Hay ciertos grupos restauracionistas. Yo conozco algunos, me tocó recibirlos en Buenos Aires. ¡Y uno siente que es como volver 60 años atrás! Antes del Concilio… Uno se siente en 1940… Una anécdota, sólo para ilustrar, no es para reírse, yo la tomé con respeto, pero me preocupa; cuando me eligieron, recibí una carta de uno de estos grupos, y me decían; “Santidad, le ofrecemos este tesoro espiritual; 3.525 rosarios”. Por qué no dicen rezamos por usted, pedimos… pero esto de llevar las cuentas… Y estos grupos vuelven a prácticas y a disciplinas que yo viví -ustedes no, porque ninguno es viejo- a disciplinas, a cosas que en ese momento se vivían, pero no ahora, hoy ya no son…
Fue un encuentro histórico, sin
precedentes. Por lo que se dijo, y por cómo se dijo. Durante una hora,
Francisco dialogó con franqueza con la directiva de la Confederación
Latinoamericana y Caribeña de Religiosas y Religiosos (CLAR).
Conversaron ubicados en círculo, entre iguales, como en las primeras
Comunidades fundadas por Jesús… Y el Papa se sinceró: habló de la
corrupción en la Curia vaticana, donde “hay gente santa, pero también hay una corriente de corrupción, también la hay, es verdad… Se habla del “lobby gay”, y es verdad, está ahí”.
A su vez, clamó por la libertad de la
vida religiosa -”expliquen lo que tengan que explicar, pero sigan
adelante”-;mostró su preocupación por “ciertos grupos
restauracionistas”; y reivindicó el espíritu de Aparecida: “Aparecida no terminó. Aparecida no es solo un documento. Fue un acontecimiento”. Reflexión y Liberación ofrece en exclusiva esta breve síntesis de este histórico encuentro celebrado en la Santa Sede.
Audiencia con el Papa Francisco
Abran puertas… ¡abran puertas!
Se van a equivocar, van a meter la pata, ¡eso pasa! Quizá
hasta les va a llegar una carta de la Congregación para la Doctrina (de
la Fe) diciendo que dijeron tal o cual cosa… Pero no se preocupen.
Expliquen lo que tengan que explicar, pero sigan adelante… Abran
puertas, hagan algo ahí donde la vida clama. Prefiero una Iglesia que se
equivoca por hacer algo que una que se enferma por quedarse encerrada …
· (sobre su elección) No perdí la paz en ningún momento, ¿saben?
Y eso no es mío, yo soy más de preocuparme, de ponerme nervioso… Pero
no perdí la paz en ningún momento. Eso me confirma que esto es de Dios…
· (al reflejarle la esperanza que nos han
traído sus gestos de este tiempo, hace referencia a haberse quedado a
vivir en Santa Marta) …estos gestos… no han venido de mí. No se me han ocurrido a mí.
No es que yo trajera un plan, ni que me haya hecho uno en cuanto me
eligieron. Lo hago porque sentí que era lo que el Señor quería. Pero
estos gestos no son míos, hay Otro aquí… eso me da confianza…
Yo venía con la ropa justa, la lavaba en la noche, y de repente esto… ¡Si yo no tenía ninguna posibilidad!
En las apuestas de Londres estaba en el lugar 44, fíjense ustedes, ¡el
que apostó por mí ganó muchísimo, claro…! Esto no viene de mí…
· Hay que dar vuelta la tortilla.
No es noticia que en Ottaviano muera un anciano de frío en la noche, o
que haya tantos niños sin educación, o con hambre, pienso en la
Argentina… En cambio, las principales bolsas del mundo suben o bajan 3
puntos y eso es un acontecimiento mundial. ¡hay que darlo vuelta! No
puede ser. Las computadoras no están hechas a imagen y semejanza de
Dios; son un instrumento, sí, pero no más. El dinero no es imagen y semejanza de Dios. Sólo la persona es imagen y semejanza de Dios. Hay que darlo vuelta. Ese es el evangelio.
· Hay que ir a las causas, a las raíces.
El aborto es malo, pero es que eso está claro. Pero qué hay detrás de
aprobar esa ley, qué intereses están detrás… son a veces las condiciones
que ponen los grandes grupos para apoyar con dinero, ¿saben ustedes?
