Francisco: "Mi trabajo no es nada fácil"
El mate ¿ayuda a superar obstáculos?
Si en realidad el Papa quiere llevar adelante los problemas graves de la
Iglesia, como la depuración del "Lobby Gay Vaticano" y los intereses
espúreos que pudiera haber en el IOR (Banco de la Santa Sede), va a
encontrar serios obstáculos.
En otro plano, el solo hecho de que haya trastocado
gran parte del protocolo, nos imaginamos que no es algo que haya
despertado simpatías en una maquinaria tradicional y precisa como la del
Vaticano.
Lo que no sabíamos es que una infusión muy difundida en las Provincias
Unidas del Río de la Plata, el mate, que tomado en rueda de amigos
induce a compartir nuestra intimidad, pudiera ser ayuda eficiente para
superar esos males. Aunque eso pueda quizá entreverse en el lenguaje
cifrado que han utilizado Francisco y Cristina; si es que con "tomar mate" se han referido al ingerir esa bebida pues, si de lenguaje cifrado se tratara, puede significar otra cosa.
Seguramente sabrán nuestros lectores que acercándose la Solemnidad de
San Pedro y San Pablo, la Presidente de la Nación Argentina, Sra.
Cristina Fernández de Kirchner, envió al Papa Francisco un saludo que se
salteó el protocolo.
La salutación viene de larga data, pero la Jefa del Estado no lo había
hecho por sí hasta que fue elevado al Trono de San Pedro el Cardenal
Bergoglio.
Como Cristina contó en su carta, motivados por esta circunstancia sus asesores le sugirieron que esta vez debía "hacerlo personalmente", para lo cual le acercaron un modelo"que parecía escrito de compromiso protocolar del siglo XIII". No satisfecha con el cual, se decidió a escribir por sí en un estilo, suponemos, bien diferente al aconsejado.
La carta de Cristina está casi vacía de contenido, pues se dedicó
principalmente a explicar su génesis al Papa. Excepto por un detalle
interesante puesto como al pasar al final: "Hasta siempre y cuídese. Tome mate. Ud. me entiende" .
Carta de Cristina a Francisco Para agrandar: botón derecho, abrir en otra ventana. |
Este mensaje cifrado hace presumir que hablaron de las bondades que
tendría el tomar mate para conjurar determinadas circunstancias.
Lo cual parece haberse comprobado por unos tweets que la Presidente
publicó hoy, luego de dar a conocer la carta de respuesta del Papa que
se puede leer a continuación:
Carta de Francisco a Cristina |
Allí Francisco dice que su trabajo no nada es fácil, e inmediatamente a continuación cuenta que sigue tomando el mate, lo cual podría verse como una respuesta también cifrada.
La Presidente, al publicar hoy esta carta en su cuenta de Tweeter, dijo lo siguiente:
Aquí confirma que hablaron sobre las dificultades del Papado, y quizá hayan bromeado ahí sobre las bondades del mate:
Para finalizar hacemos mención de dos curiosidades que aparecen en la carta del Papa.
Está dirigida a la "Excelentísima Señora Presidenta de la Nación Argentina"
Por un lado, el trato de "Excelentísimo" que se utilizaba para
referirse al Jefe Supremo de la Nación, fue abolido hace muchos años por
Ricardo Alfonsín, aunque a nosotros nos gustara. ¿Por qué lo habrá
utilizado el Vaticano?
Además, aunque el membrete oficial de la Casa Rosada dice: "Presidenta", en la Santa Sede deben saber que el término es incorrecto, porque Presidente es el o la que preside, y Presidenta no es nada. Como que "ente" deriva de la palabra latina "ens", que es o existe, y "enta" nada tiene que ver con el "ser", y a lo sumo es una preposición que cayo en desuso.
Esperemos que haya sido un descuido y no otro plegarse a la "guerra
semántica" que tanto utilizan los políticos del Nuevo Orden Mundial.
Lo último: es bien sabido que una corriente de informalidad está
recorriendo las clases dirigentes. En la exagerada simplicidad y hasta
mal gusto de sus ropas, y en la forma pública de tratarse que los
asemeja a compinches o amigotes, los funcionarios más altos dan pésimo
ejemplo.
En la Argentina en tuteo empleado aún en el marco de la liturgia por
algunos obispos, muestran un aplebayamiento que, al bajar por la escala
social, no puede menos que dar malos frutos.
Por eso no nos gusta saber que una carta formal de salutación, como la
que pudo haber enviado la Cancillería Argentina a los sucesivos
pontífices en su día, pueda "fomentar el sentido del humor", como dice Francisco en su carta; y si con esto quiere significar que lo solemne puede ser tomado a risa.