Mientras todos se preguntan el real motivo de la demora del
oficialismo en apelar la medida, el bloqueo legal para establecer
alianzas partidarias -el plazo vence dentro de nueve días- es una
cuestión que afectará especialmente a la oposición en cualquiera de sus
manifestaciones. Por ello surge la sospecha de que el kirchnerismo no
tomará ninguna iniciativa pues prefiere divisiones minoritarias que le
darán una ventaja necesaria para superar la adversidad electoral que se
asoma en el horizonte. Tampoco podría concretar sus propias alianzas y
el supuesto hace sospechar que ya estarían concretadas mediante un
desconocido proyecto de utilizar a los nuevos y pequeños partidos que ha
fundado. La curiosidad tendría esta respuesta y también la que sostiene
que, en definitiva, el gobierno hará lo que le parece y convenga por
encima de la normatividad vigente. La arbitrariedad y la prepotencia
dibujan con firmeza un estilo que explica parcialmente la utilización de
los enfrentamientos pero también la provocación de odios inevitables.
En este ejemplar del IP se desarrolla un análisis acerca de un tema tan importante que surge en el preciso momento en que todas las señales, encuestas
y exploración de las vocaciones de voto, indican que el cristinismo
saldría derrotado en las elecciones de octubre. Esto es esperado por la
mayor parte de los analistas que sostienen que esto sucedería siempre y
cuando Cristina W. Fernández de Kirchner no abandone anticipadamente su
cargo como se comenta, y en consecuencia se modifique substancialmente
el escenario político e institucional de nuestra ex República. La salud y
la inestabilidad emocional le juegan una mala pasada que alimenta la
catarata de rumores, comentarios e inferencias que inevitablemente
aportan una cuota notable de inquietante confusión.
Respecto de esto último, no podemos dejar de mencionar el enojo de
Horacio Verbitsky por los cambios ocurridos últimamente en la órbita
ministerial. El alejamiento de Nilda Garré como ministro de Seguridad lo
convierte en uno de los principales afectados, pues el ex integrante de
la Inteligencia de Montoneros había tejido, como es su costumbre, una
intrincada red de intereses e ideologismo que lo llevaron a desempeñarse
como un cercano e influyente asesor en las sombras de una Presidente
ávida de consejos y planes de conquistas políticas. Garré fue uno de los
puentes que acercó a Verbitsky a la Casa Rosada.
El estilo de Verbitsky se destaca por el sigilo y penetración donde
más le convenga. Así logró su primer cargo burocrático en el gobierno
del teniente general Juan Carlos Onganía al integrar la redacción de una
revista que duró poco, pues perdió el respaldo financiero al derivar
hacia un nacionalismo de izquierda, preámbulo de lo que sucedería en el
país más tarde. Para entonces, Rodolfo Walsh -el planificador de la
mayoría de asesinatos, bombas y otros actos terroristas- había creado un
aparato de Inteligencia formado por 62 miembros para la mencionada
Organización Político Militar (OPM) que tuvo oficinas hasta en Lima,
Perú. A lo largo de la guerra solamente se salvaron seis u ocho
militantes y entre ellos estaba Verbitsky, quien se conectaría con
miembros de la Inteligencia Militar (Fuerza Aérea), vínculos que se
prolongarían durante los graves acontecimientos que provocaron los
distintos grupos insurgentes. En su momento, Montoneros le dio la misión
de asesinar al presidente, teniente general Jorge Rafael Videla;
nervioso, Verbitsky se anticipó en dar la señal para la detonación de la
bomba que debía estallar en el momento que Videla ingresaba al Edificio
Libertador, sede del comando en jefe del Ejército. Sólo murió un
camionero (que Hugo Moyano tome nota) que pasaba por el lugar y el hoy
jefe del CELS huyó sin organizar la retirada de los integrantes de la
célula atacante. El suceso lo perjudicó seriamente a Verbitsky, que
recibió sanciones de la conducción montonera.
Si reiteramos estos antecedentes de Verbitsky se debe a que están
anudados con otros datos que contribuyen a trazar su perfil, pues como
eficaz planificador de inteligencia rescatamos el hecho de que también
fracasó en montar la operación para sacar del país a Walsh, quien había
preparado su fuga para refugiarse en Cuba. Este inteligente terrorista
cayó muerto en un tiroteo con hombres de la Armada, pero todavía no
surgieron sospechas de su vinculación con la inteligencia militar
(Fuerza Aérea), pese a que colaboró en un trabajo de investigación y
redacción de un libro que había elaborado el comodoro Güiraldes para la
Fuerza a la que pertenecía. Pero la importancia de la trayectoria cuyo
principal nombre de combate era “El perro”, por su reconocida tenacidad
para ocupar cargos de importancia y alcanzar sutilmente su objetivo de
erosión sistemática mediante un entrismo en todos los sectores posibles.
