lunes, 10 de junio de 2013

UNIVERSOS PARALELOS



 Queridos amigos:
En el ámbito de la física cuántica existe la hipótesis de la existencia de universos paralelos, entendiendo por tal a  la coexistencia de universos y realidades independientes, en forma simultánea, en distintas dimensiones. Nuestra inteligencia y nuestra imaginación rechazarían estas aventuradas  hipótesis si detrás  de ellas no estuvieran reputados científicos y poderosos desarrollos matemáticos. Más cerca de nuestra percepción, en un mundo nominalmente globalizado, conviven países con gran desarrollo social, económico y tecnológico con Estados casi tribales, cerrados por la acción de dictadores o extremismos religiosos y con sociedades innecesariamente sometidas a la pobreza colectiva por la adopción de sistemas ineficaces o el predominio de élites dominantes corruptas.
Mucho más cerca aún, en una misma nación, un mismo territorio y una misma ciudad, las distintas realidades sociales que van de la opulencia de Puerto Madero a la marginalidad de las villas y los asentamientos de la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano, nos hablan de la necesidad de una integración efectiva, obtenida por el ascenso social que brindan la educación, la capacitación laboral, el acceso a trabajos dignos y la adopción de las normas de convivencia propias de una sociedad organizada.
 Sin embargo, los universos sociales no son los únicos que pueblan nuestra realidad. Existe en la Argentina, por ejemplo, un universo habitado por los miembros del gobierno en el que todo está muy bien, la inflación es moderada y no hace falta esconder los fracasos porque no los hay, según afirmó en el Senado de la Nación el Jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina. En ese universo no falta el trigo como está sucediendo en los molinos cordobeses, el aumento del 22 por ciento en los robos con armas reflejan una estadística poco significativa, el 73 por ciento de deserción universitaria es un dato menor, el 20 por ciento de desocupación juvenil no inquieta y el congelamiento de precios funciona a pleno aunque nadie consigue encontrar los productos básicos fuera de los avisos de la propaganda oficial.
 Otros universos en que se vive con realidades singulares son el judicial y el político. En el primero los abogados y los jueces  enfrentan la reforma judicial del gobierno a golpes de cautelares y amparos. Cada día llegan nuevos recursos en contra de la reciente Ley que modifica  la conformación, los procedimientos y la forma de elección  del Consejo de la Magistratura. La Corte Suprema espera su turno para dar la opinión definitiva y el gobierno para oponerse al fallo que derogará la elección popular de jueces y abogados en el Consejo, ya que todo indica que resultará anticonstitucional.  Pero esta ponderable diligencia desplegada por la justicia para preservar su existencia independiente, no tiene el mismo vigor a la hora de perseguir la corrupción rampante que enturbia con inocultables denuncias  el relato oficial. Recién en la semana que pasó se allanaron las primeras propiedades del empresario Lázaro Báez y aun no se  tomó declaración a los señores Fariña y Elaskar, cuyas declaraciones conmovieron a la opinión pública hace semanas. Aun así, estas demoradas situaciones son un modelo de celeridad si se las compara con la diligencia del Juez Oyarbide para aclarar el escándalo de los fondos sustraídos en el caso de las casas de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, en que están involucrados la señora Hebe de Bonafini y los hermanos Schoklender o el juzgamiento de los responsables de la tragedia del Once que dejó  más de 50 muertos y cientos de  heridos o la responsabilidad del vicepresidente Boudou en el caso Ciccone.
 El universo político, por su parte, muestra un aislamiento que lo distancia de la comprensión y el interés de la ciudadanía, excepto cuando las consecuencias de los hechos que allí se manejan bajan sus consecuencias a la vida cotidiana. Apenas a tres días de la fecha de cierre de las Alianzas Transitorias y trece del cierre de  listas para las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) toda la actividad política del partido del Gobierno, el Frente para la Victoria, se reduce a esperar las decisiones de la señora presidente que designará los candidatos según  su voluntad. Esto no parece asombrar ni incomodar a nadie, tal el grado de denigrante subordinación que impera en ese espacio político. Cada tanto, la señora presidente acciona algún mecanismo de presión para quienes aparentemente contrarían cualquier aspecto de su voluntad. Tal parece ser el origen de las duras críticas que está recibiendo el gobernador Daniel Scioli, quien en esta semana fue mencionado con citas bíblicas “a los tibios los vomita Dios” (Diputado Domínguez) o más coloquialmente fue tratado de “jetón” (Ministro De Vido) término que se aplica a quien tiene la boca grande. Estos insultos herméticos para los ajenos a las intrigas del poder podrían obedecer a que el mencionado gobernador no acepta dejar su cargo y encabezar una lista en la Provincia de Buenos Aires que le  permita a la señora presidente contar con suficientes diputados como para lograr su reelección, previa reforma de la Constitución Nacional,  o a alguna otra ofensa de similar tenor.
