¿Existe justificaticativo, ante el resultado de esta MANIOBRA IDEALISTA?
Gracias a Dios existe todavía un grupo valiente y atrevido que contribuye a difundir una oculta parte de nuestra historia. Lamentablemente, junto a ello también los diabólicamentes "PARIDOS" que continúan enjuiciando y matando en las cárceles a quienes temporariamente salvaron a la patria. Pero mas "aterra", esa inspiración diabólica conque mienten, roban, matan e inspiran nuevas tropas de malolientes y alcahuetes cajetillas, aquellos mismos "JOVENES IDEALISTAS" que provocaron una guerra. Admiro la virtud de las víctimas y envidio su bondadosa actitud, asísmo pido disculpas a Palma por introducir este agregado.
Casi 40 años después. Y ahí está Maby, desde el fondo de la
injusticia, pidiendo justicia.11 tipos planearon aquella tarde
arruinarle la vida. Y lo lograron.
Fue un mediodía
caluroso de un primero de diciembre. La locura y la muerte se
arrebujaron entonces en las manos de once hijos de puta (dicho con todo
cariño).La calle se llama Ayacucho, pero ésta es otra batalla.
El
capitán Humberto Antonio Viola, 31 años, estaciona su auto Citroen Ami 8
frente a la casa de Ayacucho 233, a pocas cuadras de centro de la
capital tucumana. Allí viven sus padres. De pronto, tres autos le
cierran el paso. No avisan. Nunca avisan. Ellos hablan con balas.
Disparos, gritos, confusión. Humberto Antonio Viola trata de defenderse y
defender a los suyos, sabe de memoria cómo matan estos tipos. Se
desespera, sabe que después de las ráfagas primeras vendrán a
rematarlos. Siempre hacen lo mismo. Quiere defenderse, pero un
escopetazo lo mata en acto. En el asiento de atrás queda muerta también
su hija María Cristina, de 3 años. Otra bala se clava en la cabeza de
María Fernanda, su otra hija de 6 años.
En la puerta de la
casa grita paralizada su mujer Maby. Desde sus 26 años, ve cómo en unos
segundos le arrancan media vida. Conmoción en el barrio. Conmoción en
Tucumán. Terror en todo el país. Las noticias muestran una joven mujer
embarazada llorando frente al cajón de su hija y de su marido. Y del
cementerio de Yerba Buena, parte Maby al sanatorio donde su otra hija,
María Fernanda lucha por escaparle a la muerte. Ahí está Maby… todo
dolor y todo amor. Con su panza enorme que más tarde será Luciana. Maby
solo llora y reza. Reza y llora. Tiene buenas razones.El país que la
mira, grita venganza… también tiene las suyas.Los asesinos que ese
mediodía le arruinaron la vida, escaparon con una sonrisa en los labios.
Así lo dicen todos los testigos. Se fueron satisfechos, como
disfrutando la muerte. Se enjuagaron un poco la sangre. Tal vez aún
festejaban la victoria de tanta muerte. Los imagino… sentados en una
mesa frente a la máquina de escribir. Y con los cuerpos aún tibios,
velados por la Patria, contaron así su puta hazaña: Ejército
Revolucionario del Pueblo, (ERP), brazo armado del PRT - Partido
Revolucionario de los Trabajadores, parte de guerra: "A las 12.45 hs. se
colocaron los coches en posición de espera; a las 13.13 pasó el
Objetivo y se aproximan el auto operativo y el de apoyo... queda el auto
semicruzado en la calle cortando el tránsito... El automóvil operativo
se aproxima hasta la altura del objetivo, quedando medio auto
adelantado. Situación extraordinaria. Siempre en los chequeos el sujeto
descendía, en esta oportunidad la que descendió fue la esposa...
disparan el primer escopetazo que da en el parante delantero izquierdo
del parabrisas, el sujeto se agacha en ese momento y los balines dan de
rebote a la pibita de 3 años que estaba atrás. El compañero de la
ametralladora desciende y metiendo el arma por la ventanilla dispara una
ráfaga corta (4 tiros) que dan al sujeto que igualmente desciende...
los disparos le dan a la base del pulmón izquierdo... Al bajarse del
auto le disparan el segundo escopetazo que pasa sobre el sujeto
agachado... el sujeto corre hacia la calle San Lorenzo. El compañero de
la ametralladora dispara con pistola... erró, adelanta y dispara otro
tiro que frena al sujeto... El compañero ametralladorista remata con un
tiro en la cabeza... inmediatamente el compañero de la escopeta le
dispara a quemarropa un escopetazo y otro tiro de gracia... las heridas
de la hija de 5 años no hallan explicación, salió de rebote en los
disparos de gracia...".Hubo un antes y hubo un después en el grito del
pueblo. Vaya si lo hubo.
