lunes, 24 de junio de 2013

SAN JUAN BAUTISTA: NUESTRO PATRONO

  Juan el Bautista es el único santo cuya fiesta se celebra en el día de su nacimiento.
    Fue concebido a pesar de la esterilidad de su madre y la vejez de ambos padres.
  El Ángel Gabriel al anunciar a su incrédulo padre la llegada de su hijo, dijo: "No tengas miedo, Zacarías; pues vengo a decirte que tú verás al Mesías, y que tu mujer va a tener un hijo,  que será su precursor, a quien pondrás por nombre Juan. No beberá vino ni cosa que pueda embriagar y ya desde el vientre de su madre será lleno del Espíritu Santo, y convertirá a muchos para Dios".
  San Juan Bautista no nació en  pecado como el resto de los hombres ya que fue purificado en el seno materno ante la presencia de Jesús en el vientre de la Santísima Virgen María.
  Zacarías al hablar de la misión de su hijo señaló: "‘y tú niño serás llamado Profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor preparando sus caminos, para hacer conocer a su Pueblo la salvación mediante el perdón de los pecados".
  Y en la preparación de los caminos de Nuestro Señor, Juan predicaba el bautismo de penitencia, y esa predica no era dulce y suave a los oídos, sino más bien recia e imperativa: "convertíos", de ninguna manera buscando agradar, sino queriendo hacer tomar conciencia del pecado.
  Hoy asistimos a la pérdida casi absoluta del sentido del pecado. El querer ser como dioses que hizo caer a Adán y Eva, nos lleva también a nosotros a determinar el bien y el mal. La prédica del pecado y del Infierno, son temas mayoritariamente tabúes en la Iglesia cuando deberían ser no solo una obligación, sino un deber de caridad, advertir a nuestros hermanos para que no se pierdan eternamente. Sin embargo hoy desde las más altas jerarquías se promueve la tolerancia, no hacia quien yerra, sino al error mismo; se promueve el "respeto humano" hacia las diferentes y falsas religiones, en donde debemos dejar de la imposición evangélica de llevar la Buena Nueva al mundo entero, para no molestar a los no católicos o como se dice actualmente: "no querer imponer nuestras ideas", como si la verdad fuera una cuestión ideológica.
  Por eso al elegir el nombre de Nacionalismo Católico San Juan Bautista, lo hicimos con el propósito de pedir la protección de este gran santo de quién dijo Jesús: "No ha surgido entre los nacidos de mujer nadie mayor que Juan el Bautista". Asimismo le pedimos asistencia para estar dispuestos a seguir su ejemplo aún cuando eso implique ser perseguidos por la ira y la venganza de los adúlteros de la libertad y la justicia, y podamos ser fuertes y no desistir ante ninguna amenaza del cumplimiento de nuestros cristianos deberes.
    San Juan predicaba la necesidad de conversión para la venida del Señor, y hoy tenemos que hacer lo mismo pero esta vez para su regreso cada vez más cercano.
  En tiempos en donde el sostenimiento de la verdad va a implicar el martirio como lo fue para el Bautista con su decapitación, queremos prepararnos sabiendo que a pesar de que para el catolicismo liberal imperante esta predica pueda sonar pesimista, nosotros sabemos que Dios saca provecho aún del mal.
  Rogamos a San Juan interceda por nosotros ante Dios para poder imitar su ejemplo, sin buscar protagonismos como cuando dio un paso al costado diciendo: "conviene que él crezca y que yo mengüe"; y en la convicción que la victoria no nos corresponde, solamente la lucha; podamos dar el buen combate, predicando el Evangelio a tiempo y destiempo y quiera Nuestro Señor que como su Siervo y Santo Precursor, podamos también ser "una voz que clama en el desierto"

Augusto TorchSon


Nacionalismo Católico San Juan Bautista