Caso AMIA
Continúa: Primera explicación: los problemas de la causa AMIA
7.- Aparte del mal trago sufrido con Solenmaipour en Londres, tanto
el fiscal Nisman como el juez Canicoba Corral deben ahora deshacer el
entuerto que armaron con el exhorto enviado a Teherán. En ese exhorto o
rogativa, ambos magistrados reclamaron la extradición de ocho altos
funcionarios de Irán, que representan a buena parte de la cúpula de su
gobierno. Un fiscal de Irán respondió el exhorto en octubre de 2009,
acusando a Nisman y Canicoba Corral de haber usado, como testigos para
fundamentar su pedido de extradición, a siete integrantes del grupo
llamado Muhaidines del Pueblo,internacionalmente reconocidos como
terroristas y cuya captura internacional ha sido dictada por INTERPOL
hace años. El fiscal de Irán se quejó, también, de que los magistrados
argentinos no hubieran enviado prueba alguna sobre la existencia del
coche bomba, y menos sobre la culpabilidad de los ocho altos
funcionarios de ese país cuya extradición reclamaban. Concluye aquella
nota iraní con un formal pedido para que Nisman y Canicoba Corral envíen
las pruebas, si las tienen. Estos dos magistrados argentinos han
cajoneado la nota iraní sin responderla, a pesar de la gravedad de sus
quejas. La defensa de una de las 63 víctimas de la “falta de mérito”
solicitó tres veces al fiscal y al juez que respondieran la nota de
Irán, pues el meollo de la cuestión es saber si hubo un coche bomba, o
la explosión fue adentro del edificio de la AMIA. A pesar de tan
insistente pedido, Nisman y Canicoba Corral se niegan aún a responder
las acusaciones iraníes. Esa negativa está tensando la situación hasta
límites difícilmente soportables para el gobierno.
8.- Pronto la Cámara de Casación Penal deberá resolver si obliga al
fiscal y al juez a excavar en la vereda de la AMIA, para comprobar si
ahí están enterrados por la explosión los nunca encontrados restos del
coche bomba. Si se excavara y no apareciera coche bomba alguno, como
parece que es la realidad, el gobierno se vería en un brete mayúsculo.
9.- Pero quizás lo más comprometedor y preocupante para Balcarce 50
sea que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos-CIDH, que
pertenece a la OEA, ha enviado ya dos notas al gobierno argentino
pidiendo explicaciones sobre la existencia o no del coche bomba, y sobre
la necesidad de analizar con detenimiento las cuatro pericias que hay
en la causa. Dos de esas cuatro pericias, sugestivamente las más
sólidas y académicas, demuestran que la explosión se produjo dentro del
edificio de la AMIA, y que nunca hubo un coche bomba. También los
pedidos de explicaciones de la CIDH están llegando a un punto crítico
para el gobierno de la Sra. de Kirchner.
Un acuerdo con Irán para poner punto final a la causa AMIA, “sin
vencedores ni vencidos”, sería una tabla de salvación muy oportuna para
el gobierno argentino.
Como coralario, según ha trascendido desde fuentes cercanas a
familiares y amigos del fiscal Alberto Nisman, éste estaría seriamente
preocupado por el destino que tenga el caso AMIA. De él depende su
propia destino.
Segunda explicación: el trasatlántico comenzó a frenar
Hace unos meses leí el comentario de un analista político
norteamericano sobre la alianza estratégica entre EE. UU. e Israel.
Palabras más, palabras menos, afirmaba que:
Un gran transatlántico, debido a su enorme porte, no puede girar
en 90 grados, como lo hace un automóvil en una esquina. Si lo intentara,
explotaría. Tampoco puede disminuir bruscamente su velocidad: su
inmensa masa sobrepasa el poder de frenado de cualquier artificio.
Cuando necesita girar, frena muy lentamente (tan lentamente que los
pasajeros no lo notan) y luego hace un amplísimo y progresivo giro.