El problema es que la consecuencia visible de estas disputas se traduce en “castigos” que afectan a la Provincia de Buenos Aires, tales como la falta de ayuda financiera del Estado o los avales para que la provincia se endeude, lo que en el caso de las paritarias docentes generó doce días de paro en lo que va del año, hasta la  reciente aceptación de la oferta del gobierno provincial. 
 Por el lado del universo opositor, la centro-izquierda ha dado un paso hacia la realidad con los acuerdos alcanzados en la CABA  y la provincia de Buenos Aires que le darán a las PASO  su razón de ser al permitir definir las candidaturas como se debe, o sea, mediante el voto ciudadano entre los partidos con ideas afines. Del centro a la centro-derecha las personalidades dominantes del diputado  De Narvaez y el Intendente Sergio Massa, que pretenden manejar las listas con lapiceras exclusivas, dificultan los acuerdos en la Provincia de Buenos Aires así como sucede en la Ciudad Autónoma  con la fuerza de Mauricio Macri. Esto es malo para el funcionamiento democrático pero no tan grave para la República en la medida que todos los candidatos propuestos compartan el compromiso de defender las instituciones y oponerse a la reforma constitucional. Por ahora es  todo a lo que podemos aspirar. Queda la remota esperanza de que un soplo de sensatez reúna a todos los protagonistas en un frente común, que dirima las candidaturas con el voto ciudadano y ponga en evidencia que el autoritarismo es solo un defecto del oficialismo y no un mal que afecta a todo el que se siente ganador.
 Existe también un universo, pleno de dolor e injusticia, al que ni la prensa, ni los hombres de derecho, ni la opinión pública, quieren mirar.  Es el universo en que habitan los militares y policías acusados por delitos de lesa humanidad para quienes los valores de la justicia independiente  y los derechos humanos parecen no existir. La comprobación de que Jorge Rafael Videla falleció como consecuencia de fracturas que no fueron atendidas durante días debería haber servido al menos para poner a la luz pública los múltiples abusos cometidos contra personas mayores de 70 años que no son atendidas ni cuidadas conforme lo exigen principios elementales de humanidad, además de las leyes vigentes. ¿Puede acaso pensarse que este trato inhumano se justifica porque fueron “muy malos” o simplemente tenemos que admitir que se ejecuta sobre ellos una venganza que nada tiene que ver con la justicia? En este universo acerca del cual todos callan y nadie ve, se suman constantemente nuevos blancos según la necesidad del gobierno y la conveniencia de los acusadores. Algunas personalidades que tienen el poder económico y social para defenderse, como la señora Ernestina de Noble  o el señor Blaquier, logran frenar o postergar los ataques, pero los viejos soldados, sin otros bienes que sus modestos retiros  y el clamor de sus familiares  y los pocos amigos que no temen abogar por ellos, solo cuentan con la desinteresada acción de un grupo de abogados unidos por la  justicia  y la concordia. Es muy loable pero no alcanza.
 Cada día se suma  un nuevo nombre a la lista de loa acusados en una secuencia interminable. Ya no hay siquiera acusaciones concretas sino simplemente se encierra a los imputados por los destinos en que prestaron servicios, los cargos que ocupaban  o por la vaga mención  a que, “si estuvo allí no podía ignorar lo que allí pasaba”. Esta persecución, que no tiene paralelo en la historia mundial, debe terminar cuanto antes porque ya ha excedido toda  vinculación con el estado de derecho y representa una mancha que quedará indeleble  cuando la historia juzgue a quienes la permitieron y ejecutaron.
 Tenemos que lograr que los distintos universos que coexisten en nuestra patria se junten y se integren en una única realidad para poder habitar en una verdadera república. No podemos enzarzarnos en un inútil debate acerca de si la estatua de Colón debe dejar su lugar a la de Juana Azurduy porque eso solo representa el afán divisionista de quienes pretenden resucitar los conflictos que los  criollos y las sucesivas olas migratorias solucionaron hace muchas décadas con una integración inclusiva. Nuestro trabajo desde la política, las aulas, las empresas o los sindicatos, es construir una Argentina en que todos podamos desarrollar nuestras potencialidades, adaptada a su tiempo histórico y al mundo en que cohabita. Deponiendo rencores. Construyendo futuro. Abriendo caminos a un mañana mejor. Y rechazando vigorosamente a quienes quieren fraccionarnos en múltiples universos en disputa solo para satisfacer sus ansias de poder perpetuo, vana aspiración de aquellos que carecen de dignidad y valores ciudadanos.
Un abrazo para todos.

Juan Carlos Neves, Presidente de Nueva Unión Ciudadana
www.nuevaunionciudadana
Twitter      @NevesJuanCarlos