Ese dogma incuestionable e
imposible de definir que han bautizado como El Modelo, no existió como
tal desde los inicios del kirchnerismo. Cristina, al momento de asumir,
nos revoleó por la cabeza la definición que iría adaptándose y
modificándose con el paso de los años desde el Modelo de Crecimiento e
Inclusión con base en matriz diversificada, hasta este Modelo de
Crecimiento Patrimonial e Inclusión de funcionarios con base en matriz
de dibujo de estadísticas, impresión de billetes y enfardado de euros.
El ascenso de la Arquitecta Egipcia
Entre
sidra, pan dulce y el tío borracho que se quema con un tres tiros, el
26 de diciembre de 2006 nos enteramos de un problemita que ya llevaba un
año. En 2005 Julio De Vido había llamado a licitación para la
construcción de un gasoducto. La empresa Transportadora Gas del Norte
denunció un 150% de sobreprecio. Empezó la investigación y resultó que
Skanska -empresa que había ganado la licitación- había pagado más de
cien facturas a empresas inexistentes. Hubo despidos en Skanska,
gerentes procesados y luego silenciados con jugosas indemnizaciones, y
hasta Tinelli quedó en el medio. El Gobierno Nacional le cobró a la
empresa -o sea, la contraparte en el negociado- una multa de diez
millones de pesos. Dio la casualidad de que justo, justito, era el monto
del sobreprecio de la obra.
El por entonces Jefe de Gabinete, Alberto
Fernández, dijo que el Jefe de Gobierno Jorge Telerman, estaba prendido
en la joda. No pasó naranja, pero Alberto ya mostraba esa hilacha
peligrosa en cualquier carrera: el rencor. El pelado afrancesado había
llegado al gobierno de la Ciudad como secretario de Cultura de la
primera gestión de Aníbal Ibarra, cuñado de Alberto Fernández. Cuando
Ibarra se presenta para la reelección, Telerman fue de vicejefe. Luego
del juicio político que terminó por remover a Ibarra, Telerman asume la
Jefatura de Gobierno. Desde siempre enemistado con Alberto Fernández,
éste último se encargó de desprestigiarlo cada vez que pudo.
A fines de enero de 2007, el gobierno
anunció el desplazamiento de Graciela Bevacqua, titular del Instituto
Nacional de Estadísticas y Censos, y todo porque la funcionaria –a cargo
desde 2001- no quería modificar el sistema de medición del índice de
precios si no se utilizaban parámetros de reconocimiento internacional.
En los primeros seis meses, la inflación del Indec arrojó un 4,4%. Las
mediciones de las consultoras –que hasta la intervención coincidían en
sus números- arrojaron un 14,4%. Nacía, así, la inflación real y la
paralela, pionera en la ambigüedad de la última década, acompañada por
el dólar oficial y el blue, la inseguridad y la sensación, y otros
montajes de la factoría de Balcarce Fifty Productions.
En el mismo mes de enero, Telerman
anunció que las elecciones para Jefe de Gobierno serían en junio y buscó
el apoyo del kirchnerismo. Alberto Fernández dijo que era mejor poner a
un tipo carismático, acaparador de votos y líder de masas. Lo
intentaron, pero consiguieron a Daniel Filmus. Telerman quedó afuera del
ballotage y Macri sacó a pasear por primera vez a Filmus en la segunda
vuelta. De todos modos, hay que reconocer que la campaña previa fue
entretenida. Néstor salía de la oficina de hacer negocios con Franco
Macri, para luego dar un discurso en el que pedía a la ciudadanía que
recordara que Mauricio es Macri. La ciudad apareció empapelada con
carteles que decían que los que piensan votan a Filmus, Telerman
mostraba sólo su pelada en los carteles y Macri se sacaba fotos en
Ciudad Oculta. Y así, mientras Mauricio sacaba a bailar a Michetti en
silla de ruedas ante las cámaras del mundo, nosotros nos preguntábamos
si era necesario y Néstor corría a Alberto Fernández por los pasillos de
la Quinta de Olivos.
Ni bien finalizaron las elecciones
porteñas, el kirchnerismo dio marcha atrás con la promesa de campaña de
Filmus y decidió no transferir la Superintendencia de Seguridad
Metropolitana de la Federal, pero en cambio autorizó al gobierno de la
Ciudad a que pueda crear una propia. Seis años después, todavía están en
eso. Entre tanto, Daniel Scioli, que luego de saltar de la lancha a la
política de la mano de Menem y haber ocupado la secretaría de Turismo
con Duhalde, ejercía de Vicepresidente de Néstor, dejó de aspirar a la
jefatura de Buenos Aires –cargo que pretendía- y se puso a buscar algún
domicilio en la provincia para ser gobernador.
El caso Skanska seguía con sus coletazos.