Los EE. UU. son un enorme transatlántico que, cuando desea
cambiar de rumbo, debe frenar y girar muy lentamente para no explotar.
En su trato privilegiado hacia Israel, el transatlántico norteamericano ha comenzado a frenar lentamente…
Hasta acá, el analista norteamericano. Veamos algunos signos que avalan su creencia:
a)- Como suele suceder en la superpotencia del Norte, el primer
llamado de atención surgió de las universidades. En 2002, los académicos
Stephen WALT (Decano de la John F Kennedy School of Government, Harvard University) y John MEARSHEIMER (Jefe de la Cátedra de Ciencia Política, Chicago University), a pedido de la revista norteamericana The Atlantic Monthly,
escribieron lo que ellos mismos calificaron como “un artículo de fondo
sobre el Lobby Israelí y sus efectos sobre la política exterior de EE.
UU.” (The Israel Lobby and US Foreign Policy).
Ante los duros ataques que recibieron desde el lobby criticado, los
profesores Walt y Mearsheimer decidieron profundizar sus estudios y
publicaron un libro con idéntico título.
La conclusión de los dos académicos produjo un verdadero terremoto en
los cenáculos políticos norteamericanos: era la primer alarman que
sonaba. Muy resumidamente, dicha conclusión fue que:
Al margen de procurar que EE. UU. apoye a Israel en forma más o menos incondicional, grupos e individuos dentro del Lobby Israelí desempeñaron papeles clave en la elaboración de las políticas estadounidenses en torno al conflicto Israelí-Palestino, la malhadada invasión a Irak, y las confrontaciones actuales con Siria e Irán. Nosotros sugerimos que esas políticas no son favorables al interés nacional de EE. UU.
b)- Para la misma época, Jimmy Carter, uno de los más populares ex
presidentes de EE. UU., comenzó a apoyar la causa palestina y a bregar
por la paz en Medio Oriente.
c)- Con la asunción de Obama, por primera vez el gobierno
norteamericano se puso firme en sus críticas y reclamos humanitarios
frente a los desbordes de Tel Aviv. Ello fue nítido durante el asalto de
los soldados israelíes al barco humanitario Mavi Marmara, que
cegó la vida de 9 pacifistas. Dicha firmeza también se observó en las
negociaciones de paz impulsadas por el Departamento de Estado, la
llamada “hoja de ruta”, y que fueran abiertamente boicoteadas por
Israel. Es cierto que la sangre nunca llegó al río (seguramente porque
el transatlántico norteamericano es enorme y tiene muchos intereses
enredados con el Lobby Israelí), pero el malestar fue creciendo en cada
una de esas etapas.
d)- Los EE. UU. están contemplando, con impotencia, cómo en
Latinoamérica gana terreno el apoyo a la causa palestina, a pesar de las
protestas de Israel. Un paso decisivo en ese camino fue el
reconocimiento unilateral del Estado Palestino por parte de Brasil, la
Argentina y un importante grupo de países de la región (varios de ellos
ajenos al “eje bolivariano”).
e)- La simpatía por el Estado Palestino ha llegado a Europa, es decir
al riñón mismo de la OTAN. Francia y Gran Bretaña están a un paso de
reconocer unilateralmente al Estado Palestino.
e)- Aún en el interior de Israel, según informó el 22-4-11 la agencia
Aurora Israel, hay un importante movimiento de intelectuales a favor
del Estado Palestino. El despacho de Aurora Israel dice textualmente:
Decenas de personalidades públicas, intelectuales y académicos
israelíes han firmado una declaración en la que apoyan la creación de un
Estado palestino en base a las fronteras de 1967, en el marco de una
solución de dos estados. (…)
Hace dos semanas, otro grupo integrado por decenas de ex altos mandos de diferentes organismos de seguridad, académicos y empresarios presentó un plan basado en la solución de dos estados y destinado a acabar con lo que consideran “el inmovilismo” del actual Gobierno de Benjamín Netanyahu en el proceso de paz.
