DECLARACIÓN
OTRA VEZ LA IDEOLOGÍA DE LOS
DERECHOS HUMANOS
Resulta muy interesante la polémica que se ha
abierto con motivo de la designación y ascenso del Gral. Milani, porque ha
servido para confirmar que la política de derechos humanos implementada por el
régimen instaurado desde el 25 de mayo de 2003, es apenas una ideología
perversa, cuyas secuelas manifiestas han sido la generación de un formidable
negociado y la más desvergonzada hipocresía.
Los argentinos pueden advertir que los derechos
humanos son exhibidos como política de Estado al solo efecto de lograr consenso
en el manejo del resto de las políticas llevadas a cabo por el gobierno. El
fin justifica los medios. Esto así resulta si nos detenemos en la lectura
de las declaraciones de Abuelas de Plaza de Mayo, más precisamente de Estela de
Carloto, el C.E.L.S. y otros que hoy sostienen, en defensa del nuevo Jefe del
Estado Mayor del Ejército, que para acusar se necesitan pruebas o que
el hecho de haber estado allí –Operativo Independencia- no es suficiente.
En tanto el C.E.L.S., por boca de su vocero Horacio Verbitsky, nos informa que no
hay antecedentes que comprometan al Gral. Milani con delitos de lesa humanidad
ocurridos durante la dictadura militar.
El doble estándar en estas cuestiones es formidable,
pues este vocero pone en duda las manifestaciones de testigos-denunciantes de
la desaparición del soldado Ledo - asistente del entonces Subteniente Milani -
como así también del Nunca Más de la Pcia. de La Rioja.
Hoy, varios centenares de viejos soldados se
encuentran en las cárceles de Marcos Paz, Ezeiza y otros lugares de reclusión
de jurisdicción federal, por el hecho de haber pertenecido a las Fuerzas Armadas
en la época de lucha contra el terrorismo. Estos luchadores octogenarios no
gozan de ninguno de los beneficios que el orden constitucional vigente otorga a
los ciudadanos acusados de cometer delitos, como el derecho al debido proceso y
el principio de inocencia.
No es necesario hacer mención de ninguno de los
presos políticos de la democracia para ejemplificar la venganza de la que son
objeto mediante el linchamiento judicial. Basta con recordar que se han dictado
condenas de por vida basadas en el supuesto reconocimiento de una voz escuchada
hace casi cuarenta (40) años. O haciendo aplicación de la teoría del dominio
del hecho a quien por su graduación y lugar en la cadena de mando no
impartía ordenes o que, de haberlas trasmitido, no estaba ni remotamente en
condiciones de objetarlas. Y no estamos hablando de oficiales superiores, sino
de subalternos (suboficiales, subtenientes a capitanes o sus equivalentes en la
Armada, Aeronáutica y fuerzas de seguridad en general), pues a los Jefes y
Oficiales Superiores se les encontró otro extremo de atribución de
responsabilidad criminal, como es la responsabilidad funcional, lo que
significa el non plus ultra de la responsabilidad objetiva.
Muy lejos está en el ánimo de quienes integramos
esta Asociación imputarle responsabilidad criminal alguna a quien entonces era
el Subteniente Milani, pues sería abjurar de los principios que dieron sentido
a su fundación: el restablecimiento de la Justicia y la recuperación de la Concordia. Pero
esta suerte de justicia popular nos obliga a recordar, una vez más, la
necesidad de salir de la apatía, a fin de conjurar los riesgos a que nos expone
la perversidad de este régimen.
Mariano Gradin
Alberto Solanet
Secretario
Presidente