Los asesinos de los Viola se
sacaron la careta, y se burlaron delante de todos aquél mediodía
caluroso de una Tucumán inundada de sangre.
Carlos Raúl Picón me responde y explica cómo fue el asesinato
del Capitán Viola y su hijita para que no queden dudas.
“Estimado Horacio: En primer
lugar mi agradecimiento por tus palabras, por tu mensaje. Como siempre …
esclarecedor.
Buscando, como lo hacemos
nosotros, la Verdad Histórica, la Memoria Completa y la Justicia para Todos. Y
es en pos de esos tres principios que considero un deber, por respeto hacia
toda la sociedad, que salga a la luz la ocurrencia real de los hechos que relataste.
El parte de guerra del ejército revolucionario del pueble (erp), que
transcribiste textualmente … MIENTE. MIENTEN aquellos hijos de puta (dicho con
todo cariño) que lo redactaron. Con ese parte fraguado trataron de evitar el
repudio y la condena, de toda la Nación Argentina y de la comunidad
internacional, por el horroroso crimen sobre niñas inocentes, tergiversando la
realidad, la verdad:
1°) No es cierto, según
ellos, que “Siempre en los chequeos el sujeto descendía, en esta oportunidad la
que descendió fue la esposa”. Casi siempre lo hacía Maby, simplemente por una
cuestión de practicidad para que Humberto guardase el coche más rápidamente. Es
más, dejaban el auto semi cruzado para ingresar a la cochera. Es decir, que las
bestias terroristas sabían de antemano que deberían disparar hacia el vehículo
y por ende, sabían también, que dispararían sobre las chiquitas.
2°) No es cierto que “El
automóvil operativo se aproxima hasta la altura del objetivo, quedando medio
auto adelantado”. Nunca dispararon de frente. El primer escopetazo lo hicieron
desde atrás, a no más de tres metros de distancia, prácticamente a quemarropa.
La perdigonada entró de lleno por la ventanilla del asiento trasero, justamente
donde estaban ubicadas las nenas. Tres postas de plomo dieron en el cráneo de
María Cristina, destruyéndolo. Murió en el acto. Una posta entró por la base
del cráneo de María Fernanda y se alojó, sin salida, en el lado derecho del
frontal. Es decir, recorrió todo el cerebro de esa cabecita. María Fernanda, vive,
sólo por que Dios así lo dispuso. Humberto recibió, en ese momento, una posta
de plomo, por la espalda, en la base del pulmón. Es ahí, cuando desciende del
Ami 8 y corre hacia adelante para alejarse del auto tratando de salvaguardar a
sus hijas, sin saber que la horda guerrillera ya había dado cuenta de ellas. No
hubo “rebotes”, el disparo fue directo y premeditado.
3°) No es cierto que “El
compañero de la ametralladora desciende y metiendo el arma por la ventanilla
dispara una ráfaga corta (4 tiros) que dan al sujeto que igualmente desciende…
los disparos le dan a la base del pulmón izquierdo…” Nunca descendió. No tenián
pelotas para enfrentarse. Lo hacían siempre desde atrás, desde la distancia o
desde las penumbras. En este caso, una vez realizado el primer escopetazo,
desde ese mismo automóvil, en movimiento y cuando ya habían sobrepasado el auto
de Humberto, disparan esa ráfaga corta, desde adelante, donde uno de los
proyectiles se incrusta en el parante izquierdo del parabrisas, otro penetra
por el parabrisas y se incrusta en el asiento del acompañante del conductor, es
decir, donde habitualmente se sentaba Maby. Los otros dos proyectiles se
perdieron en el vacío.
