La manipulación del caso Beatriz llega al esperpento: disfrazan de aborto un parto
Primero los abortistas quisieron vendernos el caso de una joven
salvadoreña Beatriz cuya vida en peligro sólo que podía salvarse matando
a su hija por nacer. El aborto era la única solución, decían. Como ya
se anunció la semana pasada, la joven ha dado a luz por cesárea. Beatriz no ha abortado y no ha muerto. La realidad, una vez más, deja en evidencia al lobby proaborto, que tras ser pillado mintiendo, ha decidido disfrazar de aborto el parto.
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El Mundo habla del parto con el eufemismo que usa para hablar del aborto
¿Os parece que exagero al decir esto? Nada más lejos. Vayamos, por ejemplo a las páginas de El Mundo, el periódico desde el que Arcadi Espada ha pedido que se acuse de un “crimen contra la humanidad” a las madres que den a luz a “hijos tontos, enfermos y peores”. Esta madrugada la edición digital del diario de Pedro J. Ramírez titulaba así la noticia del parto: “Los médicos practican una cesárea a ‘Beatriz’ y logran interrumpir su embarazo”. Citando como fuente AFP, el diario afirma al inicio del texto de la noticia lo siguiente: “Un grupo de médicos ha practicado una cesárea a’ Beatriz’”. Y al final se contradice: “el cuerpo de médicos decidió interrumpirle el embarazo y salvarle la vida”. Es decir, que El Mundo presenta un parto por cesárea como una interrupción del embarazo, eufemismo usado para referirse al aborto. Y se quedan tan anchos.
El diario de Escolar no distingue un aborto de un parto
Otro que se ha pasado varios pueblos intentando ajustar a martillazos
la realidad para que se ajustase a sus deseos ha sido Eldiario.es. El periódico digital que dirige Ignacio Escolar lo ha titulado así: “Beatriz se salva: una cesárea le sirve como aborto”.
Un aborto habría consistido en matar y despedazar a la hija de Beatriz.
El parto por cesárea ha consistido en el nacimiento de la hija de
Beatriz de forma prematura, y recibiendo la niña los cuidados que recibe
cualquier bebé prematuro nada más nacer, hasta que a las pocas horas ha
muerto por causas naturales. ¿Le parece a Escolar que matar a
una niña por nacer es lo mismo que dar a luz y que la niña muera de
forma natural una vez ha nacido? La izquierda abortista ya
había demostrado su cinismo al afirmar que un feto humano no es un ser
humano -como si las mujeres concibiesen seres no humanos-, pero esto ya es el colmo del insulto a la razón y a la ciencia.
El País insiste en las mentiras que ha venido publicando sobre el caso
El tercer titular del podium de manipulaciones leídas hoy en torno a
esta noticia lo publica el periódico insignia del grupo PRISA. El País titulaba así anoche: “Los médicos practican una cesárea a Beatriz para salvarle la vida”. El diario insiste en que la joven padecía “patologías renales graves y lupus”, El Instituto de Medicina Legal de El Salvador, después de que someter a la joven a un examen médico, constató que su lupus estaba inactivo y que “no existe evidencia clínica de una insuficiencia renal y, por ende, tampoco de un estado que comprometa su vida”. El Colegio Médico de El Salvador también señaló, contra lo que afirmaron medios como El País, que el nefrólogo del Hospital Nacional de Maternidad donde está hospitalizada la joven no ha evaluado a Beatriz. El País ha querido mantener su montaje hasta el final, incluso a pesar de estar circulando desde hace semanas datos médicos que desmontan sus mentiras.
Un montaje que demuestra el desprecio abortista por la verdad y por la ética
Algunos mal llamados periodistas han demostrado que entre la realidad
y sus deseos, prefieren dar la noticia al dictado de sus querencias
aunque los hechos las contradigan. Ciertos medios han demostrado hasta qué punto no sienten el menor respeto por sus lectores. Pero si mentir a la audiencia ya es algo grave, peor aún es la dimensión ética del caso. Y es que se
ha intentado manipular a una joven en una situación difícil para
intentar colar leyes abortistas en un país que respeta los derechos de
los niños por nacer, utilizándola como si fuese una pancarta y sin importar el daño que se le hacía con ello.
A los abortistas sólo les valía el aborto: no admitían ninguna alternativa
De hecho, el Instituto de Medina Legal de El Salvador señaló que la joven padecía “un estado de ansiedad reactiva”.
El psiquiatra del IML que examinó a la joven ya denunció que se había
sometido a la joven a presiones para convencerla de que “está sometida
al riesgo de morir si no se decide ha sacar el niño”, y advirtió que a
la joven “no se le ha informado respecto a alternativas a este
procedimiento”. El psiquiatra también denunció que “esto es sumamente peligroso porque se ha estado manipulando a la muchacha desde el principio y se están diciendo cosas que no son verdad y que Medicina Legal no puede acompañar”. A la joven tampoco le debieron informar que abortar la sometería a un riesgo de perforaciones de útero, hemorragias e infecciones, como denunció hoy Derecho a Vivir, plataforma encabezada por la doctora Gádor Joya. Da la sensación de que a
los abortistas, más que la salud de Beatriz, lo que les importaba era
que aceptase el aborto como única salida aunque no lo fuese. Se trata de un empecinamiento ideológico desde el que no han querido ofrecer a la joven ninguna otra alternativa, porque el
aborto -y no un parto por cesárea- era lo que les permitía hacer
campaña contra las leyes salvadoreñas que protegen a las madres y
también a los niños por nacer. Por eso, en el colmo de la
desesperación y del ridículo, y en el colmo de la burla a sus lectores,
ahora intentan disfrazar de aborto un parto.