domingo, 14 de julio de 2013

LA CAMPAÑA DE LA PATRIA


Parte del legado sadomasoquista de Néstor consistió en sumarnos una elección más a la ya penosa tarea de tener que elegir quién nos estafará de algún modo por el próximo período. Todavía no llevamos dos semanas de campaña y ya nos taladraron el cerebro a tal punto que hasta recibimos de regalo un jingle de Ignacio Copani que el cantautor rescató de alguna tarea de Lengua de tercer grado. Y si ya bastante sufríamos con la Cadena Nacional por cualquier motivo pedorro, en campaña -y feriados mediante- las apariciones de Cristina pueden generar efectos indeseados en algún televidente desprevenido. El acto por el 9 de Julio, no fue la excepción.
cris3Luego de contarnos que a mediados del siglo XIX, Argentina se convirtió en una bosta de país y que las fuerzas imperialistas nos saqueaban los recursos no renovables con permiso del gobierno, la Presi saltó a este presente de dicha en movimiento, en el que aún utilizamos las sobras de la infraestructura del siglo XIX, y en el que las fuerzas imperialistas siguen llevándose nuestros recursos renovables con permiso del gobierno. Pero al menos es un gobierno nacional y popular.
El ataque anti imperialista prosiguió con Cristina puchereando porque nadie se queja del espionaje de Estados Unidos, pero a ella la puteamos por el espionaje interno de su gobierno -algo así como pedirnos que defendamos del espionaje a quien nos espía- para luego disparar que no les perdonamos que nos hayan devuelto la alegría. Uno creería que con la que se han choreado preferiríamos que nos devolvieran otra cosa, que de la alegría nos encargamos nosotros, pero se ve que la gente que se cruza Cristina cuando va de la Rosada al helipuerto le pide otra cosa. También parece ser que la inseguridad, la inflación y la caída en los índices laborales, de pobreza y de indigencia son cosas que a nadie le preocupan, porque la Presi sostiene que lo que más le preguntan es qué será del mundo y de Argentina con esta nueva coyuntura política-económica internacional. Y Cris tiene una respuesta para todo: no vamos a permitir que Argentina vuelva a ser proveedora de materia prima. Hay que reconocer que la Presi cumple y ya no se consigue materia prima ni para cocinar pan o armar una ensalada.
La viuda del que pesaba euros afirmó que tener mucha plata no genera inteligencia y, luego de diez minutos de compararnos con otros países del mundo, pidió que no nos comparemos con nadie, para luego recomendar la película Lincoln -de Steven Spielberg- que nos enseña lo que tuvo que hacer ese presidente norteamericano para lograr que los negros no tengan grilletes y se conviertan en compradores de camisetas… Después de putear al Poder Judicial y afirmar que no hablaría de pececitos, la mujer que se viene presentando en todas y en cada una de las elecciones que se le cruzaron en los últimos veinticuatro años, pidió que elijamos bien, que siempre son los mismos candidatos que se disfrazan.
cris2 
Al día siguiente, la patriada presidencial tuvo una segunda parte, esta vez en la cena de camaradería de las Fuerzas Armadas, en las que volvió a hablar de lo bueno que es tener Patria y destacó las bondades de los Batallones Ferrocarrileros, que fueron creados entre los gobiernos de Carlos Pellegrini y Julio Roca, o sea, los que puteó el día anterior cuando los trató de antipatria. Cristina Capitana se quedó corta, y ahora también es Brigadiera y Generala. Luego de informarles que se tendrán que hacer cargo de parte del desastre ferroviario producto de la fiesta de los últimos diez años, la Presi quiso contentar a los militares con un aumento inferior a la inflación blue y una partida extraordinaria para comprarles ropa. En el medio, la estratega napoleónica les comentó que en una de esas deberán controlar las fronteras, algo que no se encuentra incluido entre las funciones que determina el Decreto 727/2006 firmado por Néstor Kirchner, pero sabemos que Cristina sólo se acuerda del fanático de las cajas sólo en los discursos.
Lo interesante del tema es que las fronteras son jurisdicción de la Gendarmería Nacional, fuerza policial militarizada a la que Néstor les pidió excepcionalmente en 2004 que se hicieran cargo de funciones de otras fuerzas, y desde entonces se convirtieron en el brazo ejecutor de la no represión kirchnerista, algo que pasa desapercibido para toda la monada progre y para la patria contratada, pero que en los papeles debería generar alguna que otra pregunta: la legislación dice que la Gendarmería puede ser convocada para la represión sólo por el Poder Ejecutivo en caso de alteración del orden público o subversión o guerrilla. Todo muy loco.
Pero así ha funcionado el kirchnerismo, en una metodología que nos la venden como producto de una Estadista, pero que en los resultados convierten a Cristina en la Txumaria Alfaro de la política, aplicando recetas de abuela en materia económica y probando cosas para solucionar lo provocado por sus propias cagadas en cualquier ámbito. Así es que la Gendarmería está para reprimir a los guerrilleros que no quieren minerías imperialistas a cielo abierto, Prefectura para garantizar la seguridad de Puerto Madero, la Federal para salir de la Comisaría sólo ante un hecho consumado y el Ejército para custodiar lo que debería ser función de Gendarmería. Podrían probar volviendo todo a su lugar, pero eso sería demasiado conservador y, presumen, eficiente, algo que no da para demostrar a esta altura del partido.
massa 
Tanto delirio patriótico tiene su correlato en los ataques a los candidatos que le hacen frente a las listas oficialistas y, entre todos ellos, el principal blanco es Sergio Massa, a quien le prendieron una vela todos los días para que fuera candidato kirchnerista y, desde hace un par de semanas, lo tildan de pro yanki, sionista, imperialista y empleado de Magnetto. Tiene sentido la bronca, dado que Massa los dejó en Pampa y la vía. La carencia de candidatos presentables llevó a Cristina a hacer campaña permanente. Convengamos que los pocos candidatos que se atreven a hablar tampoco son máquinas de arrastrar votos, como Cabandié, quien sostiene que en el Riachuelo hay peces, o la anónima camporita Paula Español, quien critica al candidato macrista Federico Sturzenegger por haber formado parte de la Alianza, y se olvida de que también lo fueron Abal Medina, Nilda Garré, María José Lubertino, Raúl Zaffaroni, Deborah Giorgi y Diana Conti.
