Una afirmación de
Bergoglio de una increíble gravedad ha pasado bajo silencio: la hacemos
pública y esperamos la respuesta de aquellos que prefieren engañarse en
lugar de dar testimonio de la verdad.
Según los Evangelios, Cristo alimentó varias veces a miles de personas con unos pocos panes y peces. Para Bergoglio no se trató de una multiplicación. ¿Se trató al menos de un milagro, naturalmente inexplicable? Bergoglio se cuida de decirlo.Queda la explicación del exégeta modernista excomulgado Loisy: “Para Loisy, lamultiplicación de los panes es una alegoría mística (aunque la relaten los tres Sinópticos) y simboliza la misma doctrina del discurso sucesivo de Jesús sobre el pan vivo, pero ni la multiplicación ni el discurso son realidades históricas”(Giuseppe Ricciotti, Vita di Gesù Cristo, n° 372).
Según los Evangelios, Cristo alimentó varias veces a miles de personas con unos pocos panes y peces. Para Bergoglio no se trató de una multiplicación. ¿Se trató al menos de un milagro, naturalmente inexplicable? Bergoglio se cuida de decirlo.Queda la explicación del exégeta modernista excomulgado Loisy: “Para Loisy, lamultiplicación de los panes es una alegoría mística (aunque la relaten los tres Sinópticos) y simboliza la misma doctrina del discurso sucesivo de Jesús sobre el pan vivo, pero ni la multiplicación ni el discurso son realidades históricas”(Giuseppe Ricciotti, Vita di Gesù Cristo, n° 372).
Jorge M. Bergoglio, 16
de mayo de 2013, Ciudad del Vaticano: “(...) Respecto a los panes y los
peces quisiera agregar un matiz: no se multiplicaron, no, no es verdad.
Simplemente los panes no se acabaron. Como no se acabó la harina y el
aceite de la viuda. No se acabaron. Cuando uno dice multiplicar puede
confundirse y creer que hace magia, no. No, no, simplemente es tal la
grandeza de Dios y del amor que puso en nuestros corazones, que si
queremos, lo que tenemos no se acaba (...)”.
Proposición nº 14
condenada por el Santo Oficio por el decreto Lamentabili del 7 de julio
de 1907: “En muchas narraciones, los evangelistas no tanto refirieron lo
que es verdad, cuanto lo que creyeron más provechoso para los lectores,
aunque fuera falso”.