Por su importancia, el periodismo fue uno de ellos. Su tarea resultó
exitosa, pues debemos reconocer que fue un actor válido para imponer el
desplazamiento de la verdad histórica de lo sucedido en la Argentina y
el Cono Sur durante los años sesenta y setenta, modificando esa verdad
para lograr una falsa interpretación de la violencia que ellos mismos
habían desatado. La reconstrucción de la República le debe mucho a este
hombre, que pudo reemplazar para el uso del periodismo y de la gente el
concepto de la Guerra Setentista por el vocablo represión, que
anticipa con una carga negativa el análisis y la consideración de los
hechos. Más aún, la planificación para transformar los derechos humanos
en un instrumento de penetración ideológica hizo que este tema de alto
contenido emocional reemplazara cualquier oferta programática de los
partidos políticos y por ende fue una contribución para su desgaste tan
significativo. ¿Sabrán los dirigentes de cualquier tendencia y
orientación esta parte de la realidad en que viven y actúan? ¿Se
percatarán de la impotencia por conquistar voluntades y alcanzar el
nivel de verdaderas fuerzas atractivas y actualizadas en vez de tener
que soportar el reclamo popular que clama ¡que se vayan, que se vayan
todos…! Salvo lo mejores, que deben soportar estas consecuencias, pues
pagan justos por pecadores. Es cierto que la propia incompetencia hizo
estos logros, pues ignorar lo que protagonizó y protagoniza Verbitsky
demuestra que esa ignorancia de los políticos hace que no sepan o no
entiendan lo que sucede. Inexorablemente quedan desplazados… aunque
ganen, pues no están en condiciones de solucionar los problemas… y, si
lo hacen, sería un verdadero milagro. Hasta el endiosamiento del deporte
sirve para reemplazar las ideas (Fútbol para todos) y el contenido de
los programas de televisión (Tinelli, por ejemplo) acompaña -y mucho- la
operación destinada a conquistar el mismo resultado. Hasta la
instalación del miedo forma parte de la trayectoria de Verbitsky,
coautor y ejecutor de este proceso tan grave y profundo.
El Perro prolongó la nueva etapa de la Guerra Revolucionaria en el
plano político. Deflacionar a las Fuerzas Armadas y limitar a las
restantes que intervienen en la seguridad ciudadana, modificar los
códigos, ingresar en los medios de comunicación, como se pretende con el
proyecto de Ley correspondiente, y socavar los símbolos del pasado
originario, son otros componentes que ofrecen hechos que respaldan esta
situación. El pretendido retiro del monumento a Cristóbal Colón lo dice
con toda claridad y tiene como blancos al componente itálico de nuestra
sociedad y, más aún, al factor latino y europeo traído por España y
luego por la inmigración. Todo contribuye a socavar los valores y
principios y lo que hace directamente a la personalidad de nuestro
pueblo y sus tradiciones. Los presos políticos no escapan al montaje que
sucintamente exponemos y tampoco el ataque sufrido en los calabozos de
Comodoro Py al marino Ricardo Cavallo y al oficial del Ejército Alfredo
Omar Feita. Ocurrió el miércoles último y fue concretado por
delincuentes presos organizados en el Vatayón Militante, que
insólitamente creó y dirige el mismo director del Servicio Penitenciario
Federal, Hortel, ubicado en un primer plano de esta segunda etapa de la
Guerra Revolucionaria, del pensamiento único y del progresismo como el
que se derrama desde el poder.
Verbitsky, furioso por lo ocurrido con su ministro preferida y útil,
se encuentra en plena proyección y ejecución de este proceso, por lo que
ahora debe replantearse la pérdida relativa de un poder necesario, tema
que en sus intimidades y detalles parece ignorar Cristina. La eyección
de Garré desde un lugar privilegiado para desarrollar y acceder a las
posibilidades económicas que provee el Estado no significa que Cristina
haya modificado su conducta: sólo expresa sus necesidades políticas de
circunstancia. ¿Carlos Zannini estará contento o perdió un aliado?
¿Serán otros los encargados de dirigir esta segunda etapa de la guerra?
¿Será un retroceso en los avances de Verbitsky? ¿Será un acotamiento a
su estrategia o una modificación en los componentes de la lucha? ¿Los
progresistas estiman que Verbitsky está agotado y demasiado expuesto…?
Preguntas interesantes cuyas respuestas serán útiles para entender el
curso de los acontecimientos que no cesan ni cesarán, cualquiera sea el
nombre de los ejecutores. Verbitsky preparó a muchos herederos que
conocen a la perfección qué significa el Foro de San Pablo, las
reuniones internacionales convocadas para analizar los próximos cursos
de acción, en tanto los políticos en general se desgañitan frente a las
cámaras y los micrófonos, pese a que nadie (pocos) los entiende como le
sucedió al penado 14, eternizado simplemente en la letra de un viejo
tango. Determinados acordes también sirven para los refugios finales.
Carlos Manuel Acuña