Hace dos semanas, otro grupo integrado por decenas de ex altos mandos de diferentes organismos de seguridad, académicos y empresarios presentó un plan basado en la solución de dos estados y destinado a acabar con lo que consideran “el inmovilismo” del actual Gobierno de Benjamín Netanyahu en el proceso de paz.
El texto está firmado por diecisiete galardonados con el Premio
Israel (el más prestigioso del país, que se concede anualmente con
motivo del Día de la Independencia) y otros políticos, intelectuales y
artistas, como la ex ministra Shulamit Aloni o el cineasta Ari Folman,
autor de “Vals con Bashir”.
La misma agencia israelí informa sobre el duro enfrentamiento que
mantiene ese grupo de personalidades que apoya la creación del Estado
palestino, con los fundamentalistas judíos. Según Aurora Israel:
Un grupo de nacionalistas boicoteó la presentación en Tel Aviv de esa
declaración de apoyo a la creación de un Estado palestino suscrita por
decenas de intelectuales, artistas y académicos de izquierda.
Desde la acera opuesta, varios derechistas con megáfonos increparon a los manifestantes y gritaron “nazi judía” y “traidora” a la actriz Hana Maron mientras leía la declaración.
“Académicos izquierdistas, todo esto os explotará en la cara”, “quintacolumnistas”.
Desde la acera opuesta, varios derechistas con megáfonos increparon a los manifestantes y gritaron “nazi judía” y “traidora” a la actriz Hana Maron mientras leía la declaración.
“Académicos izquierdistas, todo esto os explotará en la cara”, “quintacolumnistas”.
f)- Otro paso en ese camino, que también preocupa mucho a
Norteamérica e Israel, es la creciente vitalidad que muestra el comercio
entre Latinoamérica e Irán y las inversiones de Teherán en nuestro
subcontinente. Tales inversiones suman ya 5.000 millones de dólares en
Bolivia, y pasan los 10.000 millones de esa moneda en Venezuela.
g)- A ello debe agregare que los intereses estratégicos de Rusia y China se enfrentan con los excesos de Israel en la región.
Podríamos seguir con esta lista, pero lo dicho es suficiente para
comprender los motivos que habrían llevado al transatlántico
norteamericano a comenzar a frenar su marcha: el apoyo irrestricto a
Israel, y la relación privilegiada con él le están costando muy caro a
los EE. UU.
Por otro lado, detener la corriente mundial de simpatía y
reconocimiento hacia el Estado Palestino es ya una meta inalcanzable: a
EE. UU. se le está escurriendo esa posibilidad como la arena entre los
dedos… ¿o la está dejando ir intencionadamente?
De ese modo, parte de la frenada del transatlántico podría ser un
acuerdo entre Teherán y Buenos Aires para cerrar lo más decorosamente (o
lo menos indecorosamente) posible el entuerto del caso AMIA, verdadero
forúnculo que les ha salido y amenaza con explotar en las manos de
Obama, Netanyahu y Cristina de Kirchner.
Si ello fuera real, el pacto secreto entre la Argentina de Cristina
Kirchner y el Irán de Mahmud Ahmadineyad no sería tan arriesgado, ni tan
extraño.
Ello podría explicar, a su vez, la rapidez y facilidad con que Netanyahu aceptó las tardías explicaciones de Timerman.
En este verdadero galimatías, hay tres hechos ciertos:
1.- La propuesta argentina de llegar a un pacto con Irán sigue firme y
está en manos del gobierno iraní, pues muestro gobierno no la ha
retirado.
2.- Tampoco la ha impulsado nuevamente, pero ahí está.
3.- Hasta ayer no había en nuestra Cancillería ninguna respuesta de
Irán, ni siquiera un indicio de lo que resolverá Teherán sobre ella. El
silencio iraní es total.
Quizás todos esperan alguna señal más clara de los reales motivos por
los cuales el transatlántico ha comenzado a frenar: ¿Estarán
preparando un próximos y amplio giro en su politica hacia Medio Oriente?