The Purge. La noche de las bestias
Anoche fui al cine a ver esta película dirigida por el
estadounidense James DeMonaco. No me había hecho grandes ilusiones. Ya
de partida, el argumento me parecía absurdo.
Y es que esta película parte de la idea de unos Estados Unidos en un
futuro próximo que han superado la crisis económica, índices alarmantes
de delincuencia y un periodo de gran conflictividad bélica, y ha hallado
la prosperidad, el orden y la paz instaurando cada 21 de marzo la
llamada noche de la “purga”: durante 12 horas se permite a los
ciudadanos cometer toda clase de crímenes, incluso el asesinato. La
película basa ese planteamiento en la idea de que el ser humano necesita
desahogar sus instintos violentos para solucionar los citados
problemas. Un completo disparate, en fin, que olvida que precisamente
nuestros instintos más violentos se dominan con la educación, la ética y
la moral, y en último término mediante el imperio de la ley, y no dando
rienda suelta a la violencia y al crimen durante una noche cada año.
No obstante, me quedaba la duda de si DeMonaco habría sabido
aprovechar un argumento absurdo, aunque ciertamente original, para hacer
una película digna de ver. No es así. En buena parte por culpa de la
persona que ha perpetrado el guión, que me ha servido para pasarme la
película llevándome las manos a la cabeza ante ciertas situaciones y
comentarios absurdos que soltaban los actores. Por lo demás, mucha
violencia y escenas muy duras, no aptas para menores ni para personas
sensibles. Lamentablemente ni siquiera funciona como película de
denuncia -o lo hace de forma tan torpe como “La naranja mecánica”-, y a
lo sumo sirve como reflexión muy ligera para concluir lo evidente: la
anarquía no es más que un camino hacia el caos. Resumiendo: película
mala y que no merece lo que cuesta hoy en día una entrada al cine.