La dirigente estuvo en Buenos Aires, pero nadie la atendió
en la Casa de Gobierno. Regresó desenfundando amenazas. ¿Se acabó su romance con Cristina?
Por Jorge D. Boimvaser
@boimvaser
La dirigente jujeña estuvo varios días en Buenos Aires
esperando ser recibida en la Casa de Gobierno. Nadie le atendió el teléfono y
regresó a sus pagos desenfundando amenazas contra el gobierno. ¿Se acabó su romance con Cristina?
Cualquier persona sin antecedentes judiciales que pretenda
tener un arma de fuego para intentar defenderse en casos de inseguridad
extrema, tiene que hacer las mil y una en el RENAR (Registro Nacional de Armas) y así igual es muy difícil que
consiga tener una autorización de tenencia (sólo puede usarla en su vivienda,
no puede salir con ella a la vía pública). Y la cédula de portación (que le
permite andar con ella en cualquier sitio),
es casi imposible salvo que tenga "contactos"
especiales que la gestionen, previo pago de una suma considerable, y en negro,
nunca oficial.
Milagro Sala tendría
registrada ella sola en el RENAR unas 300 armas de guerra hasta hace un par de
años atrás, según consta en diversos informes que circulan por internet.
Pero eso lo consiguió en tiempos que su relación con el kirchnerismo era de un romance que ya
pareció diluirse en el tiempo.
La primera semana de junio, la jujeña vino a Buenos Aires
como otras tantas veces, pero imprevistamente nadie del gobierno le atendió las
llamadas.
Descargó su ira con amenazas fuertes a Oscar Parrilli, secretario
de la Presidencia de la Nación, pero aparte su primer interlocutor cuando
arribaba a la ciudad. No sabemos en qué
tono le debe haber respondido Parrilli
para que la jefa de la organización barrial se enfureciera de tal manera que
descargó amenazas poco veladas antes de emprender el regreso a su tierra.
En la secretaría
privada de Cristina Fernández tampoco le dieron una respuesta cuando Salas pidió ver a la Presidente. La mujer se dio cuenta que
había caído en desgracia con el entorno de la Jefe de Estado; ya no hay dinero para la Túpac Amaru ni para su
trabajo social (ni para sus escapadas a lo más VIP de Punta del Este, la
debilidad más vulnerable de Milagro
es el Hotel Conrad del balneario top
uruguayo).
Lo más grave no es sólo eso, sino que puede no haber más
operaciones judiciales para impedir que por acumulación de causas Milagro Sala termine entre rejas. Ya no
soportaría ni pasar un semáforo en rojo, porque de hacerlo iría presa.
Pero la mujer de figura frágil y accionar arrogante y
patoteril no es Sergio Schoklender,
ni mucho menos. Los barrios que construyó en las zonas marginales de Jujuy
presentan casas bien hechas, fuertes y resistentes, zonas de esparcimiento para
chicos con piletas de natación, que envidiarían muchos clubes de barrio y una cantidad
de obreros de la construcción importante, que ahora sentirán la ausencia de
dinero para continuar trabajando. O sea,
un conflicto de nuevos desocupados que se avizora en el horizonte jujeño en
poco tiempo.
Lo que suena
preocupante para todo Jujuy, es qué harán los líderes militares de Túpac Amaru
frente a esta nueva situación.
Las armas que mencionamos al comienzo de este informe no
están en manos de gente inexperta, sino más bien todo lo contrario.
Es un hecho comprobado que las formaciones que lideran la Túpac son resabios de la más
sanguinaria organización extremista que se recuerde en todo el territorio de
América, el "Sendero Luminoso" peruano extinguido hace casi dos
décadas, según denunciaron varios diputados radicales de Jujuy hace algunos
años.
Cuando el entonces presidente
Fujimori y su nefasto jefe de
inteligencia Montesinos (ambos encarcelados de por vida, igual que Abimael Guzmán, el jefe máximo de Sendero) iniciaron la ofensiva total
contra la guerrilla rural (asesorados por expertos de inteligencia del servicio
secreto de Israel, el famoso MOSSAD),
le dejaron una puerta abierta al grueso de los extremistas para dejarlos huir y
evitar una matanza indiscriminada.
Fujimori convino
con el entonces Presidente Carlos Menem
un convenio que dramáticamente se llamó intercambio cultural peruano-argentino.
Quien se anotara en ese acuerdo podía venir a "estudiar" a la Argentina con documentación original. Y
así nuestro país fue invadido no por jóvenes ardientes de estudio sino por ex miembros de Sendero Luminoso, la
mayoría ya convertidos al próspero negocio del narcotráfico. Fujimori pagó mucho dinero para
quitarse esa lacra del suelo peruano, y una agencia que intermediaba y que
todos pueden imaginar a quien respondía en nuestro país, llenó sus bolsillos de
fortunas y las calles de la Argentina de una peligrosidad jamás vista antes.
Los ex hombres de
Sendero Luminoso que aún conservaban el deseo de seguir en el terreno
político-militar, se radicaron en Jujuy y organizaron las huestes de choque de
Milagro Sala.
Son conocidos los relatos de cómo los obreros de la
construcción que trabajaron en la erección de barrios populares, eran
atemorizados y hasta reprimidos y explotados por los jefes de esa "orga"
que respondían a Milagro Sala. Pareciera que aún pasados los años llevaban
en la sangre el estigma de la violencia irracional. Un dato histórico para
saber cómo operaba esta gente en las selvas peruanas: asesinaban campesinos que
no colaboraban con ellos y a policías a machetazos y cuchilladas, diciendo que
no merecían gastar municiones en esas muertes siempre inocentes y traicioneras.
Con mucho armamento
en Jujuy en manos de la Túpac Amaru y ahora sin ayuda del gobierno nacional,
Milagro Sala promete venganza contra todo lo que se le cruce en el camino
porque ya no le atienden el teléfono en Buenos Aires.
El resto de los jujeños y de los argentinos que somos ajenos
a esto, lo miramos por TV, o en las futuras crónicas policiales que deseamos no
tener que escribir nunca.
NOTA: Las
imágenes y negritas no corresponden a la nota original.