Hay que ir a las causas, no nos podemos quedar sólo en los síntomas. No tengan miedo de denunciar… lo van a pasar mal, van a tener problemas, pero no tengan miedo de denunciar, esa es la profecía de la vida religiosa…
· Yo les comparto dos preocupaciones. Una es una corriente pelagiana que hay en la Iglesia en este momento. Hay ciertos grupos restauracionistas. Yo conozco algunos, me tocó recibirlos en Buenos Aires. ¡Y uno siente que es como volver 60 años atrás! Antes del Concilio… Uno se siente en 1940… Una anécdota, sólo para ilustrar, no es para reírse, yo la tomé con respeto, pero me preocupa; cuando me eligieron, recibí una carta de uno de estos grupos, y me decían; “Santidad, le ofrecemos este tesoro espiritual; 3.525 rosarios”. Por qué no dicen rezamos por usted, pedimos… pero esto de llevar las cuentas… Y estos grupos vuelven a prácticas y a disciplinas que yo viví -ustedes no, porque ninguno es viejo- a disciplinas, a cosas que en ese momento se vivían, pero no ahora, hoy ya no son…
La segunda es por una corriente gnóstica.
Esos panteísmos… Las dos son corrientes de elite, pero ésta es de una
elite más formada… Supe de una superiora general que alentaba a las
hermanas de su congregación a no rezar en la mañana, sino a darse un
baño espiritual en el cosmos, cosas así… ¡Me preocupan porque se saltan
la encarnación! Y el Hijo de Dios se hizo carne nuestra, el Verbo se
hizo carne, y en América Latina tenemos carne para tirar al techo! Qué pasa con los pobres, los dolores, ésa es nuestra carne…
El evangelio no es la regla antigua, ni tampoco este panteísmo. Si mirás a las periferias; los indigentes… ¡los drogados! La trata de personas… Ese es el evangelio. Los pobres son el evangelio…
· (al reflejarle lo difícil de hacerse
cargo de la Curia romana, y de la comisión de cardenales que lo apoyará,
etc.) Y, sí… es difícil.
En la curia hay gente santa, de verdad, hay gente santa. Pero también hay una corriente de corrupción, también la hay, es verdad… Se habla del “lobby gay”, y es verdad, está ahí... hay que ver qué podemos hacer…
La reforma de la Curia romana es algo que
pedimos casi todos los cardenales en las congregaciones previas al
Cónclave. Yo también la pedí. La reforma no la puedo hacer yo,
estos temas de gestión… Yo soy muy desorganizado, nunca he sido bueno en
esto. Pero los cardenales de la comisión la van a llevar adelante. Ahí
está Rodríguez Maradiaga, que es latinoamericano, que lleva la batuta, está Errázuriz, son muy ordenados. El de Munich también es muy ordenado. Ellos la llevarán adelante.
· Oren por mí… que me equivoque lo menos posible…
· Aparecida no terminó. Aparecida no es solo un documento. Fue un acontecimiento.
Aparecida fue algo distinto. Partiendo
porque no tuvo documento de trabajo. Tuvo aportes, pero no un documento.
Y al terminar tampoco tenía un documento, si el día anterior a terminar
teníamos 2.300 “modos”… Aparecida envío a la misión continental. Ahí
termina Aparecida, en el impulso a la misión.
Lo que tuvo Aparecida de especial es que
no se celebró ni en un hotel, ni en una casa de retiros… se celebró en
un Santuario mariano. En la semana celebrábamos la eucaristía y había
unas 250 personas, porque era día normal de trabajo. Pero los fines de
semana eso estaba lleno…! El pueblo de Dios acompañaba a los Obispos, pidiendo el Espíritu Santo…
Yo veía -lo nombro a él porque lo veo más
estirado, más así, es bueno, pero es así- veía al prefecto, a João, que
salía con su mitra, y la gente se acercaba, y le acercaban a los niños,
y él saludaba, y los abrazaba así… Ese mismo obispo después votaba. ¡No
puede haber votado igual que si hubiera estado en un hotel!
Teníamos las salas de reuniones debajo
del Santuario. Así que la música de fondo eran los cantos, las
celebraciones en el Santuario… Eso dio algo muy especial.
· Hay algo que me preocupa, aunque no sé cómo leerlo. Hay congregaciones religiosas, grupos muy, muy pequeños, unas pocas personas, gente muy mayor...
No tienen vocaciones, qué sé yo, el Espíritu Santo no quiere que sigan,
quizá han cumplido ya su misión en la Iglesia, no sé… Pero ahí están,
aferradas a sus edificios, aferradas al dinero… Yo no sé por qué pasa
esto, no sé cómo leerlo. Pero les pido que se preocupen de esos grupos… El manejo del dinero… es algo que necesita ser reflexionado.
· Aprovechen este momento que vivimos en
la Congregación para la Vida Consagrada… Es un momento de sol…
Aprovechen. El Prefecto es bueno. ¡Y el Secretario, que fue “lobbyado”
por ustedes! No, en realidad, siendo el presidente de la USG, ¡lo lógico
era que fuera él! Qué mejor…
· Pongan todo su empeño en el diálogo con los Obispos. Con el CELAM, con las conferencias nacionales… Yo sé que hay algunos que tienen otra idea de la comunión, pero… Hablen, conversen con ellos, díganles…