzado para debilitar a nuestros pueblos. En este
proceso depredador de la globalización,
todo aquello que poseía un valor para nosotros, está siendo
desmantelado, ya no más Naciones, ya no más familias, ya no más amor, ya
no más razas, ya no más fronteras patrias, ya no más respeto a la naturaleza, ya no más Dios,
ya no más Arte elevado, ya no más heroísmo, ya no más honor, ni
fidelidad, ya no más idealismo. En este mundo nauseabundo con sabor a
kosher todo se compra y todo se vende. Se compran voluntades, se venden
almas..
La humanidad es arrastrada al lodo de la violencia irracional, de divisiones intranacionales sin sentido, guerras judeo-imperialistas de ocupación lideradas por los EEUU.
En estos tiempos de oscuridad, la hipocresía es la reina absoluta. Los
mismos que hacen ejercicio solemne de la "memoria" por algunos
genocidios de la Segunda Guerra Mundial,
ni bien secan sus lágrimas emprenden hoy masacres contra otros hombres.
Se habla de crear la Paz y se planifica la guerra, se habla del
progreso mientras todo va hacia la decadencia más profunda.
Los gobernantes de las democracias traicionan
a sus pueblos en pos del beneficio propio y de los amos del Capital
Internacional. Las democracias modernas no funcionan y no funcionarán
porque es el preferido del Sistema del Dinero, donde el pueblo solo
tiene el derecho de elegir dentro de un grupo de candidatos previamente
seleccionados por el Capital Internacional kosher para que represente
sus intereses y no los del pueblo. Por ello los políticos prometen cosas
que jamás cumplen, dicen una cosa y hacen otra, su "lealtad" va con
quienes financiaron su candidatura. Los trabajadores y los ciudadanos
honestos soportan por su lado, la dura carga de todos los impuestos, los
suyos propios, los de los ricos que evaden, los de los pobres (que no
pagan) y los de extranjeros que vienen a explotar la riqueza nacional y
son beneficiados por el gobierno con la exención de los mismos. Los
servicios de salud públicos están colapsados, los servicios de educación
son deficientes y forman a los individuos en la Ignorancia de todo
aquello que es fundamental en la vida, las universidades enseñan de
manera erudita no solo a soportar y aceptar la opresión, sino también a
formar parte del ejército de peones intelectuales del Sistema de Dominio
mundial. Un Sistema caracterizado por la plutocracia y
el democapitalismo. Lentamente, como el rey tuerto guiando la multitud
de ciegos, el enemigo de los pueblos avanza hundiendo a todos en el más
inmundo lodo.
Así los ciudadanos,
los trabajadores honestos son explotados en sus propios territorios, por
extranjeros y por sus propios gobernantes. El hombre debe vivir
enjaulado en su propio hogar pues los únicos libres son los delincuentes
y los estafadores. Y a pesar de los avances tecnológicos y el confort
moderno occidental, los índices de suicidios aumentan año tras años.
El hombre honesto y
trabajador debe cuidar a su familia y sus hijos de una ambiente hostil
rodeado de crecientes injusticias, drogas, muerte, caos, suciedad,
depravación y desolación. Esta es la realidad occidental, estos son los
resultados de la democracia capitalista en todo occidente. Las
juventudes son envenenadas y embrutecidas con el alcohol, las drogas, el
libertinaje sexual siendo dirigidas hacia la degeneración. A los
gobernantes democráticos poco les importa la salud física y mental de
sus ciudadanos, se legalizan drogas, vicios y abortos. Tenemos el
privilegio de vivir en un mundo "recreativo" donde cada uno puede
gestionar su propia irresponsabilidad, y si no se siente feliz en este
Sistema puede canalizar sus frustraciones por el camino más corto: la
auto-eliminación. De este modo se evita causar trastornos
revolucionarios que desestabilizarían la estructura de Dominio. Es mejor
tener a los desconformes muertos o drogados que formando filas
revolucionarias.
La TV se ha
convertido en un centro de lavado cerebral que ni el más poderoso de los
sistemas tiránicos hubiese soñado. Con la TV los tiranos del Capital
Internacional, los grandes banqueros sionistas mesiánicos que manejan
todos los hilos de los gobiernos occidentales y los medios de
comunicación masivos, señalan quienes deben ser condenados y quienes
deben ser aplaudidos, que ideas deben ser abrazadas y cual deben ser
rechazadas, por cuales actitudes debe uno avergonzarse y por cual
enorgullecerse. Las masas idiotizadas obedecen por sugestión. De esta
manera han logrado que sea ilegal cuestionar al judío internacional,
pero no hay problemas si se cuestiona a cristianos, musulmanes, paganos o
al mismo Dios. ¿Quiénes valen más? ¿Qué es considerado un sacrilegio en
el Sistema opresivo en el que vivimos? ¿A quienes benefician las leyes
imperiales de hoy?. No se habla de sogas en la casa del ahorcado. Se
habla de libertad de expresión, siempre y cuando no se hable de la
cuestión judía,
o de la cuestión racial. Así los corderos obedientes agachan sus
cabezas y son obligados a seguir los estándares de lo políticamente
correcto, sin siquiera soñar con un debate libre. Finalmente los que
intentan desafiar la farsa usando sus propios cerebros, divisando las
contradicciones dialécticas del propio Sistema, son señalados por la TV
como criminales nazis.
Una turba de escritorzuelos a sueldo denominados "periodistas" caldean
los ánimos creando la opinión pública; los parlamentos, gobernados no
por el pueblo, sino por el dinero del Capital Internacional kosher, se apresuran a ilegalizar a los herejes.