El gobierno decidió intervenir Enargas y desplazó a todos los
directivos que no tenían absolutamente nada que ver, al menos no en este
negocio. Entre los eyectados se encontraba el Pacha Velazco, pareja de
Felisa Micelli. Y como el silencio no es gratis, más si los demás se la
están llevando con una retroexcavadora, Velazco habría reclamado la
suya: unos 250 mil dólares. Precavido, para no andar de paseo con tanta
tarasca encima, Velazco los habría dejado en el baño del despacho de su
mujer. Una inspección de rutina encontró la bolsa y el programa de
Lanata en Radio del Plata los escrachó. En silencio, Felisa fue
desplazada de su cargo, aunque le mantuvieron la custodia policial. La
reemplazó Miguel Peirano por los meses que restaban de gestión de
Néstor.
La
campaña nacional estaba a pleno. Por elección unánime -un voto- Néstor
informó que la candidata elegida a sucederlo era Cristina Fernández. Con
la Concertación Plural lanzada, el candidato a Vicepresidente fue Julio
Cobos, radical, Gobernador de la provincia de Mendoza y el favorito de
Néstor, con lo que tiró por tierra las aspiraciones de Felipe Solá, a
quien ya habían hecho bajarse de la reelección en la provincia de Buenos
Aires para dejarle lugar a Scioli. Cristina, Cobos y vos ganaron las
elecciones con el 45% de los votos emitidos, sin mayores escándalos,
aunque hubo alguna que otra mancha, como la desestabilizadora Policía
Aeroportuaria que encontró unos 800 mil dólares dentro de una valija de
la delegación venezolana.
Los medios del mundo se hicieron eco del
escándalo, menos acá. Luis D´Elía enseguida argumentó que todo se trató
de una operación montada por la CIA y Aníbal Fernández negó que
Antoninni Wilson haya estado en la Casa Rosada, aunque una cinta de las
cámaras de seguridad y una firma en el libro de visitas decían lo
contrario. La mina que encontró los dólares renunció a la Policía, hizo
una tapa para la revista Hombre, y pasó tan rápido al anonimato como
había salido del mismo. La única ventaja del asunto es que nos dimos
cuenta lo buena que está Victoria Bereziuk, la rubia infernal que era
asesora de Claudio Uberti, el funcionario de Néstor que trajo a
Antoninni Wilson a Argentina.
Antes
de entregar la banda presidencial, y como última medida de gobierno, el
9 de diciembre de 2007 Néstor Kirchner firmó la fusión entre
Cablevisión y Multicanal, con lo que le dio al Grupo Clarín el mercado
mayoritario de las compañías de cable, una de esas medidas que hace que
el kirchnerista promedio entre en cuadro de infarto cerebral al intentar
explicarlo. Cristina, finalmente asumió el 10 de diciembre con un
festival en el que no hubo piedad para nosotros: tuvimos que oírla
cantar con Alejandro Lerner y el Bahiano. El glamour de la festichola
incluyó a Pablo Echarri y Nancy Duplaá de paseo por la Rosada, a
Lubertino a pura lágrima y una manifestación de gente feliz de la vida
por el triunfo de la democracia y la alternancia en el poder. Y como el
gabinete iba a ser totalmente nuevo e independiente de la gestión
anterior, se quedaron todos, menos Miguel Peirano, que fue reemplazado
por Martín Lousteau, Daniel Filmus, que cedió su lugar al igualmente
carismático Juan Carlos Tedesco y Ginés González García, que se fue de
embajador a Chile dejando su despacho a Graciela Ocaña.
Finalmente, al realizarse los cambios de
gestión a fin de año, el Juez Federal a cargo de la causa Skanska,
Guillermo Montenegro, juró como ministro de Justicia y Seguridad del
gobierno de la Ciudad, y se llevó consigo al titular de la Secretaría en
la que estaba la causa. Scioli, luego de ligar la provincia de Buenos
Aires, también dio una mano y se llevó al Fiscal de la misma causa,
Carlos Stornelli. Así, la causa Skanska quedó vacía de poder y en manos
de la subrogancia de Oyarbide.
Un
año tan copado no podía terminar de mala manera. Néstor viajó a
Colombia para ser garante en la liberación de rehenes de las FARC.
Chávez, por su parte, estaba muy compenetrado en parecer preocupado. No
faltaba mucho para que lo vincularan como protector y financista de la
narcoguerrilla colombiana aunque esto, como todo, quedó en la nada.
Muchos heridos que supieron ocupar sus
cargos, cobrar sus buenos sueldos y manejar sus jugosos presupuestos,
hoy intentan despegar a Néstor de Cristina y pululan por los medios, en
la búsqueda de un voto que nunca tuvieron ni tendrán. Deberían crear la
Agrupación Viudas de Néstor, dado que, en lo particular, no encuentro la
diferencia fundamental: esto es la cosecha de lo sembrado, el pibe del
que nadie se quiere hacer cargo pero que, al momento de concebirlo, la
pasaron joya.
Pero claro, son solo puntos de vista.
Mercoledì. La seguimos el viernes.