Otra truchada homosexualista de Freyre. Por Nicolás Márquez
Alex Freyre, iconográfico sodomita
recientemente despedido del Senado por “ñoqui” y vividor, estuvo al
frente de un curioso proyecto que dio en llamarse como “El Archivo de la Memoria de la Diversidad Sexual”,
creado en el año 2011 y el cual consistía en la insólita tarea de
compilar información acerca de homosexuales y afines que hayan sido
“víctimas” durante el último gobierno cívico-militar, algo bastante
ridículo porque se sabe que en aquel período la intimidad sexual
era respetada y sí hubo discriminaciones y fusilamientos pero por parte
de los Montoneros, quienes consideraban a la homosexualidad como “una
debilidad burguesa” y por ende expulsaban o asesinaban si encontraban
algún invertido entre sus filas.
Pues bien, el bullicioso Freyre tras
cuatro años de “trabajar” en dicho archivo, jamás rindió cuentas de
nada, no hay ninguna noticia de dónde podría estár la documentación
respectiva y algunas fuentes aseguran que el archivo está vacío, tal
como lo informó el reconocido periodista Sebastián Turtora
Lo cierto es que en el 2011 y bajo el
régimen ladrón de Cristina Kirchner, se anunció el nacimiento de este
bochornoso organismo con el apoyo oficial de la ex terrorista Nilda
Garré, del hipócrita de Adolfo Pérez Esquivel y de la empresaria de la
memoria Estela de Carlotto: la presentadora del impresentable acto fue
la periodista/botinera Agustina Kämpfer, a la sazón amante del
malviviente y Vice-Presidente Amado Boudou.
Según informó Turtora “El organismo
cuenta sólo con una página de Facebook que no indica en dónde se
encuentran los documentos elaborados y con un blog que tiene como fecha
de última actividad el viernes 28 de Diciembre de 2012”.
Hasta el día de la fecha, seguimos sin
conocer cuál fue la labor (si es que la hubo) de este patético organismo
y cuál fue la financiación proveída al efecto.
Lo expuesto no mancilla en absoluto el
prestigio y el honor de Alex Freyre, puesto que ya se sabe que este
desdichado personaje no goza de ningún prestigio y de ningún honor. Sin
embargo, todos los argentinos tenemos derecho a saber que se hizo con
ese dinero y quienes fueron los responsables de malgastarlo y/o
usufructuarlo.