A este lindo panorama se sumaron Amado Boudou con declaraciones nacionalistas made in Puerto Madero en contra de Sergio Massa, y unos afiches que empapelaron la ciudad con el candidato de Tigre disfrazado de Tío Sam, con la bandera norteamericana y el logo de Clarín. Para el fotomontaje podrían haber usado cualquier foto de Massa como Jefe de Gabinete de Cristina, pero es bueno saber que el kirchnerismo volvió a imprimir afiches con la cara del intendente del conurbano desde aquella vez en que fue candidato testimonial en las elecciones en las que Néstor perdió por poquito.
Sin embargo, la militancia kirchnerista puede estar tranquila, dado que ya consiguieron quién los proteja del candidato empleado del imperio y de Clarín, y esa persona es Daniel Scioli, a quien quieren voltear desde 2010 acusándolo de empleado del imperio y de Clarín, pero que ahora devino en la salvación de El Modelo. No es muy complicado, si pueden defender al imprentero de Puerto Madero, tranquilamente pueden digerir eso de tener que aplaudir nuevamente al exmotonauta imperialista, hoy patriota nacionalista.
A título personal, toda esta discusión pedorra sobre la Patria, me tiene los gobelinos al plato. No es que descrea de ella -dado que sí creo- pero la han gastado tanto que cansó. Hoy la Patria es el otro, ni yo, ni vos, ni él, otro. Definición boluda que surgió del tardío y arrepentido fervor papal y que no quiere decir absolutamente nada, pero que repiten como mantra para creerlo y convencerse de que sin Kirchnerismo no habrá más Patria. ¿A quién quieren ganar con ese verso? ¿Quién puede tener miedo de perder lo que no sabe que existe? Un fulano que vive de la caridad del Estado en una casilla de chapa, o que sobrevive con las sobras que arrojan las cadenas del imperio al terminar la jornada; una familia que pasa las noches en la galería de Paseo Colón y que, a juzgar por todos los muebles y bártulos que los acompañan, hasta hace poco tenían techo de verdad; un sujeto que pasa 16 horas arriba de un taxi, ocho para pagar el alquiler del auto y ocho para vivir; una mina que perdió a su hija en un choque patriótico de trenes; un hombre a quien le arrancaron un hijo gracias a una bala patriótica de un delincuente made in Argentina; una pareja que lleva diez años junta y aún no logra salir del alquiler porque los créditos son para los que demuestran que no los necesitan; un jefe de hogar que no sabe si el mes que viene podrá pagar la cuota del colegio de los pibes; una jefa de familia preocupada porque no sabe si el mes que viene podrá realizar la misma compra en el supermercado…¿A quién le vienen a hablar de protección de la Patria? ¿Cuál es la amenaza bélica que puedan mostrar a la ciudadanía como peor que la amenaza del gobierno al estilo de vida de quien aprendió que el laburo es la forma de progresar?
Con todo el orden de prioridades en la preocupación cotidiana, es de descerebrado pensar que la Patria es lo que hay que cuidar en las próximas elecciones. Y cuesta creer que con la guita que gastan -de la nuestra- en encuestas no se les ocurra suponer que el orden de prioridades hoy pasa porque dejen de rompernos las tarlipes y nos dejen vivir bien y en paz con nuestra consciencia, sin que nadie nos trate de agrogarcas por tener una maceta en un balcón de Almagro, o de cipayos por querer guardar lo poco que quedó de ahorros en dólares, o de gorilas por decir que son un rejunte de inoperantes voluntariosos y orgullosos de serlo.
Incluso los que han viajado y conocen el mundo “que se derrumba como una burbuja” se cagan de risa de este patrioterío adolescente. Porque son personas que probaron lo que es vivir bien y darían cualquier cosa por llevar ese estilo de vida, pero acá, en su país, y por eso no se van. ¿A esa gente los tratan de apátridas, al que podría irse pero se queda?
Así están las cosas. Después de diez años de gestión, en las próximas elecciones el gobierno no tiene para proponernos una mejor calidad de vida, ni una economía sana, ni un poder adquisitivo previsible y equivalente al esfuerzo, ni una solución a la inseguridad. Ni siquiera puede garantizarnos la vida en acciones tan lejanas de peligro como viajar en un tren metropolitano. Una década ganada en estropear definitivamente la iniciativa individual, en la que el Estado se encargó de hacernos entender, de una vez por todas, que no importa tu esfuerzo, ni tu sacrificio, ni los tres laburos que conseguiste para progresar y que hoy conservás para sobrevivir, dado que no vas a llegar a donde tu voluntad quiera porque los que dirigen los destinos de tu Patria entienden que no están para garantizarte la igualdad de oportunidades, si no para sacarte lo que ganás, quedarse con más de la mitad, y devolverte el resto a cuentagotas pero no en lo que necesitás, si no en lo que ellos creen que deben darte. Y mejor que seas agradecido, dado que tenés suerte: tenés Patria.
Viernes. Hablar de patriada en el siglo XIX, tenía una lógica revolucionaria. En las condiciones actuales, es el placebo de los que no tienen otra cosa para ofrecer.