Publicado en Revista Cabildo
Nº103 Mayo-Junio 2013 3era.Época
NUEVO ORDEN
Luis Antonio LEYRO
CITAS PARA TENER EN CUENTA
"Dios perdona siempre,
el Hombre a veces
la Naturaleza nunca"
Luis Antonio LEYRO
CITAS PARA TENER EN CUENTA
"Dios perdona siempre,
el Hombre a veces
la Naturaleza nunca"
EN "La Tradición Política Norteamericana", de Richard Hoftadter, profesor de Historia de la Universidad de Columbia—refiriéndose a las críticas de Thomas Jefferson, de 1781, a la Constitución adoptada por Virginia por su falta de controles debido a que el senado y la cámara de delegados eran elegidas por los votantes en la misma forma— se puede leer lo siguiente: "El objetivo de establecer diferentes cámaras de legislación es introducir la influencia de diferentes intereses o diferentes principios. Todos los poderes del gobierno, legislativo, ejecutivo y judicial, recaen en el legislativo. La concentración de éstos en las mismas manos es precisamente la definición de gobierno despótico. No será ningún alivio que estos poderes sean ejercidos por una pluralidad de manos y no por una sola. Seguramente 173 tiranos serán tan opresivos como uno solo. Y de poco nos valdría que los hayamos elegido nosotros mismos".
Sigue Hoftadter: "Un gobierno que no divide y equilibra los poderes en un sistema de controles es precisamente lo que Jefferson quiere decir por déspota; el hecho de que el cuerpo gobernante sea elegido por el pueblo no mitiga su queja-, sin restricciones es meramente un despotismo electivo".
Al ser interrogado acerca de su visión global sobre la situación en que se ecuentra América Latina, el Arzobispo de Tegucigalpa, Cardenal Osear Rodríguez Madariaga, denunció la existencia de "un mundo que tal vez puso toda su esperanza en el dinero, en la idolatría del mercado; con un populismo que ha ido creciendo para querer enriquecerse a costa de la pobreza de otros, y falta de horizontes: el bien común".
Pero, claro, la entrevista fue extensa, y entre otras cosas agregó lo que él considera el problema principal:
"Una desorientación política, una falta de líderes auténticos, un populismo que ha ido creciendo, pero que es una ideología vieja que ya está probado que no ha dado resultado en el mundo, y que ahora se quiere reciclar, presentándola como un nuevo socialismo. Si examinamos con profundidad, eso no es socialismo, es capitalismo de unos pocos valiéndose de nombres para establecer regímenes populistas que yo llamo más bien dictaduras democráticas. Se llega al poder por elecciones libres y democráticas, y una vez en el poder se quiere modificar las Constituciones para dar poderes totales al Ejecutivo y capacidad para ser reelegidos sin límites. Es el modelo que se ha querido implantar en el Continente.Faltan todas aquellas condiciones para que pueda haber un desarrollo humano sostenible. Se piensa que para ser político no se necesita formación específica, sino saber todos los trucos, todas las mañas y las artimañas, y ese, que se las sabe todas".
Bien, dice Don José Ortega Gasset en su conocida caracterización de la "Democracia Morbosa que "Como la democracia es un pura forma jurídica, incapaz d proporcionarnos orientación alguna para todas aquellas funciones vitales que no son derecho público, es decir para casi toda nuestra vida, al hacer de ella principio integral de la existencia se engendran las mayores extravagancias y en "Ideas de los Castillos" recomienda: "Conviene de cuando en cuando pulimentar las dos nociones (hablando de libertad y democracia), reduciendo cada una a su sentido estricto. Pues acaece que son dos cosas que empiezan por no tener nada que ver entre sí, acaban por ser, en cuanto a tendencias, de sentido antagónio [...]. Ejerza quien ejerza el poder público ¿cuáles deben se los lím tes de éste? Ejérzalo un autócrata o el pueblo no puede ser absoluto, sino que las personas tienen derechos previos a toda injerencia del Estado. Libertad es, pues, la tendencia a limitar la intervención del Poder Público". Dice también en "Vieja y Nueva Política" (1914), hablando de las Cortes entonces recién formadas, que no podrían legislar, porque "ocurre simplemente que no pueden vivir, porque para un organismo de esa naturaleza vivir al día, en continuo susto, sin poder tomar una trayectoria un poco amplia, equivale a no poder vivir. ¿Veis cómo es una España que por sí misma se derrumba? Lo mismpo podría decirse de todas las demás estructuras sociales que conviven con esos partidos: de los periódicos, de las Academias, de las Universidades, etc. etc. No hay ninguno de ellos hoy en España que sea respetado, y exceptuando el Ejército no hay ninguno que sea temido. La España de hoy consiste, pues, en una especie de partidos fantasmas que difienden los fantasmas de unas ideas y que, apoyados por las sombras de unos periódicos hacen marchar unos Ministerios de alucinación".
Y en otra parte: "No me habéis dado maestros, ni libros, ni ideales, ni holgura económica, ni amplitud saludable humana, que he fracasado porque no me disteis lo que tiene derecho a recibir todo ser que nace en latitudes europeas".
Por su parte Julián Marías en su biografía de Ortega manifiesta que éste "veía (1931/33) ascender la marea de lo que más temía: la politización, la obsesiva y exclusiva presencia de lo político en la convivencia nacional, el anteponer esa dimensión a todas las demás de la vida. Sabía que la circunstancia inexorable de ese proceso era la discordia, la ruptura de la sociedad, la decisión por parte de un grupo de no convivir con otros, de silenciarlos, reducirlos o eliminarlos si es menester", y que "en el otoño próximo se produciría la irrupción del juvenilismo, y por tanto de la violencia, en la política española".
Si cambiamos "España", "español", etc., por "argentino" y por supuesto, las fechas y el temor al Ejército que ha sido oportuna y prolijamente desmantelado, nos parecería que estamos viendo un noticioso de hoy.
Desde otro ángulo, el también ya citado Konrad Lorenz, en "La Etología", nos aclara que "entre otras consecuencias desastrosas, el rechazo radical de la cultura transmitida por los padres puede llevar a una influencia sobre la juventud —que, a consecuencia de ese rechazo, ya no posee información ni guías verdaderos— de pseudoguías sin escrúpulos".
Y piensa al respecto "no sólo en la influencia de demagogos, sino más bien en el instinto poderoso capaz de empujar a muchos jóvenes que no están conformes con sus familias abuscar un sucedáneo".
"Esos jóvenes adoctrinados siguen cualquier doctrina, no importa cual".
"El adoctrinamiento de las masas da a este fenómeno unas marchas de gran marejada que va a amenazar hasta el bien más preciado de la humanidad: la libertad del pensamiento".
Y por último "como el número de doctrinas que coexisten es inversamente proporcional al número de partidarios que recluían, continuará creciendo el peligro de una escalada del odio y con este riesgo, el de la más terrible de las guerras, la guerra civil".
Decía Don José Larralde en "Herencia Pa'un Hijo Gaucho": "Cuando no se quiere ver, no hay más que cerrar los ojos, pero no es güeno a mi antojo ser ciego por voluntad".
Por supuesto que se pueden desoír las lecciones de los pensadores, de los estudiosos de la fisiología del comportamiento y de la Historia. También se puede manejar con los ojos vendados, siguiendo solamente voces de mando (y claro, las de la propia soberbia).
Pero es conveniente hacerlo con los ojos abiertos y siguiendo las señales del camino, al solo efecto de no hacernos pomada. Y, por las dudas, conviene no olvidar lo que pasó en España entre los años 1936 y 1939: •