Se permite a una
banda de "rock" hacer apología a las drogas y a las perversiones
sexuales pero se encarcela a eruditos historiadores revisionistas y se
cierran al mismo tiempo librerías dedicadas a difundir material
disidente. Esto sucede en estas democracias, donde la "libertad es
asegurada", los hombres no observan todo lo que sucede a su alrededor
porque su atención está focalizada y alienada hacia el programa de
momento que la TV tenga para mostrar. Hay ciertas cosas que al
periodismo se le tiene vedado mostrar e investigar... Y sesgar la
información que se muestra es sesgar la realidad misma, es manipular la
libertad de pensamiento, que es lo mismo que gestionar la esclavitud
mental para inhibir el libre albedrío. En este cambalache
demo-capitalista se publicita la libertad y nos terminan vendiendo
opresión camuflada. La muchedumbre se queda mirando el afiche. Nos han
vendido solo ilusiones, solo espejismos.
Los hombres están
cansados de esta farsa, pero no saben por si mismos salir del lodo, pues
se le ha enseñado que el lodo es placentero, que es su hogar y que
deben comerlo y defenderlo; se les ha hecho creer que si existe algún
problema de intoxicación, todo puede ser solucionado con un poco más de
lodo…
Nosotros que poseemos
un olfato más entrenado y un estómago más refinado, estamos en un nivel
de entendimiento más diáfano, tenemos la responsabilidad de crear un
mundo más bello para nuestra gente. Nosotros que nos hemos liberado a
nosotros mismos, debemos ser los libertadores y creadores de un nuevo
mundo social y espiritual para el hermano blanco.
La mentira, el engaño
y la hipocresía llegarán a su fin. Vivimos en un Sistema cuyos pilares
están sostenidos por la mentira y el engaño. El hombre-masa, por su
carácter simple, cae fácilmente presa del mismo, pero los verdaderos
hombres librepensadores comienzan a preguntarse sobre las
contradicciones que observan, sin dejarse llevar por lo que se dice "en
todos lados". Dentro del hombre masa están aquellos a quienes debemos
liberar. Pero no debemos esperar gratitud de su parte, sino todo lo
contrario, ellos están alienados colectivamente, entrenados para
defender el statu quo. Nuestro camino no debe ser el de la mera queja
estéril en el mundo virtual, sino que se debe ser llegar al Poder para
revelarles a nuestros hombres determinadas verdades que les han
ocultado. No hay otro camino efectivo.
¿Cómo es posible que
en la Democracia donde supuestamente se garantiza la libertad de
expresión sea condenado por ley! el opinar o mostrar inquietudes sobre
determinados temas?, ¿Cómo es posible ver a los judíos luchar solo de
palabra contra el racismo y la discriminación,
mientras que ellos mismos en los hechos son los más racistas y
discriminativos del mundo actual?. El doble discurso siempre ha sido
amigo del Opresor. Y así es permitido opinar eternamente contra los
planes racistas de dominio mundial nazi, pero no es permitido hablar ni
debatir sobre "los protocolos de Sion", ni es posible condenar el racismo judeo-mesiánico-imperialista,
ni el genocidio palestino. Mientras la atención del público ingenuo
sigue atenta con sus ojos las pantallas titilantes que les muestran "el eterno enemigo nazi", y los museos itinerantes y los monumentos holocáusticos, los racistas de hoy continúan impunes, cometiendo los peores crímenes y genocidios contra palestinos eindoeuropeos.
Una humanidad
liderada por sudras y chandalas, ha llegado al extremo de poner en juego
la supervivencia de toda la especie humana y el planeta mismo. Esta
casta opresora deberá ser juzgada por la historia, mas no tiene perdón.
La depredación de la naturaleza, la contaminación, la tala
indiscriminada de bosques, la destrucción y desequilibrio de los
ecosistemas, el exterminio de varias especies animales... El hombre se
ha transformado en la peor plaga jamás antes vista en la Tierra. Hemos
dejado los destinos de nuestros pueblos en manos de criminales. Los
hombres no saben gobernarse, no saben hacer uso responsable de la
libertad. Por ello nosotros, los Iniciados Reales, que conocemos el
camino y los grandes secretos, tenemos una gran misión renovadora y
restauradora. Sobre este mundo en ruinas, nosotros construiremos un
lugar más bello para vivir, un lugar más digno para nuestros hijos y la
posteridad.
Ningún cambio llegará
solo, sino que dependerá del trabajo activo y coordinado, la lucha
constante y sacrificada que nosotros mismos estemos dispuestos a brindar
por nuestros hermanos. No luchamos por dinero, no luchamos por Poder,
no luchamos por necesidad; nosotros luchamos porque es nuestro Designio,
porque lo consideramos correcto, porque creemos en el Honor, en la
Hermandad , en la camaradería, en la Lealtad y el Destino Luminoso de
nuestra Estirpe. Mientras las muchedumbres piden derechos, nosotros
asistimos voluntariamente al llamado del Deber. Es un camino estrecho y
poco transitado, un camino peligroso contra enemigos poderosos, nuestra
lucha es una lucha heroica. Nuestros ejes son el amor y el heroísmo, el
sacrificio por aquello que consideramos el sentido de nuestras vidas.
La Historia ha sido
escrita solo por individuos y minorías selectas, está llegando el
momento que nos toque escribir el primer capítulo de un nuevo mañana. Y
aunque muchos hombres nos desconozcan, o incluso no comprendan en
profundidad nuestra causa, nosotros estaremos dispuestos a sacrificar
nuestras vidas individuales por un futuro mejor para todos nuestros
hermanos.