4°) No es cierto que “Al
bajarse del auto le disparan el segundo escopetazo que pasa sobre el sujeto
agachado” No hubo segundo escopetazo. Después del primero (y como lo expreso
más arriba), Humberto, herido, corre sí, hacia calle San Lorenzo, alejándose de
su automóvil. Cuando lo hace, desde otro vehículo operativo que se encontraba
estacionado sobre calle Ayacucho en apoyo del móvil, desciende otro asesino y –
como habitualmente lo hacía – le dispara desde atrás con una Itaka dando de
lleno la perdigonada en la espalda de Humberto, provocándole la muerte en forma
inmediata con una herida de 15 cms de diámetro. Caído ya, un cuarto terrorista,
desciende del vehículo de apoyo, mira – primero – a Maby a los ojos y con un
total desprecio por la vida, vida que Humberto ya no tenía, le dispara un tiro
en la frente con una pistola 45.
5°) No es cierto que “las
heridas de la hija de 5 años no hallan explicación, salió de rebote en los
disparos de gracia”. Es la más aberrante de todas las mentiras. Jamás hubo
rebotes en los disparos de gracia. Los proyectiles quedaron alojados en el
cuerpo de Humberto.
Esta descripción que acabo
de realizar lleva implícito un solo objetivo: que los lectores de esta
prestigiosa página de Periodismo de Verdad y la sociedad toda a la cual le
llegue, sepan realmente como se desarrolló el asesinato de Humberto y María
Cristina. Que el pueblo argentino, sobre todo los más jóvenes, conozca que no
fueron “jóvenes idealistas” los que atacaron a la patria, a nuestros nobles
principios cristianos y valores morales allá por los años 70. Fueron, como
pedía el Che Guevara, “efectivas, violentas, selectivas y frías máquinas de
matar”.
Hoy, como tú bien lo
expresas, debemos enfrentar otra batalla. La durísima lucha en la Justicia para
que este aberrante y horrendo crimen sea considerado un delito de lesa
humanidad. O acaso no hiere a la humanidad un hecho como este?.Como
ninguno de estos cobardes lo hará, somos nosotros, las víctimas del terrorismo
marxista, los que debemos hacer caer sus máscaras.
Próximo ya a celebrarse el
Nacimiento de Jesús, pido a su Padre, nuestro Dios Todopoderoso, no que ilumine
a los jueces (todos son iluminados), sino que los ampare para que dicten
Justicia, con la venda en los ojos pero sin los designios oscuros ordenados por
sus superiores. Es hora de que hagan la historia y la marquen a fuego. Es hora
en que los jueces, como dijo nuestro abogado Javier Vigo Leguizamón en el
informe In Voce ante la Cámara Federal de Apelaciones de Tucumán, “deben optar
entre la conveniencia o los valores, la justicia o la política, el coraje o la
cobardía”.
Que Dios te Bendiga y nos
Proteja a todos
Carlos Raúl Picón
La causa
El estado encontró a los asesinos. Y los enjuició y los condenó. La
condena… cadena perpetua. Pero la perpetuidad de la condena duró ocho años. A
los ocho años los asesinos salieron en libertad. Ahí está Maby, con su hija
lacerada por las heridas, caminando las calles de Yerba Buena junto a Fermín
Núñez, uno de los asesinos.“Nosotros no tuvimos derechos humanos. Ellos sí
tuvieron, pero nosotros no”, dice Maby intentando esconder las lágrimas que le
caen a mares.Mientras tanto, Maby Picón lucha contra su dolor profundo, y
contra la injusticia de estos tiempos. Es que hoy gobiernan muchos de los que
en los 70 militaban en las organizaciones terroristas: “Yo perdoné a los
asesinos. Hoy el odio, el rencor, el deseo de venganza, la corrupción, la
injusticia y la inseguridad han dividido a los argentinos. Los ha enfrentado
nuevamente. No ya en una guerra revolucionaria con las armas, sino en la peor
de las guerras revolucionarias, la que se lleva a cabo desde el poder. Estoy
convencida de que si cada uno de los argentinos pusiera una mínima parte de
voluntad para perdonar, todo sería distinto. Yo ya lo hice. Perdoné a los
asesinos de Humberto y Cristinita. Ahora estoy esperando que se haga