Hay que leer los reclamos de la calle
Tal como lo adelantáramos en exclusiva, hace casi dos meses, en nuestra
nota del
19 de Mayo, la calle volverá a hablar el próximo Jueves 8 de Agosto.
Es una fecha, sin dudas, clave. A escasas 72 horas de las PASO, la
ciudadanía vuelve a darse cita en las calles de la Argentina, para
expresar su voluntad.
Pero será una marcha diferente a las anteriores. Porque tendrá una mixtura de repudio y esperanza. No habrá proselitismo, ni se le va a decir a nadie a quien tiene que votar, pero se dejará sumamente en claro a quienes nunca más se debe votar, si es que soñamos tener, de una vez y para siempre, un país serio.
Se repudiará al FPV, esa banda de maleantes que llegó hace 10 años para saquear a la Argentina, levantando con demagogia cien banderas y defraudando todas y cada una de ellas.
Al gobierno que convirtió a las organizaciones de DDHH en cómplices del desfalco, a los más humildes en rehenes de la dádiva estatal, y a los más resentidos en soldados del odio.
Al gobierno que dilapidó la mejor oportunidad histórica en un siglo para desarrollarnos, y terminó perdiendo la soberanía energética, destruyendo la moneda y el ahorro y haciendo que, en el granero del mundo, falte el trigo.
A los que se robaron el futuro de los más jóvenes, y lo acumularon en las bóvedas de la vergüenza.
Pero la oposición deberá leer correctamente las demandas, porque los tiempos que se vienen en la Argentina no serán aptos para tibios.
Los triunfadores de los distritos clave donde se estima que el oficialismo perderá las elecciones, tendrán que entender que el reclamo de la ciudadanía no se agota en el pedido de unidad y diálogo. Aquí también se reclama justicia ejemplarizadora.
El indicado como factible ganador de Buenos Aires, Sergio Massa, tendrá que tomar nota que los discursos sobre gestión y futuro suenan muy agradables a los oídos de la gente, pero que esa misma gente que acudirá a votarlo reclama con determinación que se aplique justicia sobre los que se robaron el país en esta década.
A no subestimar la voluntad popular. Acá hay que definirse en todo. Cuando se escucha el reclamo popular, se lo debe percibir íntegramente. No hay futuro sin un Nunca Más de la corrupción en democracia, y no es justicia independiente la que no se aplica sobre TODOS LOS RESPONSABLES DEL ATRACO. Que quede claro.
Por juicio y castigo se clamó en los ochenta, y así pudimos terminar con el partido militar que interrumpía los procesos democráticos y nos atrasaba.
Por juicio y castigo se clama hoy en la Argentina, para terminar con el partido de la corrupción, que se lleva en sus alforjas el futuro de nuestros pibes.
El 8 de Agosto, acaso más que nunca, el mensaje será para la oposición. La gente que marcha lleva en una mano el voto, pero en la otra la exigencia de justicia.
Sepan leerlo, y actuar en consecuencia, si es que aspiran a conducir los destinos de esta nación.
Fabián Ferrante
Pero será una marcha diferente a las anteriores. Porque tendrá una mixtura de repudio y esperanza. No habrá proselitismo, ni se le va a decir a nadie a quien tiene que votar, pero se dejará sumamente en claro a quienes nunca más se debe votar, si es que soñamos tener, de una vez y para siempre, un país serio.
Se repudiará al FPV, esa banda de maleantes que llegó hace 10 años para saquear a la Argentina, levantando con demagogia cien banderas y defraudando todas y cada una de ellas.
Al gobierno que convirtió a las organizaciones de DDHH en cómplices del desfalco, a los más humildes en rehenes de la dádiva estatal, y a los más resentidos en soldados del odio.
Al gobierno que dilapidó la mejor oportunidad histórica en un siglo para desarrollarnos, y terminó perdiendo la soberanía energética, destruyendo la moneda y el ahorro y haciendo que, en el granero del mundo, falte el trigo.
A los que se robaron el futuro de los más jóvenes, y lo acumularon en las bóvedas de la vergüenza.
Pero la oposición deberá leer correctamente las demandas, porque los tiempos que se vienen en la Argentina no serán aptos para tibios.
Los triunfadores de los distritos clave donde se estima que el oficialismo perderá las elecciones, tendrán que entender que el reclamo de la ciudadanía no se agota en el pedido de unidad y diálogo. Aquí también se reclama justicia ejemplarizadora.
El indicado como factible ganador de Buenos Aires, Sergio Massa, tendrá que tomar nota que los discursos sobre gestión y futuro suenan muy agradables a los oídos de la gente, pero que esa misma gente que acudirá a votarlo reclama con determinación que se aplique justicia sobre los que se robaron el país en esta década.
A no subestimar la voluntad popular. Acá hay que definirse en todo. Cuando se escucha el reclamo popular, se lo debe percibir íntegramente. No hay futuro sin un Nunca Más de la corrupción en democracia, y no es justicia independiente la que no se aplica sobre TODOS LOS RESPONSABLES DEL ATRACO. Que quede claro.
Por juicio y castigo se clamó en los ochenta, y así pudimos terminar con el partido militar que interrumpía los procesos democráticos y nos atrasaba.
Por juicio y castigo se clama hoy en la Argentina, para terminar con el partido de la corrupción, que se lleva en sus alforjas el futuro de nuestros pibes.
El 8 de Agosto, acaso más que nunca, el mensaje será para la oposición. La gente que marcha lleva en una mano el voto, pero en la otra la exigencia de justicia.
Sepan leerlo, y actuar en consecuencia, si es que aspiran a conducir los destinos de esta nación.
Fabián Ferrante