Histórico
y sin precedentes. Ayer, la entrada al campo de concentración de
Auschwitz-Birkenau, donde se encuentra la llamada «Puerta de la muerte»,
acogió una Celebración sinfónico-catequética como homenaje a las
víctimas del Holocausto.
Organizada por el Camino Neocatecumenal, contó con
la presencia de seis cardenales y unos 35 rabinos, además de numerosos
obispos y personalidades del mundo hebreo y católico. Entre las
autoridades civiles, participó Álvaro Albacete, embajador de España para
las relaciones con las comunidades judías.
El Papa Francisco envió un mensaje de apoyo en el que expresaba la
esperanza de que esta iniciativa «tenga muchos fruto y refuerce los
lazos entre cristianos y hebreos». Además, al referirse a la masacre
pidió oraciones «para que estos horrores no vuelvan a repetirse».
Durante la celebración, la Orquesta Sinfónica del Camino interpretó «El sufrimiento de los inocentes», compuesta por su iniciador y responsable, Kiko Argüello.
El acto fue presidido por el cardenal arzobispo de Cracovia,
Stanislaw Diwitz, quien animó a cristianos y hebreos a continuar por el
camino marcado por Juan Pablo II, del que fue su secretario personal, y
continuado después por Benedicto XVI.
Por su parte, el rabino David Rosen, responsable de la relación entre
el pueblo hebreo y la Santa Sede señaló que esta música lleva a «la
comprensión del sufrimiento» y la «reconciliación de los dos pueblos».
«Es significativo –añadió– que los cristianos nos tributen este homenaje
y entiendan nuestro sufrimiento».
A su vez, Argüello explicó que «la espada
profetizada por el profeta Ezequiel vino sobre este campo de exterminio»
y añadió que «hoy apenas se habla del demonio». «Esto que ha ocurrido
aquí –advirtió– se podría repetir de nuevo, porque el demonio existe, no
ha muerto».
El evento, al que asistieron unas 12.000 personas, y en el que
también se hizo referencia a las víctimas inocentes de otros momentos de
la historia, ha sido tildado como uno de los acontecimientos más
importantes en el acercamiento entre el pueblo hebreo y la Iglesia desde
el Vaticano II.