¡Si ni curriculum vitae tenés! Laburaste, entre otros, para Saadi y
Grosso. ¡Es verdad; en el título debí haber agregado “y de pacotilla”…
se me pasó! Sin embargo, jamás se te vio involucrado en un acto de
corrupción. Ergo: además de matón de pacotilla, no sos de identificarte
demasiado con los que han sido y son tus jefes naturales. ¡Y eso es
malo, Moreno; no sea caso que un día de éstos te rompa el toor
alguno de esos que solés llevarte por delante haciendo uso y abuso de tu
transitoria autoridad, y los que deban responder por vos se te abran de
gambas.
La sensación que me provocás, al verte, es que te tomás todo para la
joda… ¡a la gente por sobre todo! Y eso no es bueno, ¡Moreno! Primero
porque la Gente, con mayúsculas, es lo único bueno que queda en un país
devastado, decadente, donde la ética y la moral han ido a parar a la
mismísima mierda por obra y gracia de “tu patrona de turno”. ¿O por qué
te suponés que te hablo en semejantes términos? En principio, porque son
los que mejor te sientan, y entonces, simplemente para “estar a tono”.
Si empezaste a militar en el Bajo Flores, es probable que alguna vez
nos hayamos cruzado. Pasa que, a lo largo de mi vida, me crucé con
algunos pocos “atrevidos” de verdad, entre los que no estabas, y con una
infinidad de pelotudos entre los que no podría afirmar si estabas o no.
Yo jamás milité y siempre viví y sobrevivo en Flores. ¡Me fui al jocara…
a veces me agarra un poco de nostalgia! La nostalgia es un sentimiento
de pena o tristeza que produce la ausencia de la patria o de las
personas queridas. ¡Y qué cagada, porque habiéndome quedado por siempre
en mi patria y hasta en el lugar donde nací, igualmente me siento lejos
de ella! ¿O será que existen quienes se han encargado de choreármela? En
cuanto a las personas queridas, el paso de los años hizo que muchas
quedaran en el camino; las demás, siguen estando. ¿Y vos como andás en
materia de nostalgia, Moreno?
La última paupérrima noticia que tuve de vos tiene que ver con el maltrato que dispensaste a unos periodistas de Clarín
en el interior de la Embajada de los EE.UU. de Norteamérica, con motivo
de la despedida de la saliente embajadora en nuestro país, al que tibia
y elegantemente tildó de “complicado”. ¡Sos apenas fuerza bruta,
Moreno! Hernán Lorenzino, en cambio, se ha convertido en una suerte de
paradigma respecto de todos los que integran esta bochornosa gestión de
gobierno… Hermán Lorenzino se quiere ir. ¡Pobre; se me hace que no debe
ser nada fácil el salirse así porque sí de una verdadera mafia! ¿Vos que
decís, Moreno?
Ya que estamos, y de paso, te recuerdo que la justicia te acaba de
aplicar una nueva bofetada no haciendo lugar a la multa que pretendías
cobrar a algunas consultoras “por medir en discrepancia con el
Ejecutivo”. ¿Será verdad que ya están raspando con una cuchara el fondo
de la olla? Porque ¡es verdad!… también se dicen muchas pelotudeces,
también.
Ahora te dejo. Si te vas a hacer una escapada al barrio de Flores, es
probable que nos encontremos y podamos compartir un café; cada uno el
suyo, obviamente. Si vas a venir solo, no problem. Si vas a venir con “la patota” y “calzado”, por favor, avisá, así cuando menos me hago acompañar por mi perrita cocker.
Ricardo Jorge Pareja