Por Leonardo Díaz y Ricardo Taton
En el radicalismo, en vísperas de los procesos electorales, los
obedientes siempre proceden a tramitar el COTI (que lejos de ser un
paralelismo de las exigencias de nuestra querida AFIP), se trata de
buscar los recursos técnicos o financieros de Nosiglia para asegurarse
al menos una pre-candidatura.
Sanz, el que invariablemente trata de instalarse pero nunca llega, ya
se lanzó; no sabemos a dónde, pero no sería la primera vez que parte en
la grilla para luego entrar a boxes. Seguramente otra vez nos
encontraremos con aquel pretexto que usó la zorra de la fábula para
justificar su fracaso en alcanzar las uvas que deseaba: “No vale la pena
alcanzarlas, dijo, están verdes”. Sus allegados, sin que se les mueva
un músculo de la cara, expresan que el mendocino es el próximo
presidente. Ya cambió de domicilio y de comité: ahora figura en Capital.
Alfonsín, “el hijo”, se lanzó con nuevo “spot” publicitario en un
ring de boxeo, a lo Maravilla Martínez. De cualquier forma, Alfonsín
piensa que corre con ventajas, aunque el comité bonaerense le quitó el
control de las listas locales. En esta oportunidad no podrá ostentar el
voto luto. Ricardito tratará otra vez de ser Ricardo, pero por ahora los
trajes del otrora presidente le siguen quedando grande. Deberá deshojar
la Margarita -Stolbizer- y conformarse con el segundo lugar de la
lista.
La legendaria denunciante Carrió, luego de que su ex correligionario
(Lavedra, no tan Gil) le propiciara un improperio de aquéllos, se
recostó aun más en Pino. Pedimos al lector no imaginar lo que habrá sido
esa noche de bodas. El FAP, el socialismo, Viky Donda, y sus allegados,
también quieren ser. Pero algo está claro: son los únicos opositores
que mandan un claro mensaje. Vamos todos a las PASO (primarias abiertas
simultaneas y obligatorias). Se ufanan en privado: Acá no hay vanidades
ni maniobras para ocupar el papel del dueño de la lapicera. Siguen
diciendo: Entre nosotros, todos los que quieren participar pueden
aspirar a un cargo con reglas claras. Posiblemente la ciudadanía premie a
un espacio que, al margen de su pensamiento y sus ambiciones
personales, permite que cualquiera que quiera “ser” participe en las
primarias, en lugar de elegir lugares a dedo en las listas, como lo hace
la vieja política.
En el PJ Federal, perdón el peronismo disidente, perdón el peronismo
no kirchnerista, dicen que emergen los 4 referentes (en la intimidad, se
atreven a llamarlos los 4 fantásticos). Esperan por Massa. ¿Esperan por
Massa? ¿Posible competidor en el 2015? Sin querer usurpar derechos de
autor, citaremos al twuitero amigo Vasco Amonda con el que tenemos un
café pendiente, y trataremos de pensar como un “peronista conjetural”.
Todos esperan a Massa; algunos socarronamente le dicen Massita, porque
no jugará con el Peronismo Disidente, y son los mismos que dicen que
será Massote si juega con ellos. Mientras tanto, Massa hace de Massa, un
intendente que es el que mejor mide en el principal distrito electoral
de todo el país, y que debe mantener un fino equilibrio entre lo
nacional, lo provincial y lo distrital. Vale la pena decirlo, hasta
ahora, mal no le fue.
El 4 + 1 (perdón Claudia Rucci: una), luego de la foto en tierras
cordobesas, dio el puntapié inicial para un armado que pregona estar en
la vereda de enfrente del kirchnerismo. El tiempo dirá si se trata de
una renovación peronista (en el que el promedio de edad mucho no ayuda) o
de otra experiencia similar a la del Peronismo Disidente del pasado.
El Colorado, que invita a Massa, esperando que no acepte, vuelve a
ser la espada del sector para la provincia de Buenos Aires. De Moyano ya
hablaremos. El gobernador cordobés muestra gestión y jugará en su
territorio con su predecesor Schiaretti.
Cerramos el parágrafo con Lavagna, quien sostiene que esta elección
será de corte nacional, y su aliado, o ex aliado político, piensa que es
distrital. Se había formado la Alianza (vocablo que todo político trata
de no expresar) entre el partido FE del Momo Venegas (y otros partidos)
y el PRO de Mauricio Macri. Pero al cierre de frentes se inscribieron
por separado ¿Qué hará Lavagna? Algunos dicen que ya se ha probado el
traje de senador, pues está seguro de salir electo, con el macrismo o
sin él. Pero el destino del ex ministro de Economía de Duhalde y
Kirchner sigue siendo un interrogante. Mientras tanto, algunos
peronistas capitalinos continúan rezando, aunque desconocen el santo
hacia el que dirigen sus plegarias.
Para Macri, a su vez, arreglar con el peronismo no kirchnerista
implicaría demostrar que es capaz de formar parte de un armado con la
clase política. Pero como siempre, apareció Durán “El Equeco” Barba. Muy
suelto de cuerpo, el Equeco consideró que, para Macri en su distrito,
ir a una alianza con los “cabecita negra” es inconveniente…o de mal
gusto. Tal vez el jefe de gobierno porteño, acuciado por el gran PASO de
la supuesta social demócracia capitalina ilustrada (Pino, Carrio, Prat
Gay, Donda, Terragno, Lousteau etc) esté interesado en incorporar al ex
ministro de Economía, para asegurarse el triunfo en su distrito. Porque
los neo-socialdemócratas porteños, como si fueran santos, vienen
marchando.
Al final del tironeo, ¿se incorporará Lavagna al espacio macrista? ¿O
será de la partida con el frente “Fe en Acción”, conformada por el
partido FE y Acción Ciudadana, cuyos partidarios llaman a su economista
líder porteño y candidato aún no-nato “el Führer Biondini”? Algunas
fuentes ya se inclinan por pensar que, si Lavagna no tiene posibilidad
de matizar el monocorde amarillo macrista, con algunos adornos del azul y
blanco peronista, armando un Frente con el PRO, preferirá participar en
algún ignoto seminario en el Reino de Bélgica, o en Afganistán.
Mientras más lejos de Buenos Aires, mejor.
Por su parte, el sciolismo a último momento puso una pata visible, o
no tanto, en el peronismo disidente. Se animó… a medias. Baldomero Cacho
Álvarez, de la agrupación Juan Domingo, será el hombre del gobernador
en el armado. ¿No era el Colorado?
Scioli se mantendrá en el Frente para la Victoria, pero tratará de
insertar su gente en las listas por diferentes sectores, haciendo que la
Juan Domingo tenga tinte colorete. Macristas bonaerenses (algunos
poquitos hay) y díscolos radicales (algunos poquitos quedan) también
podrían formar parte de este frente. Paradoja bonaerense: los que en su
momento jugaron al Negro Duhalde ahora juegan al Colorado Narváez.
Pero si juega Massa (sólo él como “primo cartello” encabezando la
lista) pueden cantar cero en la sala y barrer con todas las fichas del
paño.
Mientras todo esto ocurre, el Frente para la Victoria se prepara para
ganar otra elección, aspirando a obtener un piso del 40%. Y, salvo que
cese la hoguera de las vanidades opositoras, cumplirá su objetivo, ya
que la oposición y en especial, la clase de los busca-bancas, facilita
todo para que así sea. Cambiar el rumbo dependerá de sus acciones. Sin
olvidar que, en este proceso electoral, se renuevan mas bancas
opositoras que oficialistas.
Si no se eligen Consejeros, habrá PASO. Pero eso merece otra columna.