¿Por qué Santa María paga los honorarios de Pierri?
La Universidad Metropolitana por la Educación y el Trabajo (UMET)
funciona autorizada provisoriamente por el Decreto 1641 del año pasado.
La flamante casa de estudios se está convirtiendo de hecho en una de las
nuevas cajas de La Cámpora. Los sueldos de la mayor parte de los
docentes de la UMET son muy superiores a los de cualquier docente de una
universidad privada, llegando en algunos casos a los 45.000 pesos. Es
así que muchos docentes de los Centros de Formación y del ISO tratarían
de ingresar a la UMET. Pero para ello hay un filtro: los privilegiados
deben contar con la aprobación de al menos alguno de los jefes de La
Cámpora. Es así que buena parte del cuerpo docente de la UMET exhibe
como antecedentes laborales inmediatos haber prestado funciones en la
Casa Rosada o la Jefatura de Gabinete. Víctor Santa María, el secretario
general del sindicato de los porteros (SUTERH) tiene también una fuerte
participación en el proyecto de la UMET y unos cuantos docentes de esta
universidad trabajan en determinados proyectos del pujante sindicato de
los porteros.
Espionaje privado
Los tentáculos de Santa María se extienden asimismo a temas menos
académicos. Por ejemplo, una empresa estrechamente ligada al SUTERH, al
punto que podría ser propia, estaría pagando los honorarios de Miguel
Ángel Pierri, el defensor del portero Jorge Mangeri, acusado por el
asesinato de Ángeles Rawson. Hay distintas especulaciones sobre los
motivos por los cuales Santa María se esfuerza tanto por proteger a
Mangeri. Una versión señala que Mangeri habría participado de algunos
emprendimientos especiales del gremio de los porteros. Por ejemplo, el
desarrollo de una red de información que investiga a determinados
propietarios, obteniendo datos sensibles de los mismos. En el séptimo
piso del SUTERH se procesarían los datos seleccionados, elaborándose
informes que luego serían vendidos a determinadas consultoras y
servicios de espionaje privados. Mangeri tendría participación en estos
temas y figuraría en el círculo de relaciones de Santa María. De hecho,
sus cumpleaños se festejaban en la unidad básica del sindicato. La misma
fuente consigna que en la manzana donde vive la familia de Ángeles,
vive también una alta funcionaria del gobierno de la Ciudad, que sería
seguida de cerca por la red de inteligencia que sustenta Santa María.
Las pesquisas judiciales por el caso de Ángeles estarían empezando a
advertir que en el sindicato de los porteros hay manejos extraños que
superan los casos habituales de la corrupción sindical.